La tecnología sigue evolucionando hacia un camino un tanto impredecible, sin embargo, los avances en la inteligencia artificial, la impresión 3D, la realidad aumentada y virtual, así como la búsqueda de una "segunda vida" a través de las redes sociales, crean un ambiente digno de explorar.
Al pensar en todo lo anterior, esta semana ha habido una nueva serie de la cadena HBO que engloba todo ello y ha estado haciendo mucho ruido, y si bien generalmente recomendamos series de las que se pueda ver una temporada o toda completa, vale la pena recomendar el fenómeno "Westworld".
¿Qué pasaría si la tecnología avanzara tanto que pudiéramos imprimir robots tan similares a los humanos o animales, capaces de cumplir una rutina e interactuar con las personas de forma indiferenciable de los reales?.
Un parque temático con todo esto es la idea que da vida a Westworld, una serie basada en la película del mismo nombre estrenada en 1973, donde los huéspedes o "recién llegados" pagan por hacer lo que quieran dentro del parque, y en donde los anfitriones (robots) son utilizados para completar y actuar en estos deseos sin posibilidad de dañar humanos.
Todo se encuentra bajo control, pero al hablar de tecnología, es hablar de fallos, y un pequeño e inofensivo bug puede causar que este paraíso simulado se venga abajo en un instante.
Los robots no saben lo qué son, ni recuerdan al día siguiente lo que ha sucedido mientras vuelven a su rutina, pero si por alguna razón pudieran volverse consciente y acceder a sus recuerdos o "remembranzas", ¿odiarían a sus creadores al punto de querer dañarlos?.
