Cada generación tiene un par de series que marcan la era que se vive, y varias de ellas intentan reflejar situaciones de la vida diaria, pero cayendo en un drama excesivo o muy "realista", pero que logran dejar huella en aquellos que las ven.
Sin embargo, una de estas series que ha roto el molde y sabido ganarse al público es "Gilmore Girls", un show que inició con el nuevo milenio y que siempre trató de reflejar la el factor común de este tipo de series, pero con un gran humor como elemento principal.
Esta serie trata sobre la vida de una madre que proviene de una familia bien acomodada, pero debido a que tuvo a su hija a los 16 años y huyó de casa, poco ha tenido de la buena vida que le esperaba, logrando seguir adelante por sí sola y criar a una hija bastante inteligente.
A pesar de que pueda sonar a una serie muy dirigida para el sexo femenino, la realidad es que no hay tanto drama como se espera, y en su lugar, hay muchas referencias a la cultura pop, libros, películas y al café, siempre con una pizca de humor contextual y una pizca de sarcasmo.
Los personajes en Gilmore Girls son realmente únicos y bastante diferentes a los que uno se acostumbra a ver, evitando caer en clichés o remakes de una serie sólo con nombres diferentes (lo siento, HIMYM).
La cuestión es, que a pesar de haber terminado con siete temporadas en el año 2007, el cariño del público y los actores hacia la serie ha logrado que Netflix sacará una nueva temporada el día de hoy, siendo compuesta por 4 capítulos que reflejan una estación diferente del año, complementando la historia de las Gilmore después de 9 años.
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