Después de las revelaciones hechas por Edward Snowden sobre el programa PRISM vendrán varias consecuencias en cascada, y una de ellas es sin duda el impacto que ha causado en las empresas que se dedican a proveer servicios de almacenamiento en la nube a clientes fuera de los Estados Unidos.
Las preocupaciones acerca de la vigilancia ejercida por NSA (Agencia de Seguridad Nacional)no son nuevas. Durante mucho tiempo se ha especulado que los Estados Unidos están pendientes de lo que hace el resto del mundo hasta el grado de comprometer la privacidad y violar los derechos humanos. De esta manera, el acceso al tráfico desde y hacia "computadoras protegidas" se volvió algo común en el día a día, por eso, muchas compañía están preocupadas de que el FBI y la NSA puedan otra vez obtener acceso a los datos sólo con pedirlo de manera cortés a los proveedores de servicios en la nube. Revelaciones hechas en 2006 acerca de la recolección de metadatos de llamadas telefónicas de las compañías de telecomunicaciones, nos dio otra evidencia y otra razón para estar preocupados.
Hay un miedo latente y justificado y este estriba en que al contratar compañías basadas en Estados Unidos para almacenar la información, o bien para tener software como serrvicio, todos los datos que pasen por ahí serán inspeccionados por las agencias de seguridad norteamericanas, vulnerando en muchas ocasiones el derecho a la privacidad.
Como resultado de las revelaciones de Snowden un 10% de las compañías que no están basadas en Estados Unidos han cancelado sus contratos con los proveedores norteamericanos. Esto también ha provocado que las compañías del vecino país del norte la estén pasando realmente mal al intentar expandir sus negocios más allá de sus fronteras.
Una de las formas planteadas hasta ahora para mitigar los efectos negativos de PRISM es que las compañías que proveen los servicios en la nube sean totalmente transparentes en lo concerniente a la información a la que el gobierno tiene acceso.
Definitivamente esto de la privacidad o la falta de ella tiene sus bemoles, pues es obvio que todos quisiéramos conocer lo que hacen o dejan de hacer los criminales para que se hiciera justicia y pagaran por sus crímenes, pero también queremos que nos dejen en paz. Paradojas, ironías... simple naturaleza humana.
Fuente | Arstechnica
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