La herramienta de espionaje Pegasus fue uno de los temas más mencionados en 2017, cuando un grupo de periodistas y activistas denunciaron que el gobierno mexicano los estaba vigilando. El software solamente puede ser adquirido por los gobiernos, meses después aparecieron documentos que señalaban a dependencias de gobierno que pagaron por contratar el servicio.
Para octubre de 2017 el Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México tenían que presentar los contratos que tenían con el software. Ahora The New York Times lanzó una nueva investigación en la que señalan que el gobierno de Estados Unidos rechazó participar en las investigaciones del programa espía, según oficiales de alto rango buscaban incluir al gobierno para encubrir una indagatoria simulada.
Preguntas que podrían responder ellos mismos
Los oficiales se negaron a participar en la solicitud al estar dudosos de que el gobierno de México realmente quiera comprometerse en ese caso que podría involucrar a funcionarios importantes. Las autoridades mexicanas enviaron una lista de preguntas a las diferentes agencias de investigación en Estados Unidos, con la finalidad de demostrar que se estaban tomando en serio el asunto.
Pero al analizar el cuestionario que mandaron llegaron a la conclusión que con un título básico de ciencias computacionales o informáticas podrían responder esas preguntas. Dejando en claro que el gobierno mexicano cuenta con las capacidades para resolver el caso.
La investigación por parte de las autoridades ya tiene más de seis meses, actualmente han mencionado que se encuentran en la fase de agotar todas las líneas de investigación. Se han contactado de manera permanente con los analistas forenses que fueron los primeros en descubrir el rastro, como los expertos en Citizen Lab y la Facultad de Asuntos Globales de la Universidad de Toronto.
Pero cuando buscaron a los integrantes de Citizen Lab la respuesta fue otra, John Scott-Railton, investigador sénior del grupo confirmó que solamente se reunieron una vez y nunca más los contactaron.
Imprimen capturas de pantalla como documentos de la investigación
Según los archivos y los abogados hasta el momento los investigadores no han identificado quiénes son los funcionarios públicos que pueden operar el programa, inclusive ni han visitado las instalaciones donde se encuentra ese equipo.
Pero el problema sigue, la investigación señala que las autoridades no han revisado los servidores desde los cuales usaban el software. Analistas ciberforenses y los mismos fabricantes del programa mencionan que puede existir un registro de cada intento de ataque cibernético contra cada blanco.
Los abogados mencionan que los archivos de la investigación no se encuentran vacíos, pero sí con documentos que no aportan en mucho. Los investigadores imprimen páginas de búsquedas en Google con información relacionada de los casos, como las páginas de Facebook de algunas víctimas. Lo preocupante es que en ese archivo existen respuestas de los dos mil municipios a los que las autoridades consultarán si tenían acceso al software, de las cuales se enviaron a poblados con menos de 500 habitantes con presupuestos pequeños.
Los documentos de la investigación afirman que el software no permite dar seguimiento a los blancos, pero el fabricante de Pegasus mencionó en 2017 que el sistema tiene un registro de cada vez que se utiliza. Por último los procuradores señalan que necesitan los teléfonos de las víctimas para seguir investigando, cuando se ha mencionado que no es necesario el teléfono del blanco, solamente se necesitan los servidores.
El FBI rechazó hacer cualquier comentario al respecto.
Imagen | Animal Político
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