Robo de secretos comerciales y captación ilegal de talento. Esas son las nuevas acusaciones que se suman a la mala relación entre Taiwan y China.
No se trata solo de señalamientos, Taiwan está investigando a ocho empresas chinas por estas actividades en su industria tecnológica, según una nota de la agencia EFE.
Taiwan esta preocupado por su industria tecnológica, que podría ser “gravemente afectada” por el robo de secretos comerciales y captación ilegal de talento por parte de China, según un reporte de la agencia española EFE, reproducido por Swissinfo.
El gobierno taiwanés está investigando a ocho empresas chinas por estas actividades. De acuerdo con el informe, las autoridades movilizaron “a más de 135 efectivos, llevaron acabo registros en una treintena de lugares e interrogaron a 35 personas relacionadas” entre el 19 y el 30 de agosto.
Se trata de compañías dedicadas a la fabricación de chips, entre las que figuran Northern Huachuang, conocida como Naura, que captó ingenieros dedicados a proyectos de semiconductores, según un comunicado de la Oficina de Investigación del Ministerio de Justicia taiwanés, citado por EFE.
Vista nocturna de Taipei
El documento también menciona el caso de Shangai Hanxin Technololgy, que canalizó dinero a Taiwán por medio de supuestas empresas fantasma para contratar ingenieros y desarrollar componentes de semiconductores.
La empresa Chengdu Ruichengxin Micro Technology también fue acusada de pedir a empleados en Taiwán que “cambiaran su seguro de salud” para “ocultar sus actividades comerciales ilegales”, según reporta EFE.
Los históricos problemas entre China y Taiwán.
La historia de conflicto entre China y Taiwan es larga, pero podemos resumirla - mucho - en lo siguiente: Pekin considera que la isla forma parte de su territorio, luego de una historia complicada de idas y venidas geopolíticas. Mientras tanto, el gobierno democrático de Taiwan no tiene el estatus legal de Estado independiente y se resiste a la reunificación con China.
Las tensiones son tan constantes que hay empresas tecnológicas como la estadounidense HP, que están moviendo sus oficinas y centros de producción a otros países, por temor a quedar atrapados en el fuego cruzado.
La cercana relación de Estados Unidos con Taiwan también suele ser un tema de fricciones con China. Y se ha vuelto combustible para la guerra comercial con la que Washington está tratando de frenar el avance económico chino en el mundo.
Taiwán tiene motivos para proteger su industria tecnológica. Según datos de la consultora TrendForce citados por EFE, la isla fabrica el 44% de los chips que se venden a nivel mundial.
China tiene motivos para envidiarlo. A pesar del agresivo crecimiento de su industria, su enorme territorio y fuerza de trabajo, aún tiene solo el 28% de ese mercado. El gigante asiático está empeñado en lograr la autosuficiencia en la producción de chips para liderar la carrera tecnológica y, sobre todo, la del desarrollo de inteligencia artificial.
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