Investigadores de Corea del Sur desarrollaron un robot inspirado en el camaleón que es capaz de cambiar su color para imitar el entorno.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista Nature Communications, este reptil mecánico tiene ojos similares a su contraparte biológica, gatea y lo más importante de todo, cuenta con una piel electrónica artificial que es capaz de cambiar su color para coincidir con los del fondo sobre el que se mueve. De acuerdo a los encargados del proyecto, es uno de los primeros dispositivos en alcanzar este logro.
Cómo funciona el camaleón robótico
Este robot utiliza una piel de cristal líquido que puede tomar cualquier color, dependiendo de la alineación de sus moléculas y cuando estas partículas se ensamblan en estructuras más grandes, pueden reflejar un color específico de luz.
Estos cristales líquidos cambian su orientación y color según su temperatura, que son controlados por tiras calefactoras ubicadas bajo la piel del robot para dar el tono deseado. Además cuenta con 10 sensores colocados en la parte inferior del lagarto falso para evaluar los colores de la superficie, los cuales transmiten la información a la unidad del control y esto enciende los calentadores para llegar a lo marcado en el piso.
"No es necesario que coincida perfectamente con el fondo", dice el autor del estudio Sukjoon Hong, un ingeniero mecánico de la Universidad de Hanyang, "mientras sea lo suficientemente complejo, podemos obtener una cantidad suficiente de camuflaje".
El robot, así como un camaleón real, no refleja directamente el entorno, sino que se integra a él y puede mostrar algunos patrones preprogramados, no solamente colores sólidos.
Este camaleón falso puede igualar el color de su entorno en tan solo medio segundo mientras se mueve por el suelo y los investigadores demostraron que puede esconderse eficazmente entre las hojas y flores, pues gracias a estos patrones puede simular irregularidades en su piel como por ejemplo las rayas de un tigre.
Usos y aplicaciones
Los encargados de este proyecto señalan que si bien este desarrollo no tiene un uso significativo por si mismo, la tecnología que han desarrollado si tiene una proyección bastante amplia. Estos avances podrían llevarse a su aplicación en el camuflaje activo en entornos militares o incluso en su implementación en la industria de la moda, con ropa que sea capaz de cambiar de color dependiendo del fondo en el que se encuentre.
Los investigadores también señalaron que en un futuro esperan construir otro robot inspirado en un animal, en este caso un pulpo. Para este proyecto pretenden no solo lograr un chasis que sea capaz de simular el movimiento del cefalópodo, pues también buscan tomar prestado el diseño de la piel del camaleón robot para lograr el camuflaje artificial.