Julio y Víctor tuvieron una idea en 2014: con situaciones de riesgo en las que helicópteros y aeronaves no pueden cumplir con la función de auxilio debido al difícil acceso, hay una real necesidad de dispositivos de pequeño tamaño cuya construcción les facilite cargar con insumos.
La solución no solo pasa por crear un híbrido, sino que luce tan prometedora que se han ganado el Primer Premio IMPI a la invención mexicana.
La explicación del miembro de la UNAM, Julio Alberto Mendoza Mendoza, sobre su creación, contribuye al aura de ciencia ficción que le rodea: "Es como las extremidades del traje de Iron Man que se desensamblan y viajan de manera independiente". La referencia es útil para explicar que el brazo robótico puede transformarse en un helicóptero o en un aeroplano, según se requiera, para tener un vuelo más eficiente.
Todo un transformer
Los autores del proyecto incluso tienen su propio libro sobre programación avanzada en vehículos. El proyecto tiene con vida seis años, pues sus creadores comenzaron a dedicarse a sistemas robóticos aéreos en el 2014. Su currículo exhibe multitud de colaboraciones, con el IPN, con la UAM y con el Cinvestav, entre otros.
El brazo robótico podría no solo llegar a zonas de desastre, sino auxiliar también a helicópteros o aeronaves que estén en sitios de difícil acceso. Podría también ayudar en la toma de muestras en áreas de rescate. Sus creadores aseguran que su diseño permite que pueda ser utilizado además en medios acuáticos y aeroespaciales.
La patente detalla que el brazo puede plegarse por completo y desplegarse solo cuando se necesite a través de un mecanismo de rotación de 90 grados. El truco está en una serie de multirrotores que trabajan como articulaciones de brazo.
La patente para el equipo de Julio fue expedida el 10 de junio de 2019 y vencerá el 30 de octubre de 2035, pero además contarán con cinco patentes derivadas del invento principal. Esas patentes derivadas, explica Julio, "pueden ser útiles en la industria para, por ejemplo, reemplazar hélices o motores en una embarcación".
El primer Premio IMPI a la invención mexicana es un reconocimiento para inventoras e inventores en México, y consiste en un incentivo económico de 50,000 pesos. La patente de Julio involucra a un grupo de 23 inventores en total.
Imágenes | Aero Bot