Creo que todos hemos escuchado alguna vez esa frase atribuida a Friedrich Nietzsche la cual consigna que: Sin música la vida sería un error, y yo comparto totalmente ese pensamiento. Será tal vez porque siempre he vivido rodeada de música, ya que desde pequeña, recuerdo a mis abuelos cantando a dúo aquellas canciones de su época, las que les hacían mirarse a los ojos y seguir enamorados.
Un poco más grande, me interesé por aprender música yo también, comencé con un instrumento que a mi madre le parecía insólito para una niña de 4 o 5 años, el violín, y aunque por diversas cuestiones no pude continuar con el estudio musical formal, ya en la preparatoria tomé una guitarra, y no solo la usaba para rascarme la panza, sino para hacer mis primeros pininos como compositora (sin mucho éxito, por cierto), y ahora, ya dedicada a la vida laboral, encuentro que la música (cierto tipo de música) me permite concentrarme y hacer más efectivo el tiempo que paso en la oficina.
¿Puede la música hacerte más productivo, creativo y enfocado?
Seguramente la ciencia tendrá algunas respuestas a esta cuestión, y probablemente algunas de ellas sean contradictorias, algunas corrientes o estudios dirán que efectivamente la música tiene esa habilidad para encausar mejor nuestros esfuerzos productivos, mientras que otros detractores dirán que es un mero placebo, que aparentemente nos hace sentir mejor, pero que no hay una real diferencia fisiológica.
Tirando de un artículo publicado en Fastcompany encontré que las tareas más "repetitivas" tienden a mejorarse con la presencia de música de fondo, aumentando así la productividad de las personas y por lo tanto, de las empresas.
Sin embargo, hay quienes comentan que el incremento en la productividad más que estar relacionado con la música en sí misma, está relacionado con el estado de ánimo que tenemos cuando escuchamos nuestra música favorita. Incluso, se ha comprobado que en ambientes de trabajo ruidosos, como una línea de ensamble automotriz, el que los empleados tengan audífonos con su música favorita, en lugar de solo protectores de la audición, les ayuda a enfrentar sus labores con un mejor ánimo.
Pero en tareas opuestas a las repetitivas, es decir, donde poner atención es un requisito, por ejemplo al estudiar, cualquier distractor (incluida la música) debe evitarse, puesto que afecta nuestra capacidad de concentración. Así que, queridos alumnos, si intentan aprender algo nuevo, por favor, eviten cualquier cosa que pueda distraerlos, de esa manera sabrán que su aprendizaje será mejor.
En ocasiones el problema no es tanto la presencia o no de música ambiental, sino el volumen que esta tenga, yo no puedo trabajar con música a un volumen alto, de hecho, me jacto de tener muy buen umbral auditivo, y puedo estar escuchando mi música junto con mis compañeros de trabajo en un espacio abierto y ellos no sentirse invadidos por la música, pues ni siquiera la escuchan.
Sin duda una de las cosas que más me cuestan al escuchar música y trabajar, es dejar de tararear las letras de mis canciones favoritas, por eso, si necesito concentrarme realmente, debo elegir (y elijo) música ambiental, instrumental, con abundancia de sonidos en frecuencias medias, que eviten la saturación tanto de notas graves como agudas.
Pero lo mejor es dejar que tu gusto musical guíe tu selección, y de esa gran variedad de géneros que te gustan, sabrás cuál te ayudará a ejercer mejor qué tipo de tarea. Yo me quedo con algo de chill-out, algo de pop de los 90, y algunas listas de reproducción de Spotify como Gospel, Latin Lover y Ciudades del mundo, por mencionar algunas.
Me encantaría saber qué tipo de música te ayuda a ser más eficiente en tu trabajo, ¿me lo compartes en los comentarios?
Imagen | photosteve101 | Música amb molt de ritme!
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