Con el inicio de un nuevo sexenio presidencial en México, el tema de la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales volvió a ponerse sobre la mesa. Eso ha despertado de nuevo la esperanza en los trabajadores. Y es que, de acuerdo con datos de la OCDE, México y Colombia ocupan el primer lugar entre los países miembros con las jornadas laborales más extensas.
En contraste, Corea del Sur atraviesa por un proceso inverso. Hace apenas 20 años, el país había logrado que la ley estableciera un límite de 52 horas semanales. Sin embargo, algunas empresas han comenzado a pedir a sus ejecutivos que laboren más tiempo. Esto ha despertado el temor de que pronto el resto de empleados se vea presionado a seguir el ejemplo de sus jefes.
Un logro para los trabajadores, en riego
Hasta hace no más de dos décadas, en Corea del Sur era legal trabajar los siete días de la semana. Esto cambió recién en 2004, cuando la ley estableció un límite de horas a la semana laboral: 40 normales y 12 horas extra. Desde entonces, los trabajadores, sobre todo los más jóvenes, pueden disfrutar del equilibrio entre la vida laboral y la vida personal.
En los últimos meses, esta nueva cultura laboral se ha visto trastocada por algunas empresas influyentes, como Samsung. Este año, el gigante tecnológico se vio en una crisis provocada por la caída en ventas, aunado a la dura competencia en el rubro de los semiconductores. Esto llevó a la compañía a activar un "modo de emergencia" en distintas divisiones surcoreanas.
Lo anterior provocó que los directivos de la empresa se vieran obligados a trabajar seis días en lugar de cinco, para encontrar nuevas estrategias que permitieran reconducir la situación. Esta medida ha sido replicada por otras compañías, como las refinerías de Hyundai Oilbank y el fabricante de baterías y vehículos eléctricos SK On.
Hoy los directivos, mañana el resto de empleados
Este cambio en la cultura laboral ha despertado diversas preocupaciones. Una de las más importantes es que la presión sobre los ejecutivos para trabajar más podría extenderse a empleados de menor rango, o que el modelo sea replicado por empresas más pequeñas.
En la práctica, el límite oficial de 52 horas no se respeta, y los trabajadores surcoreanos aún tienen las jornadas laborales más largas entre las economías avanzadas, según datos de la OCDE.
“Es una señal de que en Corea del Sur sigue siendo aceptable trabajar seis días a la semana”, declaró a The New York Times Kim Seol, representante del Sindicato Juvenil de la Comunidad.
Reducción de la jornada laboral en México: situación actual
Hasta hace poco, la discusión sobre la reducción de la jornada laboral en México estaba en manos de la Cámara de Diputados. Sin embargo, ante el fracaso de este primer intento, la reforma quedó en el limbo. Ahora la batuta la tomará la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
De acuerdo con El Economista, este organismo será el encargado de delinear los detalles de la reforma, que implica la modificación del artículo 123 de la Constitución, así como de la Ley Federal del Trabajo.
Pese a que esta reforma beneficiaría a dos de cada tres trabajadores en el país, hay un obstáculo importante que salvar para hacerla realidad: los empresarios. Estos han solicitado una serie de consideraciones para concretar una reforma que funcione para todos:
- Implementación gradual: La nueva reforma se debe aplicar de forma progresiva para que las empresas puedan adaptarse sin sufrir impactos económicos negativos.
- Flexibilidad: La reforma debe tener en cuenta las características específicas de cada sector y tamaño de empresa.
- Excepciones: Algunas industrias, como las que operan 24/7, podrían necesitar reglas especiales.
- Incentivos: Para ayudar a las empresas a contratar más personal y adaptarse a los cambios.
Este enfoque gradual y flexible ya ha sido implementado con éxito en países como Chile y Colombia, los cuales han ajustado sus leyes laborales para reducir la jornada sin afectar gravemente su economía.
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