Más de una década después, Google ha resultado triunfador de la histórica demanda interpuesta por Oracle sobre el uso presuntamente ilegítimo e ilegal de varias APIs y líneas de código fuente de Java que fueron utilizadas en Android.
La historia es una de las más memorable y trascendentales para la informática y la tecnología, pero cuyo resultado sentará un precedente para la manera en que software es desarrollado y los límites que tiene el copyright o propiedad intelectual cuando de software se trata. Una sentencia de la Suprema Corte de Estados Unidos ha declarado que Google tiene la razón en el tema, y que no deberá pagar los 9,300 millones de dólares que Oracle le demandó por el uso de Java, del cual es propietario.
Una copia justificada
Google sí utilizó líneas del código fuente de Java para impulsar a Android y generar un ecosistema cuya prioridad fuera la interoperabilidad con aplicaciones Java. Ese fue uno de los elementos principales por el que Android terminó por convertirse en el sistema operativo más popular del mundo.
Que la copia exista no es parte de la discusión, sino si la copia de líneas de código fuente y de APIs que Google consiguió se trata de una violación a derecho de autor, o si en todo caso, las APIs son tan necesarias para impulsar el ecosistema tecnológico que no pueden ni deben ser acaparadas a través de copyright.
Las APIs, por cierto, no estaban patentadas, pero JAVA sí era propiedad de Sun Microsystems, empresa adquirida en 2010 por Oracle, y fue entonces iniciaron los problemas legales.
El tema en específico de la primera demanda fue por haber basado el SDK de Android y la máquina virtual Dalvik en 37 APIs de Java, así como haber copiado 11,500 líneas de código sin permiso explícito, que como apuntan nuestros compañeros en Xataka, se trata de aproximadamente el 0.1% de las líneas de Android.
El tema de fondo es hasta dónde llega el copyright en un software, si se extiende hasta las APIs, y si líneas del código fuente pueden ser replicadas como lo hizo Google. La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos ha tomado la decisión histórica de que sí es posible.
Google ya celebró la decisión del tribunal y aseguró que se trata de una victoria para los consumidores de tecnología pero Oracle se ha mostrado reservado a emitir alguna declaración. Siendo la Suprema Corte la última instancia judicial, no queda mucho espacio para que la empresa que tiene la patente de Java recorra más trecho legal.