Son parches extremadamente delgados, cargados de electrónicos, se conocen como e-skin o e-tattoo, y se pretende que algún día puedan monitorear la salud e incluso administrar medicamentos en el momento que se requieran.
Investigadores de la Universidad de Texas-Austin han dado un paso más adelante hacia ese futuro al combinar varias funciones de los e-tattoos que actualmente existen para crear una versión que pueda al mismo tiempo monitorear los signos vitales y entregar las dosis adecuadas de las medicinas, además de estas dos funciones, el parche es capaz de almacenar información que puede ser después transferida a una computadora.
Uno de estos parches tiene solamente 0.003 milímetros de grosor, mucho más delgado que un cabello humano, además es capaz de sentir el movimiento y los signos vitales como la temperatura a través de microsensores. Cuenta con una pequeña memoria para almacenar la información.
El equipo de Austin piensa que este parche podría usarse en un futuro no muy lejano en pacientes con epilepsia o Parkinson, también podría utilizarse para monitorear a algún paciente que haya sido dado de alta, o bien para dosificar medicamentos en un periodo considerablemente largo de tiempo.
Desafortunadamente aunque todo esto pinta de lo mejor, aún no puede ser autónomo, pues necesita una fuente de poder y un transmisor de datos, mismos que ya han sido miniaturizados pero aún no cuentan con la suficiente flexibilidad para ser integrados a estos parches.
Sin embargo, este tipo de avances que combinan ciencia, tecnología y medicina, no dejan de ser fascinantes pues abren las puertas a que los libros de ciencia ficción se acerquen un poco más a la realidad cotidiana. O al menos eso me parece a mí.
Vía | GigaOM