La pandemia por COVID-19 trajo consigo ciertas precauciones entre la población. El uso de cubrebocas o gel antibacterial, por ejemplo. Pero dentro de las élites, este hecho desató una tendencia de nuevas medidas ante posibles escenarios de apocalipsis: búnkeres de lujo.
El primero de quien se debe hacer mención es Mark Zuckerberg. El CEO de Meta ha construido un búnker subterráneo en su gigantesco complejo ubicado en Hawái. Sin embargo, más allá de servir únicamente como refugios, estas "fortalezas" han escalado en implementar tecnología y confort hasta convertirse en centros de entretenimiento bajo tierra.
"Hemos visto un mayor enfoque en el entretenimiento. Si vamos a ser capaces de sobrevivir bajo tierra, queremos divertirnos", mencionó en una entrevista para CNN, Al Corbi, fundador de Strategically Armored & Fortified Environments (SAFE).
No solo eso, también se han convertido en verdaderas fortalezas medievales con avances dignos del siglo XXI. Dotadas de tecnología de punta y sistemas de defensa avanzados, la instalación incluye puertas resistentes a explosiones, ventanas indestructibles, sistemas de acceso biométrico, un foso de diez metros de profundidad equipado con un puente giratorio y cañones de agua capaces de neutralizar helicópteros, drones y otras amenazas.
"Si nos remontamos a la época medieval, un foso es uno de los mayores elementos disuasorios". De no encontrarse bajo peligro, dicho espacio será utilizado "como pista para carreras de motos de agua con amigos", señala Corbi.
Y claro, no pueden considerarse "de lujo" si no mantienen el estatus. Además de priorizar la seguridad, los millonarios exigen que sus búnkeres mantengan el mismo nivel de sofisticación que las mansiones que los albergan.
Graham Harris, socio fundador de SHH Architecture and Interior Design, confirma el creciente interés de los ricos por reforzar la protección de sus hogares. Según Harris, un cliente transformó su galería de arte de 280 metros cuadrados en una lujosa habitación segura, equipada con su propia fuente de alimentación independiente.
"Hicimos una casa en Highgate (una zona lujosa en el norte de Londres) donde el cine era en realidad la sala de seguridad con su propio suministro de aire filtrado independiente, puertas seguras, una pequeña cocina y un suministro completo que podría sustentar a una familia durante más tiempo. más de una semana."
Graham Harris para CNN.
Sin embargo, la paranoia entre este sector se ha centrado en la salud. Ataques bioterroristas, pandemias virales o insuficiencias cardíacas es aquello de lo que quieren sentirse protegidos.
Dentro de estos espacios, el equipo de SAFE ha instalado salas al estilo de quirófano de hospital. En ellas se han incluido cámaras de descontaminación, armarios con equipos de protección y farmacias super surtidas de medicamentos, así como compuestos vitamínicos para cada residente.
Aunque los avances parezcan nuevos gracias a que se hizo pública la mansión hawaiana de Zuckerberg, estos sitios de resguardo tienen apariencia de hotel de lujo desde hace 50 años, según explicó Corbi. Vale la pena recordar que Bill Gates maneja búnkeres de lujo en todas sus casas.
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