Desde capas invisibles hasta adelantos en las redes 6G, recientemente se ha revelado que un grupo de científicos chinos logró crear una amalgama de diamante y grafeno para crear un superconductor, capaz de transmitir grandes cantidades de electricidad y soportar altas temperaturas. Es, en otras palabras, la reinvención del diamante como lo conocemos.
Este nuevo material combina la dureza del diamante con la excelente conducción eléctrica del grafeno, algo significativo ya que, por sí solo, el diamante es ultrarresistente, pero no es conductor, mientras que el grafeno sí lo es, aunque no alcanza los niveles de dureza del diamante.
Así lo reporta South China Morning Post, que recopila declaraciones de los investigadores que participaron en la creación de esta aleación. De acuerdo con lo escrito en el artículo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, este es el material con la conductividad más efectiva reportada:
"Los compuestos de diamante, que consisten en nanogranos de diamante interconectados y unidades de grafeno de pocas capas, exhiben la mayor conductividad eléctrica reportada y una excelente dureza o tenacidad".
La investigación estuvo liderada por Yang Xigui y un grupo de investigadores de la Universidad de Zhengzhou, la Academia de Ciencias de Henan, la Universidad de Ningbo y la Universidad de Jilin, por lo que fue un esfuerzo conjunto entre algunos de los organismos científicos más importantes de China.
Un material que puede revolucionar industrias
Este material tiene un enorme potencial para usarse en diferentes campos. Uno de los principales sería la industria aeroespacial, pues las características de la síntesis podrían ser aprovechadas para la fabricación de componentes esenciales para cohetes y aeronaves. Los vehículos utilizados para navegar por el espacio están sometidos a cambios intensos de temperatura y presión. Además, todos nuestros sistemas están interconectados por componentes electrónicos que necesitan una buena conducción eléctrica.
Asimismo, la fabricación de componentes electrónicos podría utilizar este diamante para crear nuevos dispositivos que requieran una gran resistencia mecánica y termodinámica. El desarrollo de este material abre un gran abanico de posibilidades, pues de momento solo se han creado placas del tamaño de una moneda, del orden de milímetros. El objetivo será crear muestras mucho más grandes para poder aprovechar mejor su composición.
También se menciona la posibilidad de utilizarlo en el tratamiento de aguas residuales. Uno de los métodos de tratamiento más comunes es el de la electrocatalisis, proceso de limpieza de agua que básicamente consiste en implementar una corriente eléctrica en el agua contaminada para descomponer partículas y compuestos contaminantes.
En resumen, este compuesto tiene todo para provocar un gran impacto en una amplia gama de aplicaciones. De igual forma, buscar mejorar los resultados contribuye al desarrollo de la ciencia y, por consiguiente, de la industria. China está demostrando que se acerca cada vez más a la independencia tecnológica, desafiando aún más la hegemonía estadounidense.
