Los astronautas en gravedad cero con un ciclo día-noche artificial tienen problemas para mantener un ritmo circadiano natural y patrones de sueño normales, y dormir es una de las actividades de las que más se quejan, de acuerdo con una nueva investigación que busca examinar las diferencias en el descanso en la Tierra y el espacio.
El proyecto, llamado "Sleep in Orbit", utiliza un audífono inteligente desarrollado por el Centro de Ear-EEG de la Universidad de Aaharus para monitorear el sueño de un astronauta de una forma no invasiva y discreta, con la intención de evitar los efectos secundarios a corto y largo plazo de no dormir.
Así es el proyecto "Sleep in Orbit"
El aparato en cuestión, ear-EEG, es un pequeño dispositivo que se coloca en el oído para medir la actividad eléctrica del cerebro y mide los cambios de voltaje extremadamente pequeños en la superficie de la piel dentro del oído, que son causados por las neuronas del cerebro. El "audífono inteligente", viajará junto al astronauta danés Andreas Mogensen a la Estación Espacial Internacional (ISS).
De acuerdo con el profesor Preben Kidmose , director del Centro de Ear-EEG de la Universidad de Aarhus, la tecnología se ha estado desarrollando durante más de 15 años, como una forma de medir la actividad eléctrica del cerebro fuera del laboratorio.
Con el Ear-EEG, Kidmose detalla, es extremadamente fácil caracterizar el sueño, lo que abre oportunidades únicas para realizar mediciones a largo plazo de la actividad cerebral, y estudiar otras cosas de un modo distinto.
Las ventajas de Ear-EEG frente a otros métodos
El comunicado oficial de la investigación también detalla que el dispositivo tiene una "ubicación protegida y discreta", haciendo que el método sea más atractivo que las mediciones tradicionales EEG que usan electrodos en la parte superior de la cabeza, con lo que se convierte en una tecnología ideal para el seguimiento a largo plazo de los patrones de sueño sin interrumpir su actividad.
Por su parte Eskild Holm Nielsen, decano de la Facultad de Ciencias Técnicas de la Universidad de Aarhus, señaló que el proyecto permitirá en un futuro estar en el espacio con muchas más frecuencia y permanecer allí más tiempo, para comprender las afectaciones al sueño, además de realizar evaluaciones fisiológicas precisas.
Esto permitirá descubrir cómo ayudar a los astronautas a dormir mejor por la noche en el espacio, garantizando así las mejores condiciones de vida y de trabajo posible para ellos.
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