Rusia espera seguir en la Estación Espacial Internacional (ISS) hasta por lo menos haber construido su propio puesto en órbita, que no será antes de 2028, según detalla a Reuters un alto funcionario de la NASA
Esta postura se da luego de que Yuri Borisov, el nuevo director de la Roscosmos señalara que la agencia tenía la intención de dar por finalizada las más de dos décadas de asociación en la ISS, "después de 2024", según la propia declaración de la agencia.
Por su parte, Kathy Lueders, jefa de operaciones espaciales de la NASA, dijo que de momento la NASA no ha recibido ninguna indicación "en ningún nivel de trabajo" de que algo haya cambiado, señalando incluso que las relaciones entre ellos y la Roscosmos se seguían manteniendo como siempre.
Así se "armará" la ROSS
Respaldando estos comentarios, la propia revista espacial rusa detalla que que la construcción de la Estación de Servicio Orbital Rusa (ROSS), no iniciará antes de 2028.
Dentro de este documento, en una entrevista con Vladimir Solovyov, diseñador general de sistemas tripulados rusos y diseñador general de RKK Energiya, una fábrica rusa de naves y componentes de estaciones espaciales, se explica que la primera etapa podría estar lista en 2028 si se toma la decisión de su construcción antes de fin de año.
De inicio se lanzaría el módulo de ciencia, que iría acompañado de un nodo con seis puntos de acoplamiento, similar al existente a bordo de la ISS y una puerta de enlace que se puede utilizar para realizar caminatas espaciales. Todo esto será enviado utilizando un cohete Angara-A5M.
Ya con estos módulos acoplados se podrá enviar tripulación desde Baikonur utilizando un vehículo de lanzamiento Soyuz-2.1b que aún falta certificar para vuelos con astronautas. Esta variante es más potente que el modelo actual y que será necesaria para la distinta inclinación que tendrá la estación rusa en relación a la ISS.
Lo interesante además es que tras esta primera etapa, luego de que los cosmonautas comiencen las primeras investigaciones y regresen a la Tierra, la ROSS operará en modo automático, esto gracias a que incluirá inteligencia artificial y robots extra vehiculares.
Se espera concluir la primera etapa de la estación en 2030, con tripulaciones visitando la ROSS dos veces al año, mientras que para la segunda etapa, que iniciará también 2030, con la llegada de nuevos módulos de investigación, y plataformas para dar mantenimiento a vehículos espaciales, permitiendo remolcar naves o satélites, hacerles un repostaje de combustible y regresarlas a sus órbitas.
El proyecto no termina allí, sino que el propio Solovyov detalla también que la estación se puede utilizar como base para vuelos a la Luna o Marte, donde la ROSS serviría como una "Estación de tránsito", en la que la tripulación esperaría la llegada de cohetes para realizar viajes al satélite.
Además, ya que la ISS estará operativa hasta 2030, ambas estaciones podrán trabajar de forma conjunta por lo menos durante dos años a pesar de la diferencia en órbitas, para asegurar el funcionamiento eficiente tanto del segmento ruso de la ISS como de la ROSS.
Imagen: Kaspersky