Un "pequeño" asteroide llamado "2022 EB5" golpeó la atmósfera de la Tierra sobre el Mar de Noruega el pasado viernes 11 de marzo de 2022 antes de desintegrarse. A pesar de que se conocía exactamente dónde y cuándo impactaría, el objeto fue descubierto apenas dos horas antes del evento.
De acuerdo con la NASA, este objeto, afortunadamente, era demasiado pequeño (apenas dos metros de ancho) para representar un peligro inminente al planeta, pero su descubrimiento marca apenas la quinta vez que se observa un asteroide antes de que choque contra la atmósfera.
Así fue el proceso de identificación
Según el reporte de la Agencia, apenas dos horas antes de su impacto, K. Sarneczky, del Observatorio Piszkéstető en el norte de Hungría informó por primera vez sus observaciones al Minor Planet Center, un centro de intercambio de información para las mediciones de posición de pequeños cuerpos celestes.
Una vez que este fue publicado en la página del centro, se marcó para observaciones adicionales que lo confirmarían como un asteroide, hasta ese momento desconocido.
Luego de que el Sistema de Evaluación de Riesgos de Impacto (Scout) de la NASA calculara su trayectoria y determinara impactaría la atmósfera, se alertó al Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) y a la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria, notificando a toda la comunidad científica observadora.
Según detalla Davide Farnocchia, ingeniero de navegación en JPL que desarrolló Scout, este sistema solo tenía 14 observaciones tras los 40 minutos de su notificación, provenientes de un solo observatorio, determinándose posibles ubicaciones de impacto que inicialmente consideraron desde Groenlandia hasta la costa de Noruega, pero conforme más observatorios se sumaron al rastreo, los cálculos de trayectoria y ubicación de impactos se volvieron más precisos.
Una vez que se tuvo la suficiente información, se determinó que 2022 EB5 entraría en la atmósfera al suroeste de Jan Mayen, una isla noruega a casi 470 kilómetros de la costa este de Groenlandia y noreste de Islandia, cosa que finalmente ocurrió a las 4:23 pm hora de México, según lo predicho por Scout y confirmado por detectores infrasónicos.
El tamaño sí importa... al menos en los asteroides
Paul Chodas, director de CNEOS en JPL señaló que es frecuente encontrar que este tipo de asteroides diminutos impactan contra la atmósfera, aproximadamente cada 10 meses, pero muy pocos son detectados y observados tan extensamente antes del impacto.
Esto se debe principalmente a que su brillo es muy débil y solamente se destacan hasta las últimas horas de su vida, además de que dependen si hay un telescopio de exploración en el lugar correcto del cielo para detectarlos.
En el caso de que fuera un asteroide con potencial de impacto peligroso, sí se descubriría mucho más lejos de la Tierra. Justo esa es la intención de la NASA, poder hacer seguimiento de los objetos, calculando sus trayectorias para tener años de anticipación en caso de que se identificaran.
Sin embargo este evento permitió a la comunidad de defensa planetaria ejercitar sus capacidades y dar confianza de que los modelos de predicción de impacto en CNEOS pueden informar la respuesta ante un objeto más grande.
Hasta ahora 2022 EB5 es el quinto asteroide que se detecta antes de golpear la atmósfera, y el primer registro de un objeto descubierto y rastreado antes de chocar contra la Tierra fue 2008 TC3, que ingresó sobre Sudán y se desintegró en octubre de 2008.
Los esfuerzos de la NASA no solo se centran en la detección de los asteroides y su estudio, sino también en analizar formas para su desvío, como se probará más tarde este año con la misión DART, sobre los asteroides Didymos.
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