La Agencia Espacial Europea (ESA) ha revelado cómo se logró detectar un asteroide horas antes de que este impactara contra la Tierra. En específico se trata del 2022 WJ1, que chocó el pasado 19 de noviembre, siendo uno de los muchos asteroides pequeños que terminan llegando al planeta.
De acuerdo con la ESA, esta roca de menos de un metro de largo, no causó daños y terminó quemándose en el cielo sobre Toronto como una "llamativa bola de fuego", siendo el sexto impacto que se puede predecir y el segundo de 2022.
Cómo fue la detección del asteroide
La agencia detalla que el descubrimiento inicial del asteroide lo hizo el Catalina Sky Survey, uno de los principales proyectos enfocados a la detección y seguimiento de objetos cercanos a la Tierra (NEO) el 19 de noviembre, a menos de cuatro horas antes del impacto.
El nuevo asteroide fue fotografiado por primera vez por el telescopio Mt. Lemmon de 1.5 metros de Catalina, y tras hacer cuatro observaciones, se informó al Minor Planet Center (MPC), 38 minutos después de la detección inicial.
Con estas cuatro observaciones se pudo determinar el camino del asteroide en el cielo, y a los pocos minutos el software de monitoreo interno de la ESA informó que el objeto tenía un 20% de probabilidades de impactar contra la Tierra, cerca de América del Norte en las siguientes dos o tres horas.
Minutos más tarde, otros programas de monitoreo de impacto, también enviaron alertas adicionales describiendo un escenario similar.
Tras estas notificaciones, los observadores de Catalina y otras zonas de Estados Unidos obtuvieron detalles adicionales de seguimiento, confirmándose que el asteroide tenía menos de un metro de diámetro e iba a impactar entre el lago Erie y el lago Ontario, cerca de la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Finalmente, al momento previsto, el asteroide golpeó la atmósfera y se terminó convirtiendo en una brillante bola de fuego sobre la ubicación esperada.
Los "frecuentes" impactos de asteroides
La ESA detalla que aproximadamente hay entre 40 y 50 millones de pequeños asteroides y solamente 1,000 de los asesinos de planetas gigantes más grandes, donde el resto cae en un punto intermedio.
Actualmente se conocen más de 1.1 millón de asteroides, aunque posiblemente hay muchos más vagando por el espacio. De los descubiertos, unos 30,600 viajan en una órbita que los acerca a la Tierra, también conocidos como los NEA.
También, se han encontrado casi todos los asteroides gigantes, más del 95%, y ninguno de ellos es motivo de preocupación para los próximos cien años.
En el caso de los asteroides menores de un metro, la agencia informa que golpean la Tierra cada dos semanas, y agregan información sobre las poblaciones de asteroides, y su composición, pero no se consideran una gran prioridad de defensa planetaria, pues no representan un peligro real.
Los que sí importan, dice la ESA, son los objetos lo suficientemente grandes como para hacer daño si impactan, que eventualmente lo harán. Por ejemplo, está el de Chelyabinsk en febrero de 2013 y el Tunguska en junio de 1908.
Por lo pronto, se está trabajando en nuevos telescopios en Tierra y misiones en el espacio para poder mejorar las capacidades de detección de asteroides, por ejemplo con la misión DART, que tenía la intención de probar la desviación de asteroides, mientras que la propia ESA enviará el proyecto Hera a investigar los estragos del choque cinético.