El pasado 12 de diciembre la cámara HiRise en la sonda Mars Reconnaissance Orbiter encontró una figura familiar formada sobre la superficie de Marte, cuando orbitaba el planeta a 251 kilómetros de altura: la cara de un oso “sorprendido” asomándose desde el planeta rojo.
Eso sí, no hay duda, se trata de una formación natural, y cada uno de los elementos que conforman la cara del oso tienen una explicación clara, donde hay desde grietas en la superficie del planeta, así como distintos cráteres que forman parte de la cara y los ojos.
Según detalla la Universidad de Arizona (UA), la parte que genera la nariz y la boca se trata de una estructura que colapsó en forma de V, mientras que los ojos se formaron a partir de dos cráteres. Aunque no se explica el origen del montículo, la descripción de la imagen apunta a que la parte de la boca podría ser generada por un respiradero volcánico o de lodo.
Por otro lado, el patrón que forma la cabeza es una fractura circular, que podría tener su origen debido al asentamiento de un depósito sobre un cráter de impacto enterrado. En este caso, la Universidad señala que este depósito sería provocado o por lava o por flujos de lodo.
Los descubrimientos de formaciones fuera de la Tierra
Esta no es la primera vez que se encuentran elementos “familiares” en el espacio, ya sea en Marte o directamente en la Luna. Está el caso de la “Cara de Marte”, una fotografía hecha en 1976 por la sonda espacial Viking 1 de la NASA, donde se podía ver un rostro humano, pero no fue hasta 2001, con la llegada del Mars Global Surveyor, que se confirmó que era solamente una ilusión formada por las sombras que daban ilusión de ojos, nariz y boca.
También está el caso de la formación parecida a una puerta a mediados de 2022, que parecía “perfectamente tallada” en el paisaje del planeta rojo, aunque se trataba únicamente de una fisura provocada por terremotos con apenas unos centímetros de tamaño.
En la Luna también se han “encontrado” formaciones similares. Está el ejemplo del rover chino Yutu 2, que avistó lo que parecía ser un objeto en forma de cubo, que fue apodado como “cabaña misteriosa”, pero que terminó siendo una simple roca en la que también jugaban el reflejo de la luz y la perspectiva para parecer otra cosa.
Imagen: NASA/JPL-Caltech/UArizona