La Semarnat llegó a proponer que México creara una empresa dedicada a la fabricación de vehículos eléctricos, aprovechando que el país es rico en litio, el mineral base de las ecológicas baterías necesarias para autos eléctricos. Ahora, el senador Alejandro Armenta propuso oficialmente nacionalizar el litio, por disposición constitucional, para tratarlo como al petróleo.
El litio es un metal alcalino blanco plateado, blando, muy ligero, que además se utiliza en la fabricación de acero, baterías, lubricantes y su derivado, el carbonato de litio, en medicina.
Hace algunos años se descubrió en México la mina de litio que tiene el potencial de ser la más grande de todo el mundo, y que ahora mismo ya está concesionada su explotación a una empresa china y otra canadiense. Armenta argumentó a EFE que nacionalizar el litio no significaría expropiar, pues los derechos de las empresas es sobre explotación, no sobre suelo. De esta manera, el objetivo es que México tenga el control absoluto sobre el mineral que está en territorio nacional, a través de una nueva empresa nacional: Litiomex.
“México ya no es una colonia ni es un país de conquista, por lo menos no lo vamos a permitir nosotros en el Senado de la República. El litio es de los mexicanos y lo vamos a defender, por eso esta iniciativa es a favor de México, a favor del desarrollo de nuestro país”.
Alejandro Armenta, a EFE
Litiomex, el sucesor de CFE y Pemex
La iniciativa es presentada este 22 de septiembre en el Senado, y en ella el senador Armenta plantea modificar el artículo 27 constitucional para incluir el que llama 'oro blanco' como un bien de la nación. En el documento se prevé la creación de Litiomex, la empresa nacional cuya tarea principal será revisar las medidas ambientales en la extracción de litio y regular la inversión pública y privada en el litio.
No es la única mina en la mira del documento. El senador Armenta recopila que son en total 31 proyectos registrados, ya sea de explotación o de búsqueda de litio. En específico el de Bacadéhuachi, en Sonora, tiene intervención de la canadiense Bacanora Minerals y la empresa china Gangef, en donde se han invertido 420 millones de dólares y de donde se estima obtener cerca de 17,000 toneladas anuales de carbonato de litio en una primera fase.
A la letra, el artículo reformado en la constitución sería el siguiente:
“Tratándose del petróleo y de los hidrocarburos sólitos, líquidos o gaseosos en el subsuelo y del litio la propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y no se otorgarán concesiones. Con el propósito de obtener ingresos para el Estado que contribuyan al desarrollo de largo plazo de la Nación, ésta llevará a cabo las actividades de exploración y extracción del petróleo, demás hidrocarburos y del litio, mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos con éstas o con particulares, en los términos de la Ley Reglamentaria. Para cumplir con el objetivo de dichas asignaciones o contratos las empresas productivas del Estado podrán contratar particulares. En cualquier caso los hidrocarburos en el subsuelo y el litio son propiedad de la Nación y así deberá afirmarse en las asignaciones o contratos”.
El litio se utiliza en baterías para autos eléctricos, perro también puede usarse en la industria aéreo-espacial, en la del aluminio, el vidrio y cerámica. Incluso juega un papel importante en la industria farmacéutica en donde se utiliza como catalizador para la producción de fármacos como analgésicos, anticonceptivos, esteroides y tranquilizantes.
A finales del año pasado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó que los yacimientos en México fueran solo explotados con inversión pública. “Esto tendría que hacerse con la participación de la iniciativa privada porque requiere de presupuesto” dijo.
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