Profeco lanzó la guía para influencers y la publicidad que hacen a través de sus redes sociales en México. La guía establece una serie de reglas para que influencers sean claros con el contenido que es publicitario, entendiéndolo no solo como el que resulta de un pago directo, sino también de beneficios indirectos -un viaje, un regalo, una invitación a un evento-.
Profeco ha respondido a Xataka México sobre algunas dudas de la guía. Una de las grandes faltas es que no específica quiénes deben ser considerados como influencers en México, de manera que no queda claro quién debería seguir las disposiciones de la guía.
Al respecto, Profeco respondió:
"La guía no define explícitamente el término influencers, toda vez que no es una acepción que se encuentre en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española o en alguna normatividad vigente en el país, sin embargo el Observatorio de palabras de la RAE señala que es un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras principalmente a través de las redes sociales.
En este sentido, la guía se creó como un referente para todas las personas creadoras de contenido en plataformas digitales o redes sociales que brinden información o publiquen recomendaciones de un bien, producto o servicio, y que coloquialmente son conocidas como “influencers”, porque las opiniones que emiten influyen en el ánimo de sus seguidores.
La Guía de Publicidad para Influencers está dirigida a todas aquellas personas creadoras de contenido publicitario en plataformas digitales y redes sociales que generan publicidad a través de sus opiniones (positivas o negativas) sobre bienes, productos o servicios, y que con ello influyen en la decisión de consumo".
No importa el número de seguidores
De la respuesta hay dos puntos centrales: el primero es que Profeco asegura que no pretende definir el término influencer y, el segundo, que bajo ese entendido, la guía fue pensada para todos los creadores de contenido publicitario que generan publicidad a través de sus opiniones. El último punto es importante porque, nuevamente a decir de Profeco, publicidad no solamente es la que deriva de un pago directo.
Al respecto, Profeco comentó:
"Para efectos de la Guía de Publicidad para Influencers, se considera que el número de seguidores o usuarios que tenga un creador de contenido no le da necesariamente esa característica, sino más bien la acción que realiza en cuanto a la difusión de la publicidad, independientemente si es pagada o no, pues precisamente, de conformidad con la Ley Federal de Protección al Consumidor, toda información o publicidad relativa a bienes, productos o servicios que se difundan por cualquier medio o forma, deberán ser veraces, comprobables, claros y exentos de textos, diálogos, sonidos, imágenes, marcas, denominaciones de origen y otras descripciones que induzcan o puedan inducir a error o confusión por engañosas o abusivas; razón por la que los influencers y creadores de contenido deben aclarar tal circunstancia en sus publicaciones".
Una línea muy delgada
A pregunta expresa sobre la importancia de que en México haya una regulación específica sobre publicidad e influencers, la postura de la procuraduría es que "no existe impedimento para que en el momento oportuno se convoque a la sociedad civil y otros interesados que con su participación aporten mejoras en la protección de los derechos de los consumidores".
A través de la guía emitida Profeco recomienda que todos las publicaciones publicitarias se acompañen de etiquetas como "#PublicidadPagada" "#Publicidad" o "#Patrocinadopor". No obstante, dado que no hay una definición de influencer, pareciera que la guía podría aplicar perfectamente para representantes de medios que son invitados a coberturas de eventos o reseñistas que utilizan sus redes para difundir su trabajo con opiniones positivas o negativas sobre un producto o servicio. La línea entre un comentario favorable resultado de alguien que ha recibido un regalo y un comentario favorable de un reseñista que ha accedido a un producto es invisible.
Algunos casos son, invariablemente, más transparentes. La organización Tec-Check antes ha utilizado como ejemplos los de Juanpa Zurita o Luisito comunica que recomiendan en sus redes productos y servicios de sus propias empresas de telecomunicaciones, alcohol o restaurantes. "Otros influencers promocionan sin vergüenza productos piratas, servicios de belleza o productos de nutrición que conllevan riesgos para sus seguidores: la gran mayoría jóvenes que confían en las recomendaciones de sus influencers" ha dicho el director de Tec-Check, Maximilian Murck.
Sin reglas más claras, la Guía para Influencers tiene objetivos loables, pero es difícil que cambie en un santiamén el cómo influencers hacen publicidad en México.
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