Hace más de 200 millones de años, los dinosaurios se convirtieron en las criaturas dominantes del planeta. Pero, ¿cómo lograron convertirse en el éxito evolutivo que perduró durante 135 millones de años? Un estudio recientemente publicado en Nature ha encontrado la respuesta a esa pregunta en los fósiles... de sus heces.
Un análisis de coprolitos (ese es el nombre que reciben los excrementos fosilizados) realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala, en Suecia, ha permitido reconstruir los detalles de los hábitos alimenticios de los dinosaurios y cómo estos los ayudaron a convertirse en los auténticos reyes del jurásico.
Una dieta variada: la clave del éxito
Los investigadores analizaron cientos de imágenes de sincrotrón (un tipo de acelerador de partículas que permite estudiar la materia y sus propiedades). Además de coprolitos, también fueron analizados regurgitalitos (vómito fosilizado) y cololitos (heces fosilizadas que todavía estaban en el intestino del dinosaurio cuando murió). Gracias a estas muestras fue posible reconstruir las cadenas alimenticias de estas criaturas.
De acuerdo con declaraciones de Grzegorz Niedźwiedzki, autor principal del artículo, para SINC, reunir el material para este estudio fue una tarea que duró 25 años. Los análisis arrojaron que los coprolitos contenían restos de peces e insectos, así como de animales más grandes y, en algunos casos, huesos triturados, probablemente para extraer nutrientes.
En estos fósiles también se encontraron microorganismos, los cuales ayudaron a los dinosaurios a optimizar su digestión. Según National Geographic, esta flexibilidad alimentaria les permitió sobrevivir a los intensos cambios climáticos y adaptarse a las transformaciones en los ecosistemas.
El cambio climático en el Triásico tardío
En el caso de los coprolitos de saurópodos de cuello largo, unos de los primeros dinosaurios herbívoros, los análisis mostraron restos de helechos arborescentes y otras especies vegetales. SINC detalla que también se hallaron restos de carbón vegetal, el cual pudieron haber consumido para desintoxicar el contenido estomacal.
“Es probable que los dinosaurios herbívoros fueran más generalistas que los herbívoros especialistas que les precedieron, lo que les permitió adaptarse mejor a las nuevas condiciones ambientales”
Grzegorz Niedźwiedzki, Universidad de Uppsala.
El aumento de la actividad volcánica en el planeta fomentó la diversificación de especies vegetales, lo que a su vez propició el surgimiento de dinosaurios herbívoros más grandes y le dio a los carnívoros presas de mayor tamaño. El estudio apunta que esta línea de crecimiento fue lo que permitió a los dinosaurios gobernar el planeta.
Suresh Singh, de la Universidad de Bristol, apunta que los dinosaurios son una fuente importante de datos para comprender cómo la vida responde y se adapta a diferentes situaciones, como el cambio climático.
Singh añade que un análisis de las bromalitas (término que engloba los restos fosilizados de material procedente del sistema digestivo de un organismo) proporciona una perspectiva única para comprender cómo los dinosaurios se abrieron paso en las redes alimentarias emergentes.
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