Visa dio a conocer los resultados de una encuesta mundial en la que se da a conocer que un tercio de los más de 6,000 encuestados, de Australia, Alemania, Hong Kong, Reino Unido, Estados Unidos, Argentina, Brasil o Sudáfrica ya poseen o utilizan criptomonedas, como vehículo de inversión o como medio de intercambio.
De todos los propietarios de criptomonedas, resalta la compañía que el 40% señaló que estaría dispuesto a cambiar su banco actual por uno que ofrezca productos relacionados (como recompensas o tarjetas ligadas a las crypto) durante los próximos 12 meses.
Cinco tipos de criptoconsumidores
En el estudio Visa señala que actualmente el 94% de las personas tienen algún nivel de conocimiento de las criptomonedas y presenta una clasificación de 5 tipos de criptoconsumidores con un distinto nivel de interacción con el tema: Dueños activos, Dueños Pasivos, Curiosos, Escépticos y No Comprometidos.
Según su clasificación los dueños activos, que son un 21% del global, son personas que las han utilizado para enviar o recibir dinero, comprar bienes o aceptar pagos al menos una vez y que cuentan con una gran aceptación de las monedas, además son bastante optimistas y creen que este tipo de finanzas reemplazarán a la economía tradicional. Este grupo también es más joven que otros segmentos, siendo un 49% millennials, en gran parte hombres (65%) y de la fuente de la que mayor información obtienen es de Youtube (60%).
Por otro lado están los dueños pasivos, que son el 11% y han comprado alguna moneda como forma de inversión pero en ningún momento han hecho transferencias o compras con ellas. Al igual que los dueños activos, este grupo tiene una buena impresión de las criptomonedas, pero consideran que tanto acciones tradicionales como alguna moneda digital una buena forma de inversión y un 58% considera que se podrán usar para comprar en los próximos cinco años.
Este grupo también es joven (44% millennials), 57% hombres y su fuente principal de información también es Youtube.
Así son los grupos que no han comprado criptomonedas
Entrando a los segmentos que no cuentan con alguna criptomoneda están los curiosos (21% de la muestra) quienes sí han aprendido algo al respecto, tienen consideraciones positivas al respecto pero no han comprado ninguna y consideran que las monedas digitales son menos fáciles de usar. Este grupo está dividido entre Millennials y Generación X, más cargado a las mujeres y su fuente de información principal es Youtube, pero también lo que puedan escuchar de amigos y familia.
Por el lado de los escépticos que son un 11% de la muestra, Visa los detalla como aquellos que saben sobre criptomonedas, pero no han comprado hasta ahora y solo tienen percepciones negativas al respecto. Ellos tienen una preferencia hacia los bajos riesgos con recompensas moderadas y son más grandes que los curiosos a nivel de edad (un 33% son boomers) y su información la obtienen a partir del boca a boca y de sitios de noticias.
Por último, sobre los no comprometidos, la compañía señala que son un grupo que no ha hecho alguna investigación sobre criptomonedas o son indiferentes al respecto y cuentan con impresiones iniciales negativas antes de conocer más al respecto. Además son principalmente parte de los boomers (un 39%) y es más fácil que vean algo sobre el tema en televisión, por familia y amigos que por alguna otra fuente.
Más hombres y menores de 35 años
Visa también detalla que dos de cada tres usuarios que realizan transacciones con criptomonedas son hombres y que hay un mayor compromiso hacia este tipo de divisas para aquellos que están por debajo de los 35 años (51% de los encuestados).
Según el estudio lo que incentiva a los usuarios a contar de alguna forma con criptomonedas es que las ven como una tendencia financiera para el futuro, no quieren quedarse en el camino y las consideran incluso como una manera de participar en el momento cultural.
Además Visa menciona que entre los factores para rechazarlas está el miedo a perder dinero, lo que consideran una empinada curva de aprendizaje y una percepción negativa sobre el impacto medioambiental.