En los últimos días, Shein no ha dejado de ser noticia. Primero por demandar a Temu por posible robo de secretos comerciales, y ahora por revelar dos casos de trabajo infantil entre sus proveedores durante el 2023, según comunicó The Information.
En su informe anual, la empresa de fast-fashion dio a conocer el caso y anunció que había suspendido los pedidos de los proveedores involucrados hasta que estos mejoraran sus procesos de selección de personal. Esto incluye la comprobación de identidad de sus trabajadores.
Aseguró que el problema se había resuelto “rápidamente”, con medidas correctivas como la finalización de los contratos con los empleados menores de 16 años, el pago de sus sueldos pendientes y la repatriación de sus padres o tutores en caso de ser necesario.
Shein también reforzó las auditorías a sus fabricantes y endureció su política sobre violaciones laborales. Anteriormente, si un proveedor era encontrado incurriendo en explotación infantil o trabajo forzado, la empresa suspendía los pedidos y le daba 30 días para solucionar el problema. A partir de octubre pasado, estas violaciones serán motivo para que Shein termine de inmediato su relación con el fabricante.
"Seguimos vigilantes para protegernos contra tales violaciones en el futuro, y en línea con las políticas actuales, terminaremos con cualquier proveedor que no cumpla", dijo Shein en el informe.
La reputación de Shein, en juego
Con su determinación por aplicar reglas más estrictas en contra del trabajo infantil, Shein busca demostrar un alto estándar ético de cara a sus intentos por cotizar en la Bolsa de Valores de Londres. Para lograr su objetivo, su reputación es clave, pues ya venía arrastrando críticas sobre este tema desde hace tiempo.
Hace un par de meses, Amnistía Internacional lanzó un comunicado acusando al gigante de la moda rápida de tener "normas laborales y derechos humanos cuestionables". Y advirtió que su salida a la Bolsa de Londres sería "un ejemplo terrible de un proceso que beneficia a quienes hacen dinero exprimiendo a quienes no lo tienen".
En México, el pasado marzo, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil, Rafael Zaga Saba, acusó a Shein y a Temu de permitir este tipo de prácticas en sus negocios.
Cabe recalcar que los empresarios mexicanos ya no ven con tan buenos ojos a estas tiendas online, a las cuales señalan de no pagar impuestos por los productos que importan desde China.
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