No importa cuántos años pasen, Terminator seguirá siendo un clásico de la ciencia ficción. Su impacto en la cultura popular, fue sin duda gracias al emblemático papel de un joven Arnold Schwarzenegger.
Su estreno en 1984 lanzó al estrellato tanto a Schwarzenegger como a su coprotagonista Linda Hamilton, quien encarna al personaje de Sarah Connor. Lo que no muchos sabían es que la actriz no se encontraba convencida del proyecto al saber quién era su compañero de trabajo.
En una entrevista en el programa The Graham Norton Show, estuvieron presentes los dos protagonistas de la película, donde Hamilton reveló que al inició pensó que Schwarzenegger solo era un “fanfarrón”.
“Según nuestra definición, Arnold era un fanfarrón. Un culturista que finge ser actor”.
Señaló que cambió de opinión al ver a Arnold en el set:
"Pero como tenía curiosidad, fui a un lado y vi a Arnold, y lo compré. El físico y la rigidez y todas las cosas que hizo".
Por otro lado, en la serie documental original de Netflix, Arnold, Hamilton recordó cómo fue unirse a la película de James Cameron, al contar que no creía tanto en el proyecto cuando leyó el guion:
“Realmente era solo otro trabajo. No pensé que fuera mucho más que otros guiones que había leído. Me refiero a realmente despistado. Era un presupuesto muy bajo y todos éramos bastante nuevos en esto. Definitivamente tenía mis dudas”.
Al final, todo fue una vuelta de tuerca. La película recaudó 78 millones de dólares frente a su presupuesto de 6.4 millones de dólares, convirtiéndose en un éxito mundial provocando la creación de más secuelas. Y para 2019 Hamilton y Schwarzenegger se reunieron para Terminator: Dark Fate.
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