El río sonaba, y efectivamente, agua llevaba. Apple anunciaba hace unas horas la adquisición de gran parte del negocio de módems para smartphones de Intel por 1.000 millones de dólares.
El acuerdo incluye una cartera de 8.500 patentes y una plantilla de 2.200 empleados de Intel. Precisamente ese catálogo de patentes es uno de los elementos clave de esa adquisición, y ahora queda por ver si Apple es capaz de lograr desarrollar chips competitivos en un mercado dominado por Qualcomm. Intel, mientras tanto, deja escapar otro segmento móvil en el que nunca logró tener éxito (y ya son unos cuantos).
Apple perseguía un acuerdo así desde hace años
En 2009 Tim Cook aún no era demasiado conocido fuera de la escena de Apple. Sin embargo ya apuntaba maneras cuando le daban la oportunidad. Con Jobs aún vivo mantuvo una conferencia con los inversores tras la presentación de resultados fiscales e hizo un comentario especialmente relevante.
Cook indicó que él y los responsables de Apple "creemos que necesitamos ser propietarios y controlar las tecnologías primordiales que están tras los productos que fabricamos".
Esa cita ha ido confirmando la filosofía de una empresa implacableb a la hora de desarrollar primero sus propios procesadores (el Apple A4 fue el primero de una triunfal estirpe), luego sus procesadores gráficos (tras abandonar el acuerdo con Imagination Technologies) y ahora, al parecer, sus propios módems 5G para sus futuros iPhone y iPad.
La firma de Cupertino ya creó una oficina en San Diego cerca de la de Qualcomm el año pasado, pero además contrató a ex-empleados de Qualcomm y de Intel para su propia división y acabó dando el paso definitivo al llegar a un acuerdo con la primera para poner fin a la larga batalla legal que mantenían ambas.
I can imagine how this negotiation went.
— Kyle Wiens (@kwiens) July 25, 2019
Intel: “How about $10 billion?
Apple: “We’ll give you $2 billion.”
Intel:…
Apple: [Settles with Qualcomm, yanks the rug out from under Intel.] “It’s now $1 billion. Take it or leave it.”
Intel: “Deal.”https://t.co/8ZYWHEJRC1
Ese acuerdo precipitó los acontecimientos, ya que Intel perdió el poder de negociación que tenía durante el litigio. Podía haber presionado a Apple para conseguir un precio mejor por su división de módems durante esa batalla legal, pero una vez resuelta la situación cambió para Apple, que pudo pujar a la baja.
El precio de 1.000 millones de dólares no es malo, pero parece desde luego mucho mejor para Apple de lo que era hace unos meses -intentó realizar esa operación el año pasado- cuando su dependencia de Qualcomm era más pronunciada. El primer iPhone 5G que aparecerá en 2020 hará uso de módems de esa empresa, aunque Samsung podría también participar en esos componentes según Ming-Chu Kuo, analista especializado.
Intel pierde otra batalla en móviles
De hecho la división que Apple le ha comprado a Intel es la misma que Intel había comprado a Infineon en 2011 por 1.400 millones de dólares: las cuentas no parecen haberle salido a esta empresa, que una vez más pierde batallas en el ámbito de la telefonía móvil.
Mientras tanto, Apple prepara esa transición hacia sus propios módems. Ya lo apuntaba Bloomberg en noviembre de 2018, y este movimiento da la razón a una compra estratégica que le dará a la empresa de Cupertino el control sobre un componente fundamental de sus dispositivos móviles en el futuro.
Aquí es curioso cómo aunque Intel ha vendido la mayor parte de su negocio de módems a Apple, sí que se ha quedado con la parte dedicada a otros productos: seguirá desarrollando estos chips, pero para destinarlos a ordenadores, dispositivos IoT y coches autónomos.
El nuevo fracaso de Intel en este sector es singular: la empresa abandonó el desarrollo de chips ARM con la venta de XScale, no llegaron a un acuerdo con Apple para proporcionar sus chips x86 en los iPhone -eso podría haberlo cambiado todo- y nunca han logrado atacar a un segmento en el que los diseños de ARM han ido evolucionando de forma tan notable que ahora hasta amenazan a los equipos de escritorio.
Hasta se habla de que los primeros MacBook basados en chips ARM de Apple aparecerán en 2020, y desde luego las prestaciones de los últimos Apple A11 o A12 Bionic dejaban claro el potencial de estos modelos. Intel no solo no ha ganado la batalla de los móviles, sino que ahora peligra su relevancia en PCs y portátiles.
Defender para luego atacar
En esa adquisición estratégica hay dos partes bien diferenciadas. La primera, la del citado catálogo de patentes 5G. La segunda, la de la tecnología y talento que Apple ha comprado con esos 1.000 millones de dólares.
Esa cartera de patentes -unas 8.500 relacionadas con el ámbito de la movilidad, que se suman a otras 8.500 que ya tenían- mira a corto plazo y le permite a Apple defenderse ante posibles amenazas legales al desarrollar productos que usen esta tecnología. Como apuntan en VentureBeat, este catálogo de patentes es una poderosa arma defensiva.
Lo es sobre todo teniendo en cuenta que las batallas legales por patentes son muy frecuentes en Estados Unidos y hay quien vislumbra potenciales ataques por parte de empresas como Huawei -las cosas no están precisamente relajadas con este fabricante chino- que es propietario del 15% de las patentes 5G existentes.
La segunda parte del acuerdo, la centrada en la tecnología y los empleados que desarrollan esos módems, mira más al futuro a medio y largo plazo. Es la clave para lograr que la firma logre diseñar módems que compitan con los de Qualcomm, algo que es difícil que logren hacer pronto pero que sin duda tienen recursos para hacer en un periodo que los expertos afirman que será inferior a cinco años.
De hecho el acuerdo al que Apple ha llegado con Qualcomm, y por el que ha pagado 4.700 millones de dólares, permite licenciar y usar sus módems 5G durante los próximos 6 u 8 años, margen más que suficiente para poder desarrollar chips competitivos.