Continúan los daños colaterales del veto comercial que Estados Unidos impuso a Huawei. Tras reportar el titán chino una caída de 40% en ventas de smartphones, ahora los afectados son sus otrora socios comerciales, mismos que estarían presionando al gobierno para cambiar su postura ante Huawei, dar fin a la situación y continuar con sus negocios.
Qualcomm e Intel son los principales interesados en que la relación entre Estados Unidos y Huawei se solucione, reporta Reuters. Sin embargo no serían los únicos pues otros fabricantes de chips también ejercen presión al gobierno americano para revertir el veto, o que al menos se les permita continuar sus negocios con Huawei sin permiso especial.
Pérdidas millonarias
Los fabricantes de chips alegan que Huawei utiliza componentes de uso común en la fabricación de sus dispositivos, los cuales no presentan las mismas preocupaciones que se tienen sobre su equipo de redes y tecnología 5G, de acuerdo con la información.
Una de las personas que informó a Reuters sobre la situación alega que "no es sobre ayudar a Huawei sino sobre prevenir daño a las compañías americanas". Esto deja en claro que la referencia es hacia las pérdidas que representa que Huawei deje de comprar componentes a estas compañías, siendo uno de los fabricantes de dispositivos móviles más grandes del mundo.
Según cifras de Reuters, Huawei gastó más de 70 mil millones de dólares en la compra de componentes en 2018, de los cuales 11 mil millones se invirtieron en compañías americanas, Qualcomm, Intel y Micron Technology incluidas. Como parte de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA por sus siglas en inglés) estas empresas solicitan al gobierno estadounidense la posibilidad de continuar sus negocios con Huawei.
Esto nueva presión por parte de firmas de hardware se une a la de Google, interesado en la seguridad del software. Por otro lado, Huawei ha interpuesto una moción de juicio sumario, mientras que un funcionario del propio gobierno de Trump quiere lograr un mayor plazo antes del veto definitivo. Mientras todo esto sucede, Huawei no se queda de brazos cruzados y confirma el desarrollo de su plan B: Hongmeng OS, su propio sustituto de Android.
La duda real está en qué sucederá primero, y dependiendo de eso se desenvolverá la situación.
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