El tema viene de largo: en 2018 la Unión Europea puso una multa histórica a Google por forzar a fabricantes a que dispositivos Android estuvieran equipados con Google Search y Google Chrome. La multa fue histórica: 4,340 millones de euros que, ahora tras apelación del gigante de internet, ha sido confirmada, pero reducida por 200 millones de euros.
La posición dominante de Google le ha permitido forzar sus propios servicios de búsqueda en millones de dispositivos y esa es una conducta anticompetitiva. Esencialmente, Google ha abusado de su poder e influencia para forzar a usuarios a que usen sus propias aplicaciones.
La Comisión Europea pudo constatar que hubo pagos de Google a fabricantes para tener instaladas las aplicaciones de búsqueda de Google de forma exclusiva. En otros casos, la Comisión Europea dice que Google ha hecho lo posible para que no haya versiones adaptadas de Android sin su autorización, lo que constituye una práctica monopólica.
También contra Apple
En 2021 la Unión Europea también interpuso una multa a Apple por su posición dominante y por cobrar comisiones a servicios como Spotify, competencia directa de Apple Music. La multa podría ser mucho mayor que en el caso de Google, pues se dijo que se calcularía en forma de hasta el 10% de los ingresos anuales de la tecnológica, cifra que en 2020 fue de 223,000 millones de euros.
Apenas en mayo pasado, la Comisión Europea formalizó otra acusación contra Apple, ahora por restringir el uso del NFC para favorecer únicamente su servicio de pago, Apple Pay.
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