Toyota ha adopatado una postura única dentro de la industria automotriz. Cuestionando la creencia generalizada de que los vehículos eléctricos son la única solución para el futuro de la movilidad.
Akio Toyoda, CEO de Toyota, recientemente expresó su opinión, colocándose entre lo que él llama la "mayoría silenciosa" que duda sobre la búsqueda exclusiva de los automóviles eléctricos. Llegando a decir que "El tiempo demostrará que nuestra posición es la correcta".
En lugar de centrarse únicamente en vehículos eléctricos, Toyota cree firmenente en la tecnología híbrida como una piedra angular para la transición hacia un futuro más sostenible. Sin embargo, esto no deja de lado algo alarmante, ya que el inicio de su aventura en el mercado de vehículos eléctricos ha estado plagado de desafíos.
Tomemos, por ejemplo, el caso del Toyota bZ4x, su primer modelo 100% eléctrico. Desde su anuncio oficial a finales de 2021, este SUV ha enfrentado numerosos problemas. Esto incluye un llamado masivo a revisión debido a fallas en sus neumáticos y una autonomía que no cumple con las expectativas en condiciones reales de uso. Lo que ha limitado la entrega de unidades en todo el mundo.
La situación es particularmente desafiante en mercados como España, donde solo se han entregado cuatro unidades. Pero eso no es todo, ya Estados Unidos, uno de los principales mercados de Toyota a nivel mundial, limitará la entrega del bZ4x a solo 10,000 unidades por año.
Toyota ha justificado esta estrategia argumentando que prefieren enfocarse en la producción en volumen en lugar de limitarse a menos unidades a un precio más alto. Una decisión respaldada por la creencia de que la diversificación de tecnologías es esencial para abordar los desafíos del futuro de la movilidad.
Hace algunos meses, Gill Pratt, jefe científico de Toyota, declaró para Automotive News que la escasez de materiales para baterías y la infraestructura de recarga limitada demuestran que no hay una solución única para todos. En cambio, la combinación de diferentes tipos de vehículos, desde híbridos hasta tecnologías basadas en hidrógeno, serían una mejor manera de avanzar.
Esta postura de Toyota, muy al estilo de Ford, no son nuevas. Durante mucho tiempo la compañía japonesa ha explorado alternativas al automóvil eléctrico. Desde una apuesta firme por la hidridación hasta el desarrollo de tecnologías basadas en motores de hidrógeneno como lo vimos hace algunos años con su modelo Mirai.
Aparentemente, esta diversificación, refleja el compromiso de Toyota con la inovación continua y su búsqueda de soluciones que se adapten a las necesidades cambiantes de la sociedad en la que vivimos, en busca de un mejor equilibrio con el medio ambiente.