Tesla esto, Tesla aquello… no hay semana en que las portadas de diferentes medios no hayan hablado, al menos una vez, de Tesla o de Elon Musk. ¿Qué tienen de espectacular? —Sí, pregunta retórica— Estamos ante uno de los fabricantes que no sólo posee el auto de propulsión eléctrica mejor logrado del mercado, sino uno de los más avanzados de la industria automotriz, en general. No podíamos resistirnos a probarlo.
Tesla quiere cambiar la manera en que nos movemos. Dicho de otro modo, está avivando, como pocos, la brasa que mantiene el fuego de los vehículos eléctricos. Y aunque Nissan, Chevrolet y Toyota —entre otros— también han apostado por energías alternativas, ninguno ha logrado aterrizarlo como la firma de Elon Musk. Pedrada también para las firmas premium, que es donde realmente se desenvuelve el Model S.
Antes de que se nos acabe el papel la web, hablemos, pues, de todos los secretos del Tesla Model S… que nos han contado que tiene un botón de eject seat y, después de ver todo lo que hace el auto, por poco nos la creemos.
¿Ataque con armas biológicas? No es un Model S
Una preocupación menos. El sistema de ventilación del Model S cuenta con un sistema de filiación de aire HEPA —de grado médico— que se encarga de eliminar el 99.97% de la contaminación de partículas del escape y elementos alérgenos, muy útil cuando vives en ciudades tan contaminadas como Shanghái, Beijing, Nueva Delhi… o la Ciudad de México. Además, cuenta con circulación con defensa bioescudo, capaz de crear una presión positiva al interior del vehículo.
Una memoria que ya habrías querido en la universidad
El Tesla Model S aprende rápido. Muchos elementos se pueden configurar al gusto del conductor, como la iluminación ambiental, la posición de los asientos, la fuerza del frenado regenerativo e incluso si, en modo Drive, queremos que avance levemente —o no— al soltar el pedal del freno. Todo eso le podemos enseñar, pero de su parte, también se compromete a aprender.
El Tesla Model S es la máxima prueba del software al servicio de la conducción.
El niño prodigio de Tesla es capaz de recordar, por ejemplo, el estado de la vía en la que transitamos. Al tratarse de un vehículo comprometido con la aerodinámica, el Model S es bastante bajo; es fácil pegar en topes. Su arma de defensa es la suspensión neumática, capaz de pasar de 120 a 163 mm con sólo indicarlo en la pantalla. A partir de ese momento, no habrá que hacerlo de nuevo la siguiente vez que pasemos por ahí, pues gracias a la ubicación GPS, el Model S levantará o bajará la suspensión en automático.
Ahora bien, su software es capaz de hacerlo recordar qué conductor va al volante. Asocia patrones de manejo y, en automático, ofrece información de consumo de energía personalizada. En otras palabras, sabe qué tan pesado tiene el pie cada uno de sus conductores y actualiza la distancia que podrá recorrer siguiendo esos parámetros de manejo.
To drive or to be driven… dijo Shakespeare en un Tesla Model S
Probablemente, una de las funciones más populares del Model S es el sistema Autopilot. Gracias a sensores, radares y cámaras, el auto es capaz de hacerse cargo de… pues de todo, de hecho. Basta activar el sistema e indicar una velocidad máxima, para que el auto se haga responsable de acelerador, freno y dirección. Para cambiar de carril sólo hay que encender la direccional y mover levemente (muy levemente) el volante; el Model S encontrará el momento.
Aunque no sea necesario, el Model S te obliga a tener las manos en el volante.
Como sabes, el reglamento de tránsito obliga a tener las dos manos en el volante. Hay que dejar en claro que el sistema Autopilot del Model S no es para echarse a dormir o ponerse a leer el periódico, de hecho el auto solicita continuamente al conductor que tenga las manos en el volante. ¿Podemos fiarnos de los fierros? Totalmente, pero todo con mesura, y entendiendo que aún caben errores humanos.
Al igual que prácticamente todos los autos nuevos en Europa, y muy pocos en México, el Tesla Model S cuenta con diferentes asistencias de conducción que nos ayudan a evitar accidentes. Por ejemplo, cuenta con alerta de colisión frontal y lateral con frenado automático de emergencia —lanza una alerta acústica y, si no interviene el conductor, lo hará el auto—, alerta de punto ciego, visualización de límite de velocidad, alerta de tráfico trasero cruzado, entre otros.
Además se estaciona como coche de control remoto
La función se llama Summon y es útil cuando te da flojera caminar hacia tu Model S, y prefieres que él lo haga por ti —sí, unos cuantos pasos—, pero, sobre todo, es de gran utilidad en espacios de estacionamiento reducidos, en los que sería difícil abrir las puertas. El sistema funciona a través de la llave. Al iniciarse el sistema, sólo hay que presionarla para que, lentamente, el auto avance… o bien, retroceda, según la posición en que se encuentre. También se puede controlar desde la app móvil.
Gracias al GPS, el auto también es capaz de saber cuándo nos acercamos hacia la puerta de nuestro garaje, de manera que, si lo hemos sincronizado, la puerta se abra automáticamente para no tener que esperar hasta llegar para que lo haga.
Bueno, ¿y la pantallota para qué es?
Mide 17 pulgadas y es para controlar prácticamente todo. Desde ahí podemos manipular el climatizador automático, la apertura del techo panorámico, el equipo de sonido, realizar ajustes a la altura de la suspensión, seleccionar el modo de conducción del Model S y acceder a diferentes datos del vehículo, como información de consumo, de mantenimiento y, para despedirse del papel, al manual de propietario.
La interfaz, muy similar a la de los dispositivos de Apple, es muy intuitiva. Cuenta con diferentes aplicaciones, como Multimedia, Controles, Cámara, Calendario (que sincroniza eventos con nuestro teléfono), Google Maps, Navegación, Energía y Teléfono. La gente de Tesla pensó en el más mínimo detalle de software, tanto, que este Central Control Panel incluso cuenta con un “modo limpieza”, que inhabilita la pantalla táctil para poder pasarle un trapo sin desajustar nada en el intento.
Aunque muchos podrían pensar que tener una pantalla de estas dimensiones puede ser un gran distractor a la hora de conducir, gracias al cuadro de instrumentos completamente digital, a los comandos de voz y a los controles al volante, no tenemos que despegar la vista del frente para controlar la mayoría de los parámetros.
Ahora bien, el sonido es espectacular. Proviene de 12 bocinas de alta fidelidad, con una calidad impresionante. Al igual que otros modelos, como el Volvo XC90, se puede seleccionar el asiento al que queremos darle preferencia del sonido; los demás escucharán, pero la experiencia completa se la lleva el ocupante seleccionado.
Entre 338 y 473 km de autonomía
Aquí cada quien puede decidir qué tanta autonomía —y potencia— desea pagar en su Tesla Model S. Está disponible en seis versiones:
Versión | 60 | 60D | 75 | 75D | 90D | P90D | P90D Ludicrous |
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Potencia | 320 hp | 332 hp | 320 hp | 332 hp | 422 hp | 469 hp | 539 hp |
Par motor | 295 lb-pie | 387 lb-pie | 295 lb-pie | 387 lb-pie | 486 lb-pie | 713 lb-pie | 713 lb-pie |
Tracción | Trasera | Integral | Trasera | Integral | Integral | Integral | Integral |
Aceleración 0-100 km/h | 5.8 s | 5.4 s | 5.8 s | 5.4 s | 4.4 s | 3.3 s | 3.0 s |
Autonomía | 338 km | 351 km | 400 km | 416 km | 473 km | 434 km | 434 km |
Gracias a los Superchargers de la marca, no hay que esperar demasiado para recargar la batería. De acuerdo con Tesla, recargar de 10% a 80% toma únicamente 30 minutos, gracias a que sus Superchargers utilizan múltiples cargadores que funcionan en paralelo. El 20% restante duplica el tiempo debido a que los cargadores deben reducir la corriente para terminar de cargar las celdas.
En nuestro país, el primer Supercharger se encuentra en Cuernavaca, como punto estratégico para quien desea irse a Acapulco, por ejemplo.
Y alrededor de todo esto, un auto deportivo
Si el Tesla Model S asombra por el alcance de su software, sus prestaciones pueden dejar mudos hasta a los más escépticos. Con 320 hp —en el modelo de acceso— y 539 hp en el más potente, el Model S acelera como una bestia. El P90D Ludicrous alcanza los 100 km/h en 3.0 segundos, toma las curvas con gran aplomo, la dirección transmite mucha información a manos del conductor.
Uno de los grandes aciertos de Tesla fue haberlo colocado en el segmento en el que realmente compite. Más que verlo como un auto eléctrico de lujo, Tesla nos propone verlo como un auto de lujo con motor eléctrico. Así, ponerlo frente a un Porsche Panamera, un BMW Serie 7, un Mercedes-Benz Clase S o un Audi A8, además de lógico, es muy sensato.
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