Quizá no lo sabías pero el elemento que se encuentra detrás de la tapa que tiene la defensa delantera de tu vehículo podría ayudarte en caso de tener un accidente. Se trata de un sistema de anclaje, conformado por una rosca (soldada al chasis) y argolla metálica, que se utiliza por equipos de rescate, en caso de que tengas la necesidad de remolcar tu automóvil.
Imagina que vas al volante de un todoterreno en el bosque y en algún momento tus neumáticos se atascan en el lodo. Una persona no experimentada, bajaría de su automóvil para intentar empujar con las manos, pero de nada serviría, ya que no es posible canalizar la fuerza suficiente para salir del problema.
Posiblemente la siguiente idea sería amarrar un cinturón de tela (los típicos amarillos) a algún elemento como el puente delantero o las horquillas de la suspensión para ser jalado por otro vehículo, pero esto podría salir muy mal, ya que al aplicar tanta fuerza en un solo lugar podrías doblar o romper estas piezas. Lo que resultaría en una reparación de miles de pesos.
La mejor solución en caso de atascarte manejando un automóvil, o simplemente si tienes la necesidad de remolcar tu auto con seguridad, es quitar la tapa que tiene la defensa delantera, sacar la argolla metálica que viene normalmente en la zona de la llanta de refacción, y atornillar en la rosca que va soldada al chasis para jalar con toda seguridad.
Datos interesantes sobre la tapa que tiene la defensa delantera
Un dato importante es que en algunos vehículos fabricados en Europa cuentan con dos tapas para cubrir el sistema de anclaje, uno en la defensa delantera y otro en la zona trasera, lo cual facilita aún más las maniobras de rescate en caso de un accidente.
También debes de tener cuidado de no confundir la tapa del sistema de anclaje con la tapa los limpiafaros que algunos automóviles equipan, la clave es simple, la tapa del sistema de anclaje siempre es más grande y está ubicada en la zona central baja.
Algunos entusiastas del tuning retiran permanente las tapas del sistema de anclaje y las sustituyen por pequeños cinturones de tela (o metálicos) con colores llamativos. Esta estética empezó en las carreras de automóviles y al día de hoy se utiliza por su funcionalidad y seguridad al momento de remolcar un automóvil.