Noruega está considerando que todos los nuevos vehículos que compre el gobierno sean eléctricos a partir del 1 de enero de 2022. La propuesta estará sujeta a un periodo de consulta de tres meses para ver si entra en vigor.
Si la propuesta se aprueba tal y como fue redactada, las autoridades públicas sólo podrán adquirir automóviles, camionetas y autobuses urbanos puramente eléctricos a partir 2022. Sin embargo, hay dos excepciones: los vehículos de carga que requieren más autonomía de la que está disponible actualmente y los autobuses urbanos propulsados por biogas.
Pero la iniciativa ya recibió críticas, como la de Unni Berge, gerente de comunicaciones de la Asociación de Automóviles Eléctricos, quien dice que la propuesta debe aplicarse a todos los camiones que se pueden conducir con una licencia de conducir Clase B normal.
"Hay muchas alternativas eléctricas buenas y vendrán más. Los consumidores ordinarios eligen la electricidad como nunca antes, por lo que no hay ninguna razón por la que los municipios y el estado no deban hacerlo. A partir de ahora, el sector público debe elegir los vehículos eléctricos".
Hasta julio pasado, Noruega registró 6,731 nuevos autos eléctricos, lo cual significó un aumentó del 153% en comparación del mismo mes en 2020 cuando la cifra fue de 4,408; el más popular resultó ser el Ford Mustang Mach-E con 898 nuevos registros.
A finales de 2020, la cuota de mercado de los vehículos eléctricos en Noruega fue de más de la mitad contra los de combustión, pues alcanzó un 54%, lo que significó un total de 330,000 autos con batería registrados. Esta velocidad de transición hacia la electrificación estaría relacionada con los incentivos que otorga el país por la compra de estos coches, pues el objetivo es que todos los autos vendidos para 2025 sean cero emisiones.