Elon Musk y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no tienen precisamente un buen historial entre ellos. No obstante, la administración del gobierno ha buscado a Tesla y a Musk para obtener ayuda sobre cómo mejorar la política en torno a vehículos eléctricos, según Reuters.
Sucede que Estados Unidos está trabajando en cambios a su Estándar de Combustible Renovable, un programa que fomenta que combustibles vendidos en Estados Unidos tengan un mínimo de componentes renovables. Hasta ahora, retoma Reuters, ha servido principalmente como subsidio para el etanol a base de maíz, pero el estándar podría ser modificado para ser un soporte hacia la electrificación de los autos en el país.
La meta de EUA es ambiciosa: que todos los vehículos vendidos para el 2030 sean cero emisiones.
Este mismo año serían anunciados los cambios a las reglas sobre energías renovables en vehículos y no solo Tesla ha sido invitado para fungir como soporte. Otras empresas enfocadas a vehículos eléctricos han retroalimentado el proceso, aunque Reuters no especifica cuáles.
El año pasado Estados Unidos aprobó un fondo de 7,500 millones de dólares para crear nuevas estaciones de carga para vehículos eléctricos en todo el país.