Por dispositivos, Huawei no para: a la par del Mate 40 Pro y de las nuevas Eyewear, Huawei trajo consigo a México los Freebuds Pro, sus true wireless cuyo predecesor, los Freebuds 3, nos causaron en su momento tan buena impresión.
Ahora los FreeBuds Pro se renuevan, con modificaciones en su diseño y una portentosa cancelación de ruido activa.
Características técnicas
HUAWEI FREEBUDS PRO | |
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DIMENSIONES Y PESO | Auricular: 26 x 29,6 x 21,7 mmm - 6,1 gramos
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UNIDAD DE DIAFRAGMA | Dinámico de 11 milímetros |
BATERÍA | Auriculares: 55 mAh
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CARGA | USB tipo C, compatible con carga inalámbrica. |
CONEXIÓN | Bluetooth 5.2 |
OTROS | Cancelación de ruido activa
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PRECIO | 4,999 pesos |
Un diseño familiar que nos obliga a "pellizcar"
Hay varios cambios interesantes en los FreeBuds Pro respecto a las iteraciones pasadas de audífonos de Huawei. Hay que empezar diciendo que el procesador a cargo repite el Kirin A1 que le hemos visto ya en más de media docena de dispositivos de la compañía y, ante su buen desempeño, parece que no necesita de una segunda versión.
Por fuera, los FreeBuds Pro son de casi la mitad del largo de los FreeBuds 3; además para la nueva versión "pro" se abandona el modelo abierto y Huawei recurre a las almohadillas para que los audífonos tengan un formato totalmente in-ear. Algunos lo considerarán intrusivo, pero la verdad es que el filtrado de ruido pasivo que hacen las almohadillas juega a favor de la cancelación activa de ruido que ya es potente por sí sola. Como suele ocurrir en estos casos, la caja del dispositivo incluye otros dos juegos de almohadillas de distintos tamaños.
Es imposible que el diseño no remonte a los true-wireless de Apple, aunque la forma cuadrada y angulosa del mástil se distingue del aspecto cilíndrico de los AirPods Pro. Puede que la decisión por abandonar la forma cilíndrica presente también en los FreeBuds 3 haya sido tomada por estética, aunque también se relaciona con el funcionamiento: ahora los FreeBuds Pro ya no se controlan a través de toques, sino a través de "pellizcos".
En los laterales de los audífonos ha sido equipado un sensor sensible a los deslizamientos pero también a la presión. Ahora para reproducir habrá que pellizcar (como en los AirPods Pro) una vez los audífonos (la forma más sencilla de hacerlo es colocando índice sobre el sensor y pulgar del lado contrario para hacer presión), mientras que un pellizco sostenido cambiará el nivel de cancelación de ruido y también puede configurarse para convocar al asistente personal. Lo mejor es que puede configurarse a través de AI Life para que la acción del pellizco sostenido haga diferentes acciones según el auricular.
Francamente, he tenido problemas para acoplarme al nuevo funcionamiento de los gestos en los audífonos. Afortunadamente con los audífonos puestos el pellizco sobre el auricular suena, no como un pitido que se reproduzca a través del diafragma, sino un feedback acústico debido a la presión que la mano hace sobre el audífono, y sirve para saber si la acción del pellizco fue ejecutada con precisión. Y es que si el pellizco se hace sobre el extremo inferior o superior de la zona alargada del audífono nada pasará: habrá que ser precisos puesto que el sensor está ubicado exactamente a la mitad del tubo que, dicho sea de paso, tiene la función de filtrar el viento, particularmente útil para cuando usamos los audífonos para las llamadas.
La función contra viento es tan efectiva, según Huawei, que una llamada seguirá siendo fluida incluso a pesar del viendo producido por un usuario en bicicleta a velocidad de 20 km/h.
El estuche es un gran óvalo. Introducir los audífonos es bastante sencillo puesto que la sujeción magnética es considerablemente fuerte, pero lo es tanto, que incluso puede obstaculizar extraer los audífonos con fluidez, lo mismo que abrir el estuche. El asunto de extraer los audífonos es particularmente conflictivo puesto que el diseño del FreeBuds dificulta la tarea. Es una minucia, pero en definitiva me ha dificultado la usabilidad.
El resto del diseño de los audífonos incluye un driver de 11 milímetros y tres micrófonos para cada uno. Dos de los micrófonos en cada pieza están orientados hacia el exterior (mismos que ayudan con la cancelación de ruido) y un sensor de voz ósea se dedica a detectar voz humana y a interpretar la vibración ósea que se produce al hablar. El resultado ha sido llamadas claras, aunque no sustancialmente mejores que en otros audífonos.
Tantos sensores desde luego han provocado que los FreeBuds Pro sean ligeramente más pesados a las versiones pasadas alcanzando los 6 gramos en cada uno. A pesar de ello, el peso de los FreeBuds Pro no incomoda y tampoco representa un problema para el uso. Considerando que son ligeramente más chicos que los FreeBuds 3 así como el incremento de funciones, sin duda el trabajo de compactación ha sido uno importante.
Una cancelación de ruido más que digna
No solo son más funciones: los FreeBuds Pro tienen una mejor cancelación activa de ruido ya no digamos de los FreeBuds 3, mejor incluso a la que di por sentada dado el cambio generacional. Es, hasta ahora, la mejor cancelación que he tenido el gusto de probar en unos audífonos in-ear. No estará a la altura de los WH-1000XM4 de Sony, pero lejos no está. Tampoco tiene sentido ahondar en las diferencias entre uno y otro puesto que los productos tienen diferentes formas y también se destinan a distintos usos.
Los Freebuds Pro no desestiman su apellido y su efecto de cancelación de ruido es de hasta 40 dB, cuando menos en papel. Ello se traduce en una notoria disminución del ruido ambiente mientras he andado por la calle que se potencia por la cancelación pasiva del nuevo diseño, lo que sin duda los usuarios de los FreeBuds 3 que ansíen la más potente cancelación de ruido extrañarán. Es bien sabido que la cancelación pasiva, aquella que es producto del diseño, es eficaz particularmente con las frecuencias altas, aquellas en donde la cancelación activa flaquea. Lo que tenemos en los FreeBuds 3 es una cancelación combinada, producto del rediseño de los audífonos.
La cancelación activa se complementa con funciones que son gestionables desde la aplicación AI Life, donde una vez agregados los audífonos puede optarse por tres modos: Atención, Desactivar y Cancelación de Ruido.
El Modo Atención es, como decía, el que utiliza proactivamente los micrófonos no para cancelar el ruido sino para destacarlo y evitar el tener que quitar los audífonos cuando hay que interactuar con el ambiente. Adicionalmente en la aplicación puede activarse dentro de esta función el modo "Mejorar Voces", de manera que los micrófonos privilegian las frecuencias medias, pero cancelan el resto. El resultado es excepcional: el ruido de fondo en frecuencias graves queda es cancelado a la perfección, mientras que las voces son cristalinas sin tener que quitar los audífonos del oído. Sin duda una de mis funciones favoritas de los FreeBuds Pro.
En Desactivar no hay mucho juego. Los micrófonos no transmitirán ninguna señal y tampoco habrá cancelación activa, solo la pasiva producto del diseño del dispositivo.
Finalmente está Cancelación de ruido, en donde es posible seleccionar una de cuatro modalidades: Dinámico, Acogedor, General y Ultra. El modo acogedor se recomienda para lugares con poco ruido, el general para lugares ruidosos y el ultra para lugares extremadamente ruidosos. Adicionalmente el modo dinámico permite que los audífonos "decidan" por sí mismos qué tan agresiva debe ser la cancelación según el ruido que detecten. Esta es la opción que he mantenido activa y me ha resultado siempre precisa.
La app ofrece otras alternativas como personalizar la función a activarse cuando se pellizca en cada audífono y hacer un ajuste para cerciorarnos de que los tapones están colocados adecuadamente para el mejor rendimiento.
Hay una acotación importante qué hacer sobre la aplicación. Para empezar los usuarios de iOS pueden despedirse desde ya de este set de configuraciones puesto que la aplicación no está disponible para el sistema operativo, lo que es toda una pérdida que disminuye sustancialmente la experiencia de uso. Mientras tanto en Android el proceso de agregar los audífonos requiere de un par de pasos adicionales.
Resulta que la aplicación de AI Life en Play Store, no tiene (al menos no hasta el momento de escribir este texto), la actualización para añadir los audífonos; de manera que un usuario de Android que tenga Play Store deberá descargar primero el apk de AppGallery, la tienda de apps de Huawei, para usarla como intermediario para bajar la versión más reciente de AI Life. Esa versión de AI Life sí detecta los audífonos y permite acceder a las funciones descritas.
Los usuarios de Android que no quieran descargar AppGallery podrán conectar vía bluetooth los FreeBuds Pro, pero no tendrán acceso a las funciones añadidas de la app.
Finalmente está el tema de la batería. Cuatro horas aproximadamente es lo que he tenido de autonomía en los audífonos con cancelación de ruido activa. Llegando a 0% de batería, la carga completa en el estuche tarda hora y media. Combinando la carga de los audífonos con el estuche tendremos unas más que decentes 17 horas de autonomía. Si no se usa cancelación de ruido, la autonomía combinada se extiende a más de las 20 horas.
La opinión de Xataka México
Los FreeBuds Pro son el ajuste que Huawei necesitaba en el camino para estar en la competencia por los true wireless más atractivos y funcionales. El rediseño le cae más que bien a la cancelación de ruido y todo sin renunciar a comodidad.
El mecanismo de gestos ha sido mi mayor problema, con imprecisiones en comandos y un área de recepción de comandos bastante pequeña. Sin duda he extrañado lo fácil que son los gestos en otros audífonos en donde solo hay que tocar distintas veces la pieza, según el comando a ejecutar. Pero incluso con ese detalle, los FreeBuds Pro son hasta ahora el mejor ejemplo que he tenido de que Huawei quiere ir en serio por segmentos que escapan a los móviles, como parte de su estrategia 1+8+N.
Huawei quiere ser memorable no solo por sus smartphones, y los FreeBuds Pro son la prueba.
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