Su potencia en graves es impresionante, su diseño es cómodo como nunca, y aún así los audífonos de Sony que son referencia en cancelación de ruido, pueden no ser suficientes. Sony ha puesto la barra tan elevada, año con año, que parece imposible que la siguiente generación de sus audífonos de gama alta, los WH-1000XM, sean capaces de sorprendernos de alguna forma.
Ahora los WH-1000XM4 se las han arreglado para empaquetar las prestaciones por las que Sony se ha hecho famoso, y además potenciar sus bondades con nuevas funciones incorporadas, algunas de las cuales para fortuna de quienes acaban de comprar la versión pasada, sí llegarán a los WH-1000XM3.
Tras un par de semanas con los nuevos WH-1000XM4, estos son nuestros aprendizajes.
En la hoja técnica, solo lo mejor de lo mejor
SONY WH-1000XM4 | |
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DIAFRAGMA | LCP revestido de aluminio de 40 mm, tipo cúpula. |
IMÁN | Neodimio |
CONECTIVIDAD | Bluetooth 5.0M NFC, Multipoint |
RESPUESTA EN FRECUENCIA | 4 Hz a 40 kHz |
CANCELACIÓN DE RUIDO | Sony Noise Cancelling Processor QN1 |
PERFIL DE SONIDO | A2DP, AVRCO, HFP Y HSP, SBC, AAC Y LDAC. |
BATERÍA | Hasta 30 horas |
PESO | 254 gramos |
PRECIO | 7,499 pesos |
Sony Audífonos inalámbricos con Noise Cancelling WH-1000XM4
En el repaso de las características técnicas es fácil distinguir que el continuismo forma parte de la filosofía de los WH-1000XM4. El procesador es el mismo que vimos en generaciones pasadas: el bien reputado HD Noise Cancelling Processor QN1 que tan bien lo hemos visto (¿oído?) trabajar desde hace años.
En cuanto al diafragma, estamos ante unos de 40 milímetros tipo cúpula que permitirán frecuencias de 4 Hz a 40,000 Hz si se utiliza el jack 3.5 milímetros, o bien, 20 Hz a 20,000 Hz si se usan en formato Bluetooth con contenido en muestreo de 44.1 KHz. Como dato, con muestreo LDAC de 96 kHz a 990 kbps la respuesta en frecuencia se amplia para llegar hasta los 40,000 Hz.
Sin duda una de las carencias de la generación anterior fue la falta de Bluetooth 5.0, pues tuvimos que conformarnos con 4.2. Esta nueva iteración sí incluye Bluetooth 5.0 (que fue presentado ya hace casi un lustro) de manera que los usuarios de los nuevos audífonos de Sony podrán enviar más datos a través de la conexión inalámbrica. En números, la tasa de trasferencia es de hasta 50 Mbps y el alcance es de hasta 240 metros. Para Bluetooth 5.1 parece que tendremos que esperar cuando menos un año más.
En el resto de prestaciones no podríamos olvidarnos del códec LDAC para la transmisión de contenidos en formato de alta resolución y le damos la bienvenida a DSEE Extreme, tecnología de Sony para compensar las pérdidas de frecuencias cuando se trate de sonidos que han sido comprimidos, el nuevo mejor amigo de quienes hacen streaming de audio en MP3 a 128 kbps. Finalmente está la tecnología 360 Reality Audio para una experiencia inmersiva completa con ayuda de la virtualización de 64 canales individuales; la mala noticia es que la función solo es compatible de momento con algunos servicios como Deezer y Tidal.
Finalmente en cuanto a autonomía, los Sony WH-1000XM4 entregarán las 30 horas de vida por carga que ya les habíamos visto a la versión pasada, en donde además, con carga rápida obtendremos cinco horas de reproducción de música por 10 minutos de conexión, aunque para ello tendremos que recurrir a un adaptador no incluido.
Misma figura, nuevas funciones, aunque no útiles por igual
Distinguir entre los XM3 y los XM4 a simple vista no es una tarea fácil. Desde el anuncio de la nueva generación, Sony dijo que sería una más "cómoda" para los usuarios, y en vista de las pruebas, confirmo que es así, aunque sea solo por un pelo. Lo que ha hecho Sony es que la nueva generación tiene recovecos para los oídos ligeramente más grandes, lo que seguramente agradecerán quienes tienen orejas generosas. Al interior de cada bocina también encontraremos más espacio para que los oídos no sean presionados cuando los audífonos están en posición.
Físicamente el cambio que más llama la atención es un sensor incorporado para que, en la primera nueva función que Sony nos presenta en esta generación, los audífonos pausen la reproducción en el momento en que los quitemos de la cabeza. La función tiene multipropósito: por un lado nos evitará tener que dar un toque para pausar cada que nos quitamos el headset, y por otro nos aseguramos de guardar mejor esas 30 horas de autonomía prometidas por Sony.
Es una función tan simple, pero tan útil, que es inevitable pensar cómo es posible que no la hayamos tenido antes. El sensor eso sí, no es por sí solo suficiente para encender los audífonos; todavía tendremos que recurrir al botón al colocarlos por primera vez.
Por lo demás nos quedamos con los bien conocidos gestos, dos toques del lado derecho para reproducir y pausar, deslizamiento hacia el frente para avanzar, deslizamiento hacia atrás para retroceder, deslizamiento hacia arriba para subir volumen y deslizamiento hacia abajo para bajar volumen. Además está el tradicional gesto por el que, al colocar la palma de la mano sobre el costado derecho, la reproducción se suspende para facilitar que tengamos una conversación. Al separar la mano del headset el audio vuelve a reproducirse.
Sony no menciona que haya cambios en la tecnología detrás de los gestos, pero he de decir que en esta nueva generación me han resultado más fáciles de ejecutar, sin los comunes fallos que me obligaron en iteraciones pasadas a repetir en un par de ocasiones un comando para que se ejecutara la acción correspondiente.
Hay otro detalle en la apariencia que vaticina una nueva función: ahora el botón próximo al de encendido tiene la leyenda 'custom' debido a que si bien puede usarse para activar o suspender la cancelación activa de ruido, la función del botón ahora es personalizable desde la app 'Headhones Connect'. Si el usuario bien lo quiere puede hacer que el botón active el asistente personal en el dispositivo vinculado.
Es una pena que en el paso a la personalización todavía no podamos activar las dos funciones simultáneamente. Por impedimento de la app, si activamos el botón para cancelación de ruido no hay forma alguna de que, por medio quizás de más toques en él o pulsaciones largas, activemos el asistente. Lo mismo sucede a la inversa: si se activa la opción de utilizar el botón para invocar al asistente personal, no hay forma alguna para que funcione para activar o suspender la cancelación de ruido.
Dado que Sony nos ha puesto en la disyuntiva de elegir una u otra, no creo que muchos usuarios renuncien a la practicidad de activar la función estrella de los audífonos con un botón, a cambio de llamar a Alexa.
Los XM4 introducen también 'multipoint', una función por la que los audífonos pueden conectarse simultáneamente a dos dispositivos, de manera que ya no tengamos la necesidad de desconectarlo de uno para emparejar con uno nuevo, especialmente útil cuando un usuario vive permanentemente conectado, por decir, a un smartphone y una PC. Al hacerlo, el sonido para los audífonos será el del último dispositivo al que se le haya dado la orden de reproducir.
Hay un solo detalle con el multipoint: LDAC deja de estar disponible para cuando se activen dos conexiones Bluetooth desde los audífonos. Es probable que ello se deba a que LDAC necesita de una conexión estable con los dispositivos, pero aunque hemos preguntado a Sony sobre el detalle, no hemos recibido respuesta concreta.
Una app imprescindible para sacarle jugo a los XM4
Para cuando tengamos ya varios dispositivos conectados, desde la app Headphones Connect se puede configurar cuáles son los dispositivos que querremos en el 'multipoint', sin necesidad de hacer acrobacias entre los tres o más dispositivos que tengamos a la mano. La app tiene un menú para mostrarnos cuántos equipos han sido emparejados, y cuáles son los dos que ocuparemos en la sesión.
La app dicho sea de paso, cada vez se hace más imprescindible para aprovechar el headset, sobre todo considerando las funciones nuevas añadidas. Al paso que va, requerirá de un nuevo acomodo pronto para evitar que sea imposible encontrar todas las funciones a la mano.
Ahora mismo la app se divide en tres pestañas, una vez que hayamos vinculado los audífonos: en la primera, 'Estado', encontraremos lo que tiene que ver con multipoint y el control de sonido adaptativo visto en años pasados por el que los audífonos determinan qué nivel de cancelación de ruido es la mejor opción con base en si el usuario está caminando, corriendo, en transporte, o detenido en un ambiente tranquilo.
El nuevo control de sonido adaptativo permite a los audífonos detectar los lugares frecuentados y ajustar automáticamente el sonido ambiente que reciben de acuerdo a donde el usuario está. Además, nuevamente desde la app, puede registrarse manualmente en mapa de Google un lugar que frecuentamos, que puede ser trabajo, escuela, casa, o algún otro, y determinar también manualmente qué nivel de sonido ambiente querremos en los audífonos al llegar ahí.
Se trata de una función de lo más personalizable, apta para quienes pueden pasar horas creando recetas al estilo if this then that. Por si no bastara de personalización, también pueden configurarse ajustes de ecualización específicos para cada lugar.
Aunque el control de sonido adaptativo está en la primera pestaña, en la segunda localizaremos el ajuste manual de control de sonido ambiente y la supresión de ruido. Son 20 niveles distintos de supresión de ruido y sonido ambiente en donde puede además activarse una opción de enfoque en la voz. Esta característica es sin duda la estrella de esta y las generaciones pasadas. Los menos asiduos de la cancelación activa de ruido tienen una gran variedad de niveles para que acomoden la cancelación que, en su punto más alto, es tan potente que puede resultar agresiva, pues crea un vacío de sonido que es incómodo.
Ahí mismo encontraremos las opciones de optimización de cancelación de ruido (para adecuarse a las condiciones de uso y la presión atmósferica), la opción de activación de DSEE que comentamos para recuperar frecuencias en archivos de audio comprimidos, y otras dos nuevas integraciones interesantes: Audio 360 y Speak to chat.
Speak to chat o 'Hablar por Chat' es la nueva función de los XM4 para facilitar la interacción con el mundo exterior cuando tengamos puestos los audífonos. Ya no es imprescindible que hagamos el gesto de colocar la palma de la mano en el costado derecho para pausar la reproducción, sino que, al activarse esta función, la reproducción parará automáticamente cuando detecte que quien los porta comienza a hablar.
El tiempo que el contenido se pausa es ajustable entre 15, 30 y 60 segundos, después de que el usuario haya comenzado a hablar. También puede configurarse el nivel de sensibilidad de detección de voz que será suficiente para activar el Speak to chat: la sensibilidad alta es ideal para entornos ruidosos, mientras que la sensibilidad baja funciona mejor para entornos callados.
Mi experiencia con Speak to chat configurado en modo automático ha sido mixta: en entornos callados me ha funcionado bien, aunque el tarareo puede activarlo accidentalmente. En entornos con más ruido he tenido más problema, pues los audífonos han confundido mi voz con la de gente alrededor, deteniendo la reproducción aunque yo no haya emitido ni el más mínimo sonido. Es una opción experimental que merece refinamiento para próximas generaciones.
Hablemos de Sonido 360, la tecnología por la que los audífonos pueden reproducir hasta 36 canales para dar experiencias inmersivas auditivas. Antes de poder siquiera comenzar, habremos de tomar fotos a nuestras orejas desde la app, en un proceso que Sony asegura que es indispensable puesto que la representación en directo puede depender de la forma de la cabeza y de las orejas de cada quien.
La app de Sony hace un acompañamiento para el proceso de toma de fotos desde el smartphone, y asegura que las orejas se analizan para calcular cómo producir campos de sonidos personalizados.
Con todo y fotos, habrá que tener suscripción a un servicio de música compatible con 360 Reality Audio, en donde cada servicio tiene sus propios costos de suscripción. Los servicios admitidos son 360 by Deezer, Artist Connection, Nugs.net y TIDAL. He probado el servicio de Tidal y las pistas en 360 Reality Audio solo están disponibles para la suscripción HiFi, que es la más avanzada, con costo de 199 pesos al mes en México.
Incluso en ella, solo hay disponibles poco más de 200 álbumes compatibles con audio 360, que sin duda no son pocos, pero tampoco es un vasto repertorio para probar la tecnología 360 de Sony. Entre ellos, no todas las pistas sacan provecho de la ventaja de virtualizar multitud de canales de audio, de forma que mi experiencia ha sido desigual. Más que el audio 360, la auténtica de ventaja de usar servicios como Tidal en combinación con los XM4 está en el Dolby Atmos, y ahí, Sony no tiene la exclusiva. Quizás en un futuro se convertirá en un argumento de peso para adquirir unos XM4, pero de momento, no lo es.
Una cancelación de ruido que dice mejorar, aunque ya no hay casi quien le distinga
Saquémoslo del sistema: los Sony WH-1000XM4 son los mejores audífonos Bluetooth que he probado. Lo tienen de todo: los potentes y definidos graves, los precisos medios y los finos agudos. Pero no, no hay una diferencia sustancial en la capacidad de sonido que ya nos había presentado los Sony XM3, cuando ya teníamos graves claros y voces definidas. Ello se explica cuando recurrimos a la hoja técnica en donde el hardware es muy similar a la generación pasada.
Las mejoras auditivas están en las nuevas funciones: DSEE Extreme es una gran apuesta y que llega en momentos justos y necesarios, cuando nos acostumbramos cada vez más a hacer streaming de MP3 a 192 kbps, o, peor aún, en 128 kbps. Pero aunque en papel la idea me ha encantado, no he detectado esa recuperación de frecuencias de las que Sony se siente muy orgulloso. Es quizás, otra buena idea como el audio 360 y el Speak to chat que deberá tener mejoras para ser consideradas como funciones que aporten sustancialmente a la experiencia con los audífonos.
Por primera vez Sony no está enfocando su comunicación en saltos en la calidad de audio, y aquí el porqué. Los usuarios que tuvieron los XM3 gustarán por igual de los XM4, pero tengo dudas de que quien vaya solo por la calidad de audio, no se decante por el headset de hace un año, a un menor precio.
La opinión de Xataka México
Los XM4 son unos audífonos perfectos para experimentar, sin tener que renunciar a las victorias que Sony ha acumulado a lo largo de los años. Son precisos, adecuados, potentes en cancelación y casi no tienen igual en calidad de audio personal. Tienen unos graves que no distorsionan, pero alcance para proyectar agudos con definición. Pasamos varias generaciones para que la cancelación de audio llegara a un punto tan consolidado, que no parece que Sony pueda lograr un nuevo salto excepcional entre generación y generación.
Los que gusten de personalización tendrán en sus manos las herramientas ideales: desde el ecualizador preciso, el speak to chat y la habilitación del audio 360, pero, quienes estén fijos a sacar el mejor provecho a su dinero, tendrán capacidades más que suficientes con los XM3. Sony se une a la lista de fabricantes en otros productos y categorías tecnológicas que, ante la premura, no ha conseguido presentarnos una nueva generación con mejoras sustanciales.
Exigir que así lo haga me parecería injusto, cuanto más considerando lo que la familia de los WH-1000 nos ha dado en el último lustro, pero definitivamente devuelve la duda de si, en este tipo de productos de gama alta, una renovación anual vale la pena.
Cuando menos, tenemos un costo menor al del año pasado, aunque sigue siendo restrictivo. Mientras que los WH-1000XM3 llegaron a México a un costo de 9,999 pesos, los WH-1000XM4 cuestan 7,499 pesos.
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