Tener un reloj que mida la presión arterial es posible en México: ASUS ha encontrado una forma tecnológica interesante para echar mano de sensores de electrocardiografía (ECG) y fotopletismografía (PPG) para hacerlo, y de paso medir también estrés y oxigenación en sangre.
El VivoWatch SP es un reloj interesante por la propuesta lo bien equipado que está en cuanto a hardware pero que tiene problemas para traducir sus atractivas promesas encaminadas a la medición de indicadores de salud en una experiencia intuitiva para el usuario.
Luego de un par de semanas con el VivoWatch SP, este es nuestro análisis del smartwatch.
Características técnicas
ASUS VIVOWATCH SP | |
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DIMENSIONES Y PESO | 53,5 x 46,5 x 14,2 mm |
PANTALLA | TFT LCD de 1,34 pulgadas |
SISTEMA OPERATIVO | ASUS Health |
PROCESADOR | 1.15 GHz |
RAM | 1 GB |
BATERÍA | 200 mAH |
CONECTIVIDAD | Bluetooth 4.2 |
RESISTENCIA AL AGUA | 5 ATM |
SENSORES | 2x ECG |
PRECIO | 8,599 pesos |
Una pantalla que luce bien al rayo de luz
De forma clásica redonda y marco plateado, el VivoWatch SP no deslumbra al verse de lejos. No es del tipo de relojes que reclamen atención por doquier clamando cuántos sensores tienen por dentro y su conexión con el celular. Su personalidad es más bien sutil, y en pleno juego con ello está que el modelo equipa un solo botón que servirá las veces para desbloquear el reloj y para volver a la pantalla de inicio.
Los laterales sin embargo no están desnudos. Del lado izquierdo está un primer sensor ECG, similar al que usa el Apple Watch para hacer electrocardiogramas, y del lado derecho, arriba del único botón, está el sensor fotopletismografía, en un arreglo que adelanta que este reloj es distinto a otros.
La correa es de plástico, desafortunadamente de aquel que no deja respirar bien la piel y que en situaciones de deporte puede contribuir a sudor excesivo en la muñeca. Por lo demás, el reloj no se siente de construcción cara y no está hecho de materiales que lo hagan pesado, así que vestirlo es bastante práctico, hasta que se quiere ver la pantalla de noche.
La pantalla de 1.34 pulgadas con resolución 320x300 pixeles. La pantalla brilla a luz directa del sol porque Asus le ha equipado un LCD TFT LTPS, así que hace un extraordinario trabajo para reflejarse en condiciones de buena luminosidad.
El problema llega con la noche, dado que en caso de querer consultar la hora o notificaciones, es indispensable que se desbloquee para activar la luz, y para ello hay que recurrir al botón físico del reloj, como si se tratara de un reloj análogo con luz incorporada. El gesto de levantar el reloj para ver la hora no encenderá la luz por sí sola, sino que es necesario el desbloqueo a través del botón.
El LCD TFT tiene otros inconvenientes que hemos visto antes. La reproducción de color no es precisa, y es sumamente notable que no tendremos negros profundos.
Adicionalmente los colores siempre se verán deslavados, lo que contrasta con buena parte de los relojes de gama media dedicados al monitoreo de salud que han abrazado el OLED desde hace tiempo. Sobre el impacto en el consumo energético ya hablaremos, pero una de las principales razones por las que fabricantes adoptan este tipo de paneles, con todo y sus desventajas, es extender la autonomía de los dispositivos.
La buena noticia de este tipo de paneles es que es relativamente barato para el fabricante adoptar un omnipresente always on display, la función por la que la carátula elegida siempre esté desplegada en el reloj, no importando si se ha desbloqueado y tiene luz de fondo, o si está bloqueado, que es cuando dependemos de que la luz incida en la pantalla para verle con claridad. En definitiva eché de menos un OLED, sobre todo cuando relojes por el mismo rango de precios los han incorporado desde hace años ya.
Pero el VivoWatch SP no es vendido por ASUS por su calidad de pantalla, ni siquiera por su diseño sofisticado. En realidad su área de especialización está en el monitoreo de la salud, lo cual no sería nada sorprendente si el VivoWatch SP midiera, como casi todos los relojes de gama media, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, monitoreo de sueño y niveles de estrés.
En realidad el corazón de lo que hace distinto al VivoWatch SP respecto de la gran mayoría de otros smartwatches en el mercado es que es capaz de medir presión arterial, usando el tan llamativo sensor ECG en coordinación con el PPG.
El smartwatch que quiere popularizar la medición de presión arterial
El VivoWatch SP puede monitorear datos de salud a petición del usuario, o bien se le puede automatizar para que cada tanto tome algunas mediciones por sí solo.
El reloj desde luego monitorea sueño, cantidad de pasos y frecuencia cardíaca. Para la saturación de oxígeno, el índice de "armonía corporal", y el índice PTT deben medirse con el dedo pulgar sobre el sensor ECG del lateral izquierdo, y el dedo índice sobre el sensor PPG, del lado derecho. Tanto el estrés como el índice PTT pueden medirse de forma automática si se configura el reloj para ello, aunque ASUS sí asegura que las mediciones en donde el usuario fija sus dedos en los sensores hace que las métricas resultantes sean más precisa.
En cuanto a tiempos, la toma de saturación de oxígeno es bastante rápida pues solo toma 10 segundos, pero los índices de armonía corporal y el PTT tomarán un minuto o poco más cada uno. El índice de armonía corporal mide la "respuesta simpática y parasimpática del cuerpo y calcula los índices de vitalidad y relajación". La métrica se compone de dos cifras distintas, una que "refleja la resistencia al estrés" y otro que muestra "el nivel de relajación o estrés actual". Ambos resultados sirven como insumo para el índice de "armonía corporal". Con tantas cifras sin duda la medición de estrés podría ser más intuitiva.
Algo similar sucede con el tiempo de tránsito en pulso. Al hacer la medición el reloj dará cuatro resultados distintos: oxigenación, frecuencia, nivel de estrés y, el más importante de todos, presión arterial. Los cuatro indicadores se actualizarán en la app ASUS Health que, producto de las mediciones manuales pero en mayor medida de las automatizadas, al cabo de unos días ha acumulado una cantidad sorprendente de datos que se reflejan en varias gráficas.
El problema acá es que ni el reloj ni la app dejan en claro que los números centrales de la medición PTT son la estimación de presión arterial. Es de suponerse que así se trata dado los rangos de los números otorgados, pero el manual no lo deja en claro, y en la app los números se enlistan en "índice PTT". No ayuda que la app tenga otro apartado dedicado a presión arterial y que este nunca se actualiza, sino que permanece vacío no importa cuántas mediciones hagamos.
La explicación desde ASUS para esto último es que el apartado de la app de presión arterial tiene como finalidad que el usuario introduzca manualmente las mediciones que le son más importantes para seguimiento, sea que esas mediciones provengan desde el reloj o no. Así que si un usuario no ingresa manualmente los datos para presión arterial, la gráfica correspondiente nunca mostrará dato alguno.
Más allá de cómo se despliegan e interpretan los datos, tecnología en pantalla, o tiempo de métricas, el mecanismo que ha encontrado ASUS para medir la presión arterial es una hazaña tecnológica que resulta de conversaciones médicas de hace lustros. En 2010 el investigador Qiao Zhang ya recopilaba varias técnicas para utilizar el tiempo de tránsito en pulso como forma indirecta para conseguir el dato de presión arterial.
El dato de presión arterial hace referencia a la fuerza con que la sangre empuja hacia los costados de las arterias. La presión no es la misma cuando el corazón se contrae y cuando se relaja, de ahí que la presión arterial se componga de dos cifras, la más alta es la presión sistólica, es decir, cuando el corazón se contrae, y la más baja es la presión diastólica, es decir, cuando el corazón se relaja.
Las técnicas sobre obtener la presión arterial a partir del tiempo de tránsito en pulso han sido discutidas desde hace muchos años precisamente porque obtener el PTT puede hacerse a través de mecanismos no invasivos. Como la definición del PTT lo adelanta, se necesita esencialmente de sensores de electrocardiografía (ECG) y sensores de fotopletismografía (PPG), exactamente los mismos que están en el VivoWatch SP.
Los ECG captan y amplían los impulsos eléctricos del corazón. Las ondas recibidas se dividen en varios segmentos, en donde la onda R es la positiva más fuerte de todo el ciclo, y el que es esencial para obtener el tiempo de tránsito en pulso. Por su parte el PPG detecta ondas cardiovasculares que se propagan por el cuerpo con un proceso que consiste en registrar las variaciones de volumen sanguíneo, emitiendo luz desde un diodo LED hacia la piel y midiendo los cambios en la absorción de luz. Para este caso en específico, cuando hay más volumen de sangre en la muñeca se recibe menos luz de la emitida hacia la piel, debido a que la sangre contiene eritrocitos y hemoglobina que absorbe la luz. A menor luz recibida, mayor volumen de sangre, y son esos cambios los que permiten deducir los impulsos del corazón. Con ese principio el sensor PPG del reloj puede generar un gráfico de onda donde cada punto máximo ocurre en la presión sistólica y en cada punto mínimo ocurre la presión diastólica.
Todos esos procesos ocurren varias veces en el minuto en que se hace la medición PTT. Los datos resultantes de cada sensor se combinan en una ecuación que ASUS no revela cuál de todas las técnicas disponibles es, pero que al final resulta en las dos medidas que componen la presión arterial.
ASUS indica que las métricas del VivoWatch SP son "de nivel médico" aunque admite que el reloj no puede sustituir a un dispositivo especializado. El manual correspondiente incluso señala que "no está diseñado para diagnosticar condiciones de salud", y que los resultados sirven únicamente como referencia. De cualquier forma en lo que tiene que ver con la presión arterial el VivoWatch SP sale bien parado. En mis comparaciones con un baumanómetro los resultados han sido más que decentes.
He tenido muy pocas mediciones donde los resultados han coincidido menos, cuando he obtenido una presión sistólica de 20 mm Hg por encima de la sistólica indicada en el baumanómetro. ASUS asegura que la precisión del sensor PPG podría variar según las condiciones y los entornos de medición y recomienda siempre limpiarlo antes de usarse. Por si acaso mejor no olvidar que por ahora, incluso con toda la tecnología descrita, los resultados en presión arterial conseguidas por un wearable como el VivoWatch SP son más orientativos y no puede remplazar a un dispositivo médico especializado. Quizás en algún momento lleguemos a un futuro en donde las lecturas de un wearable sean totalmente certeras.
Para terminar, habrá a quien le resuene la presencia de un ECG en el reloj y se preguntará si es posible tomar un electrocardiograma al estilo de lo que el Apple Watch puede hacer fuera de México. Técnicamente el reloj puede hacerlo, pero ASUS extrañamente no lo ha acondicionado para que arroje ese resultado. Así, el VivoWatch SP se une al Apple Watch en cuanto a que son dispositivos que cuentan con ECG, que se comercializan en México, pero que por ahora no generan electrocardiogramas.
Interfaz, mucho camino por recorrer
El VivoWatch SP podría verse beneficiado de un lavado de cara y de una interfaz adecuada para que las notificaciones estén más a la mano. Contrario a como suele ocurrir con la mayoría de relojes, las notificaciones no aparecen deslizando el dedo hacia arriba desde el extremo inferior, sino que hay que deslizar hacia abajo y después debe deslizarse a cualquiera de los dos costados para llegar a ellas.
Si se desliza de derecha a izquierda los menús que aparecen, en orden, son pasos - sueño - despertador - hora - ejercicio - pulsaciones - oxigenación - armonía corporal - índice PTT. Deslizar en sentido contrario muestra las mismas pestañas en sentido inverso.
Claramente ASUS tiene pendientes con las notificaciones. No solo es que no accesibles de inmediato, sino que además las palabras se suelen cortar con facilidad cuando se despliegan en pantalla, no por orden de sílabas, sino que a veces solo dejando una o dos letras para el renglón siguiente.
Al momento de hacer mediciones PTT parece que un mensaje fue dispuesto para orientar al usuario sobre cómo mover el dedo índice y que quede mejor expuesto ante el sensor PPG, pero la interfaz no ha sido bien optimizada así que la única palabra que puede leerse debajo del gráfico del proceso es "cuidadosamente". Este fue el problema que más retardó mis mediciones PTT, y aunque movía el dedo hacia todas las direcciones nunca deduje cuál es el mensaje completo.
En sistema operativo hay más desventajas importantes: para empezar la muy poca variedad de watchfaces, pues solo hay ocho disponibles en el reloj. El smartwatch además no cuenta con modo "no molestar", así que la única forma de evitar que vibre durante la noche por las notificaciones recibidas es desconectarlo del smartphone. Activar el modo "no molestar" en el teléfono no hizo en mi caso que las notificaciones dejaran de llegar al reloj.
Para completar los desperfectos del SO, están las nulas modalidades de ejercicio, lo que resulta extraño dado el enfoque de salud que tiene el VivoWatch SP. El reloj no cuenta con ejercicios predefinidos por hacer, ni siquiera los más básicos. Las únicas modalidades que el reloj muestra al momento de registrar un ejercicio es si se hará en exteriores o en interiores, y en el primer caso activará el GPS.
Una batería para una semana, pero con un gran "pero"
La buena noticia es que estamos ante un reloj que no tendrá solo dos días de vida, como muchos otros en el mercado.
ASUS asegura que el reloj debería tener una autonomía de hasta 14 días, aunque en mi experiencia la duración de la batería ha sido de solo siete días, aunque el dato tiene truco. Al llegar al 10% de batería el reloj deja de mostrar la carátula elegida y solo muestra la hora en formato digital junto con un anuncio de batería baja.
El reloj dejará de funcionar para hacer mediciones manuales de salud, para consultar notificaciones, o para acceder a cualquier menú. A partir del 10% estaremos esencialmente ante un reloj que, casi como por un hechizo que termina, se convierte en análogo. En los últimos diez puntos porcentuales el reloj ni siquiera conserva la luz del LCD que se activa normalmente al presionar el único botón, así que ver la hora en condiciones de oscuridad se vuelve definitivamente imposible.
Vaya, para efectos prácticos, la autonomía del reloj es del 90% de su capacidad, y ese 90% me ha rendido cinco días. Los dos restantes ha hecho su magia ese 10% que me ha dejado con un smartwatch con el que no he podido interactuar. Ahora, a favor del reloj, los cinco días del 90% de batería le he dado un uso extenuante, con mediciones manuales constantes a propósito de esta reseña.
Sería injusto comparar directamente por autonomía al reloj con otros que no tienen sensores ECG y PPG, así que me limitaré a decir que cinco días por una medición constante de presión arterial me parece sensato. Aquí es donde toma sentido la decisión en el panel: a sabiendas de que los sensores acabarían con la batería, ASUS ha decidido ahorrar en cualquier otro aspecto para que la autonomía no acabara siendo de 24 horas.
La opinión de Xataka México
ASUS tiene algo interesante entre manos. Ha encontrado un nicho en el nicho. El VivoWatch SP claramente podrá ser mejor aprovechado por quien, además de estar familiarizado con dispositivos wearables y particularmente los smartwatches, requiera de mediciones constantes y automatizadas de presión arterial, sin tener que recurrir decenas de veces al día a un dispositivo externo y hacer mediciones manuales.
La precisión no será la misma, pero la comodidad de que las lecturas se hagan con buen nivel de fiabilidad desde el reloj es incomparable.
Pero los obstáculos de comunicación son inmensos. El VivoWatch SP no solo tiene como reto encontrar al nicho del nicho, sino que además juega en su contra un sistema con interfaz poco atractiva, una pantalla con baja resolución y nitidez mejorable, y una optimización que ya hemos visto en otros smartwatches para hacer cosas propias de uno, como consultar notificaciones con rapidez o tener variedad de ejercicios por registrar.
Mis primeras impresiones con el reloj no fueron buenas porque la gran mayoría de tareas que podría hacer con un smartwatch no pude realizarlas con la misma sencillez con el ViVoWatch SP, y eso podría disuadir a un público que, como yo, da por hecho que debería poder hacer más cosas con su smartwatch que medir su estado de salud. Conciliar esos intereses diferentes debería de ser el reto para próximas iteraciones del reloj, la buena noticia es que técnicamente, contar con sensores PPG y ECG en el reloj, no está peleado con tener un software afinado.
El VivoWatch SP cuesta 8,599 pesos en México, y puede encontrarse en las principales plataformas de comercio electrónico en el país.
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