En un día común en casa. Se puede disfrutar de una serie en una tableta, mientras se trabaja en la computadora y el smartphone arroja notificaciones de todas las novedades en redes. Todos estos aparatos conectados a la misma red WiFi. Pero como nada es para siempre, repentinamente, sin que se sepa qué sucedió, el Internet se vuelve más y más lento.
¿Quién no ha vivido un episodio así? En muchas ocasiones, la velocidad del intercambio de datos se ve reducida al mínimo, pues no se tiene un router potente y versátil, como los que tienen capacidades AiMesh de Asus, y, por eso, las redes WiFi tienen esa mala fama de ser lentas para las necesidades actuales de transferencia.
Además, hay que pensar que en cada casa hay dos o tres personas conectadas a la misma red, con el mismo número de dispositivos o que, incluso, se desplazan por el inmueble.
Si a esto agregamos otros detalles como la distribución de los hogares, sus materiales de construcción y hasta algunos muebles, así como la ubicación del módem, en definitiva la velocidad de la red puede convertirse en una verdadera pesadilla. La conexión puede no ser constante, interrumpirse, tornarse lenta, fallar o desaparecer por completo.
¿Qué hacer para remediar estos inconvenientes? Bueno, los protocolos básicos pasan por:
Reiniciar el router: un clásico que, en ocasiones, funciona es apagar y prender la fuente de nuestra conexión a Internet -a manera de purga-.
Reubicar el router: si tu dispositivo está en una habitación alejada de los espacios en los que más actividades hay, valdrá la pena moverlo de manera que la señal no se pierda a causa de la distribución del inmueble.
Ajusta la antena: es posible que la posición de la antena no sea la adecuada para hacer llegar la señal a más espacios. Ahora, hay que considerar que muchos de los routers actuales ya no cuentan con antenas externas ajustables, así que sólo quedaría reubicarlo.
Interferencias: si el aparato se encuentra en una zona densamente poblada podría estar sufriendo de interferencia del modem/router de tus vecinos; además, teléfonos inalámbricos y monitores de bebes pueden contribuir con interferencia, así que cambiar de canal a una frecuencia menos congestionada podría ser la solución.
Se pueden usar apps gratuitas como NetSpot o Wi-Fi Analyzer para saber si hay muchas señales cercanas y el canal en el que se encuentran.
Ahora, el problema de estas soluciones es que ninguna es de largo plazo. Será cuestión de tiempo para que la red se vuelva a sentir lenta, que el canal de la señal se congestione o que se detecten nuevos espacios donde la señal del router no llega.
De manera que lo que podría requerirse realmente es colocar tecnología Mesh en casa. ¿Que es esto? Bueno se trata de un sistema que permite amplificar y dar estabilidad a las señales del WiFi para que ningún espacio en el hogar se quede sin conectividad.
¿Mesh, qué es eso?
El WiFi Mesh, también conocido “WiFi en malla”, está compuesto por varias estaciones, una base principal y los nodos, que operan en las bandas de 2.4GHz y 5 GHz. La ventaja de estos dispositivos Mesh es que son capaces de comunicarse entre sí para formar una red de amplia cobertura que se presenta al usuario con un identificador y contraseña únicas.
En primera instancia se podría pensar que esta tecnología es algo que ya se tiene con los routers y los repetidores; sin embargo, no es así.
La tecnología Mesh, como la que ha sido desarrollada por compañías como ASUS, es capaz de redirigir el tráfico por la red de manera inteligente, pues calcula la capacidad de los dispositivos que la integran y conectan al usuario al nodo más óptimo según su ubicación, potencia de señal y velocidad de conexión. Otorgando al usuario siempre la mejor conexión inalámbrica posible de manera continua incluso al moverse dentro del hogar.
Esta manera de distribuir el tráfico es la gran diferencia entre Mesh y el WiFi clásico con repetidores, pues estos últimos se conectan dependiendo la proximidad y generalmente hay que cambiar de red WiFi manualmente, por eso cuando se conecta a un repetidor se pierde la conexión por varios segundos.
Conectividad fácil en cada rincón
La tecnología Mesh, es conveniente para lugares con espacios grandes, como casas o departamentos amplios. Pero también es una forma práctica y sencilla para contar con la conectividad y movilidad que se requiere en el hogar (no hay necesidad de instalar cableados, repetidores y puertos por toda la propiedad).
Ahora, el diseño se ha vuelto un must para el mundo de la tecnología y la estética de los aparatos que conforman las redes Mesh son atractivos y vanguardistas, capaces de integrarse armónicamente a diferentes ambientes. Un ejemplo es Lyra trio, de ASUS, un kit Mesh que consta de tres unidades capaces de dar solución a los problemas de conectividad previamente mencionados.
Una red con estas características ayudaría a optimizar la conectividad en los hogares donde distintas personas acceden a Internet a través de diferentes dispositivos que consumen datos en diferentes escalas. Los gamers, los contenidos de streaming y hasta las transmisiones de videovigilancia contarán con una señal estable y fluida.
Para los usuarios que busquen un sistema Mesh veloz, robusto y con opciones avanzadas hay soluciones que permiten crear un sistema que emplea múltiples routers (se pueden combinar diferentes modelos con distintos nodos), como por ejemplo los de ASUS con AiMesh, según sea la necesidad de cobertura. Todo esto conservando las características avanzadas típicas de estos aparatos como IPTV, VPN, QoS, DDNS, DLNA, FTP y SAMBA, entre otros.
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