La invasión de Rusia a Ucrania no ha afectado las operaciones en la ISS, ni los planes para que un astronauta de la NASA vuelva a la Tierra a bordo de una nave espacial rusa Soyuz a finales de mes, de acuerdo con funcionarios de la Agencia.
Durante una sesión informativa sobre las caminatas espaciales en la Estación, Joel Montalbano, gerente del programa ISS de la NASA, mencionó que las tensiones entre Rusia y Occidente no se han extendido a la ISS y los procedimientos para regresar astronautas de la Estación a Tierra continúan según lo planeado.
"Nada ha cambiado en las últimas tres semanas", señaló Montalbano, "no estamos viendo ningún impacto en lo que sucede a nuestro alrededor, somos conscientes de lo que está pasando, pero podemos hacer nuestro trabajo y continuar con las operaciones".
El caso del astronauta americano que se subirá a una nave rusa para regresar al planeta
Entre estos procedimiento se encuentra el lanzamiento de la nava espacial Soyuz MS-21 el 18 de marzo con rumbo a la ISS, que llevará a tres cosmonautas rusos a la Estación. Además, el 30 de marzo, la Soyuz MS-19 volverá a la Tierra con los cosmonautas rusos Anton Shkaplerov y Pyotr Dubrov, junto con el astronauta de la NASA, Mark Vande Hei, quien recientemente rompió el récord de la mayor cantidad de días consecutivos en el espacio de un tripulante estadounidense.
Hasta ahora se habían dado rumores en distintos medios donde se especulaba que podrían negarle el asiento a Vande Hei a bordo de la Soyuz, luego del video que mostraba a los cosmonautas yéndose de la Estación, y con ellos el segmento ruso de la misma, pero esto ha sido desmentido por el propio Montalbano.
"Puedo asegurar que Mark regresará a casa en esa Soyuz, no hay confusión en eso", mencionó como parte de la misma sesión informativa. Esto también fue confirmado por la Roscosmos, que en un comunicado informó que nunca estuvo en duda la vuelta a Tierra de Vande Hei.
Montalbano también informó que actualmente se está finalizando un acuerdo de trueque de asientos entre la NASA y la Roscosmos, para permitir a astronautas de la agencia americana volar en la nave Soyuz a cambio de que los cosmonautas lo hagan en vuelos tripulados comerciales, que entrenarían en Star City, Rusia y en el Centro Espacial Johnson, así como en la sede de SpaceX respectivamente.
Un trabajo combinado para mantener la estación
De acuerdo con el gerente, ni la NASA ni la Roscosmos puede operar la Estación por su cuenta, pues fue diseñada para ser interdependiente, y si se quiere tener éxito, se necesita del trabajo en conjunto de ambas partes para hacerla funcionar.
Recordemos que el segmento estadounidense de la Estación maneja el control de actitud "no propulsivo" y ofrece comunicaciones y energía para el segmento ruso, mientras que este lado da la propulsión para mantener en órbita a la estación, así como controles de actitud adicionales.
Además la nave espacial de carga Cygnus que se encuentra conectada a la Estación también busca apoyar en estas tareas, pero la prueba para verificar su utilidad se realizará hasta primavera de este año.
Imagen: NASA/Roscosmos
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