Dos hembras son las únicas ejemplares existentes de rinocerontes blancos del norte (RBN) en el mundo. A pesar de estar casi condenados a la extinción, parece que un camino esperanzador se abre tras los avances realizados por BioRescue, compañía alemana que busca hacer hasta lo imposible para rescatar a esta subespecie.
Los investigadores aseguran que una rinoceronte blanca del sur (especie menos amenazada) fue fecundada mediante transferencia de embriones, marcando el primer uso exitoso de este innovador método. Se espera que este mecanismo pueda ser utilizado con los rinocerontes blancos del norte. Aunque eso no es lo más sorprendente.
Una muerte que condena
Sudán, poco tiempo antes de morir.
Desde hace casi 10 años que un grupo de científicos se reunió en Viena para desarrollar una ruta eficiente para asegurar la perpetuidad de los rinocerontes blancos del norte definiendo el trayecto de BioRescue. Por aquel entonces, en 2015, había tres individuos de la especie, dos hembras (Najin y Fatu) y un macho (Sudán). La muerte de Sudán fue un crudo recordatorio para la humanidad, señalando lo vulnerables que son las especies animales con las que compartimos la Tierra y por las que hemos hecho tan poco a lo largo de nuestra historia.
Sudán se convirtió en un símbolo emblemático de la crisis de la extinción de especies. Nacido en Sudán en 1973, vivió la mayor parte de su vida en cautiverio, primero en un zoológico en la República Checa y luego en la reserva Ol Pejeta Conservancy en Kenia. A medida que la población de rinocerontes blancos del norte se redujo drásticamente debido a la caza furtiva y la destrucción de su hábitat, Sudán se convirtió en el último macho de su subespecie, dejando a la especie al borde de la extinción.
Falleció el 19 de marzo de 2018 a la edad de 45 años debido a problemas de salud relacionados con la edad. Su muerte marcó el fin de la esperanza de preservar la subespecie mediante la reproducción natural. Antes de su deceso, los conservacionistas habían intentado diversas estrategias para salvar a los rinocerontes blancos del norte, incluyendo la inseminación artificial y la transferencia de embriones, pero ninguna tuvo éxito, hasta ahora.
Una muerte que esperaza
Fotografía de Curra.
Tras años intentado crear embriones de RBN, BioRescue logró la transferencia de embriones para embarazar a una rinoceronte blanca del sur. Este proceso de reproducción asistida implica colocar embriones desarrollados en el útero, con el objetivo de lograr un embarazo fabricado. La transferencia de embriones se asocia con la fertilización in vitro, donde los óvulos y los espermatozoides se combinan en el laboratorio para dar forma a los embriones.
El método ya demostró ser exitoso, aunque no de la manera esperada. Curra murió después de ser sometida a la prueba, aunque en esta ocasión la causa de muerte no estuvo relacionada con la transferencia de embriones ni con la caza furtiva. Se encontró que la rinoceronte había comenzado el proceso de embarazo hasta que se realizó la autopsia, en la cual también determinaron que Curra se infectó con esporas de la cepa clostridium presentes en agua tras una inundación.
Esto alzó las alarmas del equipo, quienes no solo comenzaron una campaña de vacunación y aislamiento para los rinocerontes como Curra, también para las dos rinocerontes balncas del norte. En entrevista, Frank Göritz, veterinario principal del proyecto, lamentó el incidente.
"Presenciar la muerte de un animal con el que has trabajado durante tanto tiempo por razones que escapan a tu control es deprimente. Intentamos controlar todos los factores que afectan al bienestar de los animales, pero en la naturaleza no puedes controlarlo todo y a veces tus planes se ven frustrados por las fuertes lluvias y una enfermedad. Es muy triste, pero intentamos mirar hacia adelante y verlo como un hito en la misión de BioRescue".
Pese a ello, la gente de BioRescue se mantiene positiva, pues este fue un primer gran paso para asegurar la preservación de los rinocerontes blancos del norte. El plan es comenzar con la transferencia de embriones en RBN, tal que para los próximos años se logre criar a unos 20 ejemplares, quienes deberán ser acompañados por Najin y Fatu para que aprendan el comportamiento social de su especie.
El tiempo está en contra del proyecto, sobre todo teniendo en cuenta que el financiamiento del Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania terminará en 2025, por lo que tendrán que buscar nuevas vías para obtener el dinero necesario para su proyecto. Están en el límite para mostrar sus resultados, por lo que puede ser que la dolorosa muerte de Curra sea un importante acontecimiento para la re-población de una especie al borde de la extinción.
