"La nueva Motorola", así es como podemos llamar a la compañía americana después de la enorme cantidad de movimientos que realizaron para colocarse, una vez más, como referentes en el mercado móvil; claro todo después de su adquisición por parte de Google.
Aquellos movimientos que llevaron a la empresa a una total renovación, implicaron el lanzamiento de un catálogo de dispositivos pensado para cualquier tipo de usuario, pero especialmente dando énfasis en la gama de entrada con modelos económicos pero muy atractivos.
Hace unas semanas aquella gama de entrada se renovó en México con la llegada del nuevo Moto E (2015). Terminal que obviamente presentaba cambios respecto a su versión anterior, ¿pero será que mantiene la misma esencia? (sí, aquella de tener en mano un móvil económico que cumple con su cometido), vamos a responder esa pregunta en su análisis a fondo.
¿Será que este nuevo Moto E mantiene la esencia de su antecesor?
Especificaciones técnicas
Como ya es una costumbre en nuestros análisis, no podemos empezar a revisar a fondo cada uno de sus apartados sin antes hacer un completo repaso por sus especificaciones técnicas. Aclaramos que la versión reseñada es la 3G, que tiene las siguientes características:
Motorola Moto E 2015 (3G) | |
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Dimensiones físicas | 129.9 x 66.8 x 12.3 milímetros |
Peso | 145 gramos |
Pantalla | IPS 4.5 pulgadas con Corning Gorilla Glass 3 |
Resolución | 540 x 960 pixeles (245ppi) |
Procesador | Snapdragon 200 quad-core a 1.2 GHz |
RAM | 1 GB |
Memoria | 8GB, ampliable vía microSD hasta 32GB |
Batería | 2390 mAh (no extraíble) |
Cámaras | 5 megapixeles + frontal VGA |
Sistema Operativo | Android 5.0.2 Lollipop |
Conectividad | WiFi 802.11 b/g/n, 3G, HSPA+, Bluetooth 4.0 LE, GPS y GLONASS |
Precio | 2299 pesos |
Vemos que existen cambios en la mayoría de sus especificaciones técnicas, si lo comparamos con su antecesor. El único apartado que no sufre mejora es el de la resolución de su pantalla, de ahí en fuera el tamaño del panel, el almacenamiento, el añadido de la cámara frontal, y mejoras en la cámara principal son algunas de las novedades en esta nueva generación.
En el caso del chipset, aunque se utiliza el mismo Snapdragon 200, ahora pasa a ser un modelo con cuatro núcleos; recordemos que el Moto E (2014) llevaba el mismo chip pero en su versión dual-core.
Diseño, el lenguaje característico de la línea Moto
Cuando aquella "nueva Motorola" nació, también dio a conocer el nuevo lenguaje de diseño de su línea Moto, el cual ha ido manteniendo hasta su segunda generación de dispositivos, sí, incluyendo el nuevo Moto E aquí analizado.
La firma está utilizando plástico para el cuerpo del dispositivo, una decisión totalmente acertada sabiendo que está enfocado a un público específico que no necesariamente se preocupa por el material con el que está construido. Aunque además le beneficia trasmitiéndonos una enorme sensación de robustez.
En mano, aún con sus 145 gramos de peso, cae perfecto.
En mano, aún con sus 145 gramos de peso, cae perfecto. Su tapa trasera tiene un tacto muy agradable, todo gracias a la textura tipo goma —que le beneficia no siendo resbaladizo—, pero también hay que reconocer la curva de dicha tapa, que se amolda perfectamente en la mano.
Un punto a destacar del diseño, que es parte de la típica personalización implementada por Motorola en sus móviles, es su marco. No podemos acceder a la batería, así que las bandejas para el SIM y la microSD las veremos si removemos el marco, el cual estará disponible en diferentes colores dando oportunidad a una mínima, pero agradecida, personalización. Eso sí, cuidado al remover el marco, pues si se le aplica demasiada fuerza podría romperse.
El marco estará disponible en diferentes colores, dando oportunidad a una mínima, pero agradecida, personalización.
Como ya lo detallamos más arriba, la pantalla crece hasta las 4.5 pulgadas, implicando así que la cota de su grosor y altura aumenten. No obstante, dicho aumento beneficia considerablemente su batería pues ésta ahora tiene una mayor capacidad, aunque no la podemos remover del cuerpo.
Como últimos detalles del diseño: el frontal pasa a eliminar la línea cromada bajo la pantalla, eliminando así su segundo altavoz —el superior se queda con una calidad poco destacable—; y sus botones en el marco ahora tienen una construcción más sólida así como una interesante diferenciación (el de encendido/bloqueo lleva una ligera textura).
Aquí una tabla comparativa de sus dimensiones con la versión anterior:
Altura | Anchura | Grosor | |
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Moto E 2015 | 129.9 milímetros | 66.8 milímetros | 12.3 milímetros |
Moto E 2014 | 124.8 milímetros | 64.8 milímetros | 12.3 milímetros |
Pantalla, una de las mejores en smartphones de gama baja
La primera generación de este dispositivo llegó con un panel de 4.3 pulgadas, así que para esta renovación Motorola ha decidido aumentar su tamaño hasta las 4.5 pulgadas. A nuestra consideración, este aumento es un total acierto pues su manejabilidad crece de forma notable.
Desgraciadamente el nuevo tamaño no se ha visto emparejado con una mayor resolución.
Desgraciadamente el nuevo tamaño no se ha visto emparejado con una mayor resolución, el panel se queda con los 960 x 540 pixeles del modelo anterior y con una menor cifra en la densidad: 245 pixeles por pulgada. No podíamos esperar que llegara al 720p —para quien busca eso el Moto G primera generación es la opción—, pero eso sí, los pixeles individuales son muy notables.
Aún así, el rendimiento general del panel IPS es sobresaliente. Los colores son buenos, y los negros tiene una calidad notable; por su parte los blancos se muestran un poco más cálidos de lo normal. Los ángulos de visión se mantienen en lo común, amplios por el tipo de panel utilizado.
El brillo, tanto máximo como mínimo, tiene mejoras respecto al modelo anterior, aunque extrañamos un poco más de visibilidad en exteriores; si la luz del sol incide directamente en la pantalla es muy difícil visualizar los contenidos.
Rendimiento, idéntico a su antecesor
Tal como revisamos en su tabla de especificaciones, el principal cambio en su hardware es que el chipset utilizado ahora es un modelo de cuatro núcleos Cortex-A7 a 1.2 Ghz, su GPU es la misma Adreno 302, y la memoria RAM de 1GB.
Sobre el papel estas características son superiores al modelo anterior, sin embargo, su rendimiento es idéntico. En la mayoría de casos Android se mueve fluido, principalmente con un uso cotidiano, pero en situaciones puntuales nos hemos topado con problemas.
Sobre el papel estas características son superiores al modelo anterior, sin embargo, su rendimiento es muy idéntico.
Por ejemplo: la multitarea no va del todo bien pues el cambio entre aplicaciones es demasiado lento, además algo básico como el regreso a la pantalla principal (desde una aplicación) llega a tener un importante retraso a partir de que pulsamos el botón Inicio. Sobre estos problemas, existe la posibilidad de que Android 5.0 sea el responsable.
Si alguien quiere conocer su rendimiento en benchmarks aquí dejamos un gráfico comparativo con otros dispositivos similares:
Un punto que consideramos totalmente a favor es el del aumento de su almacenamiento. Ahora este modelo incorpora 8GB de serie, de los cuales tenemos cerca de 5GB disponibles para el usuario. Si somos de aquellos exigentes, podemos optar por sumarle una memoria microSD, que puede ser de hasta 32GB.
Si somos menos estrictos con su uso, la autonomía puede alargarse hasta los dos días.
Y por último dentro de este apartado vamos a hablar un poco de su batería. La capacidad de ésta aumenta de manera notable, hasta los 2390 mAh concretamente. Por ello la cifra de autonomía es ligeramente mayor a lo que nos ofrece un smartphone de la era actual: terminamos el día con un 30% de su capacidad; si somos menos estrictos con su uso puede alargarse hasta los dos días.
Para quien tenga dudas del dato, phoneArena tiene un análisis referente del apartado. |
Cámara, el punto más débil
Tal como lo hemos dicho en la mayoría de nuestros últimos análisis de móviles, la cámara es un apartado que inevitablemente tenemos que analizar y valorar con tiempo, ¿cuál ha sido el resultado de la integrada en este nuevo Moto E?, veamos.
Esta renovación se queda con el mismo sensor de cinco megapixeles —sin flash—, aunque agrega al juego mejoras en su enfoque (abriendo paso al enfoque automático) y una cámara frontal —que adelantamos: es decepcionante.
Como era de esperar, en escenas con mucha luminosidad y poco complicadas, la cámara se comporta de forma decente, no existen problemas con el enfoque y las capturas se pueden realizar tan sólo con apuntar y disparar.
El apartado fotográfico queda como el más débil de todo el terminal.
No obstante, las tomas son de muy baja calidad; la falta de detalle y la pobre captura de colores, son sus mayores carencias. Y ya si hablamos de cómo se comporta en plena obscuridad, el apartado fotográfico queda como el más débil de todo el terminal.
En la mayoría de casos, el modo HDR puede salvar las capturas; así que ante sus carencias, dicha funcionalidad es la que le permite pasar el examen —como diríamos en México— de panzazo.
Con el auge de los selfies, Motorola se vio comprometido en integrar una cámara frontal en el terminal. Pero tal decisión parece que fue tomada muy a la ligera, ya que el sensor VGA es de lo peor que hoy podemos encontrar en un smartphone de su categoría, —en nuestra opinión, hubiéramos preferido que lo omitieran para mejorar otros apartados.
Software, la receta se vuelve a repetir pero ahora con sabor a Lollipop
Como es usual en la familia Moto, este nuevo Moto E llega con una versión de Android puro. Nada de capas de personalización, pero sí alguna que otra aplicación o funcionalidad propietaria de Motorola.
Como es usual en la familia Moto, este nuevo Moto E llega con una versión de Android puro.
Aquí podemos destacar la integración de la famosa "Pantalla activa": que nos permitirá visualizar el reloj y notificaciones con el terminal bloqueado —aunque la idea difiere un poco de lo que ofrecen los Moto X, todo por tener que encender el panel y no sólo los pixeles necesarios (recordemos que no estamos ante una pantalla AMOLED)—; la aplicación propietaria de la cámara; o el asistente de migración.
Aunque más que eso, dentro del software destaca la versión del SO: Android 5.0.2 Lollipop. De hecho nos atreveríamos a decir que es una de las mayores cualidades del terminal —sumándose a las actualizaciones garantizadas—, pues ahora mismo no podemos encontrar un terminal de gama baja que lo integre de serie. Eso seguirá siendo una de las mejores armas de Motorola.
La opinión de Xataka México
Desde 2013 hemos visto como la gama baja de Android se ha consolidado de forma notable (de hecho lo hicieron a tiempo sabiendo que terminales como el Lumia 520 le estaban comiendo el mercado), y dos años después seguimos recibiendo apuestas respetables, el Moto E 2015 es una de ellas.
El diseño, pantalla, y autonomía, son de los mejores apartados que puede presumir el móvil; no llegando a ser comparables con dispositivos de una gama más elevada, pero sí sobresaliendo entre las apuestas dentro de la gama de entrada.
Por otro lado, el rendimiento y la cámara, son los puntos que podría llegar a mejorar el dispositivo en futuras versiones. No descalificamos dichos apartados por completo, pero sí pensamos que pudo haber existido una mejora sustancial si lo comparábamos con el modelo anterior.
Podríamos catalogar a este Moto E 2015 como, al día de hoy, la mejor opción para quien ande en busca de un móvil asequible.
Aún así, ante sus carencias, podríamos catalogar a este Moto E 2015 como, al día de hoy, la mejor opción para quien ande en busca de un móvil asequible que pueda ofrecer una experiencia de usuario sobresaliente. Lo cual se sumaría a tener Android 5.0.2 en un estado puro así como posteriores actualizaciones.
Motorola ha vuelto a realizar un gran trabajo con el Moto E 2015, y de hecho, ya está siendo uno de nuestros favoritos para llevarse el trono de mejor smartphone de gama baja de este año. Esperamos que la competencia no se la deje fácil —una vez más— a la compañía; en cualquier caso, con dispositivos como éste, los usuarios somos los ganadores.
7.2
A favor
- Diseño robusto; mínima pero agradecida personalización.
- A pesar de repetir la resolución, el panel tiene rendimiento aceptable.
- Autonomía puede alargarse hasta los dos días.
- Hasta ahora, el único smartphone que ofrece Lollipop por este precio.
En contra
- Rendimiento comprometido en situaciones puntuales.
- La cámara principal sigue siendo un problema.
- Hablamos de la versión 3G, si queremos mejoras notables hay que optar por la 4G, pero a un precio mayor.
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