‘God of War’ es una franquicia muy especial para Sony, sin duda puede entrar entre las sagas más populares de PlayStation, con una propuesta muy atractiva y agresiva para lo que tenían en el mercado. Después de cinco años de su último título, es momento de regresar con Kratos de protagonista, intentando resolver las dudas que todos teníamos desde su anuncio.
El título desarrollado por Santa Monica tenía un reto muy grande, intentando renovar a la saga en todos los aspectos, pero manteniendo los pilares de su éxito. Nos encontramos ante el juego más ambicioso de la serie, con una narrativa más profunda y con un ritmo más pausado. Les compartimos nuestro análisis libre de spoilers de ‘God of War’.
La versión más humana y molesta de Kratos
Queremos ser muy claros desde el inicio, hablaremos lo menos posible de la historia, ya que podríamos arruinar la experiencia de juego, pero comentaremos detalles para considerar. Después de terminar con el Olimpo griego, nuestro protagonista termina en la mitología nórdica, en Midgard. Lo único que sabemos en un inicio es que no nos encontramos solos, tendremos a su hijo Atreus, un personaje que aparenta ser irrelevante, pero tomará fuerza con el paso del tiempo.
Como era de esperarse Kratos es un hombre de un carácter muy marcado, una persona de muy pocas palabras, que no podría tener una relación muy amistosa con su hijo. Hasta aquí decidimos detenernos, ya que al avanzar en el juego se empezarán a aclarar las dudas que todos teníamos. En un inicio el ritmo es muy lento, sentimos que no avanzamos a ningún lado, pero la paciencia será la clave de todo.
No nos encontramos ante una historia al nivel de ‘The Witcher’, pero para la franquicia es un salto muy grande. Creemos que la duración del juego puede afectar un poco al ritmo de la trama, logramos llegar a las 20 horas para terminarlo en una ronda muy rápida y con muchos objetivos incompletos. Agradecemos que existen cinemáticas (todas generadas con el motor del juego) que nunca se sentirán largas, llegan en el momento perfecto.
Atreus puede parecer un personaje de relleno, pero aquí logran que se convierta en pieza clave de los combates, en un inicio contará con su arco para atacar a distancia en el momento que le indiquemos, pero evolucionará y se convertirá en un elemento muy importante que sí nos puede sacar de problemas.
Nunca menosprecies a nadie
Vamos directo a la acción y es importante mencionar que la clásica fórmula del hack and slash se elimina en una parte, ya no tendremos que presionar los botones de manera frenética, ahora tenemos combates más pausados y llenos de estrategia. No al nivel de un ‘Dark Souls’, pero es indudable que toma elementos en cada batalla.
Tendremos los ataques en los botones R1 y R2, en las primeras horas podrá parecer muy limitado, pero el juego toma mucha personalidad con el paso de la aventura, evolucionando su control, hasta tener un catálogo muy variado. Una de las grandes novedades es el hacha leviatán, nos podrá servir para ataques cuerpo a cuerpo o a larga distancia y como el martillo de Thor, podremos hacer que regrese a nuestras manos.
El otro movimiento clave será el uso del escudo, donde podremos hacer los famosos parrys, colocar nuestra defensa en el momento justo que nos dará la ventaja para atacar. Aquí ya entra la libertad que nos dará al jugar, ya que muchos preferirán un estilo más orientado a la defensa, mientras otros podrán olvidarse del escudo y como los buenos tiempos, solamente esquivar todos los ataques.
Hasta aquí todo podría parecer normal, una evolución que da la saga frente a las tendencias actuales, pero cuando visitamos por primera vez el menú del juego notaremos un cambio gigante. ‘God of War’ tiene un sistema de progresión lleno de elementos de rol. Vamos adquiriendo nuevos movimientos y habilidades para nuestros personajes, mejorando las armas y armaduras, con estadísticas que se inclinarán a nuestro estilo de juego.
Podremos crear diferentes configuraciones como la situación lo amerite, un añadido que podría ser arriesgado, pero en realidad funciona de manera muy sencilla. La dificultad sin duda respeta a los jugadores, encontraremos cuatro diferentes niveles, los primeros tres se podrán cambiar en cualquier momento, mientras el más complicado te obligará a jugar toda la historia así. Nosotros decidimos jugar en la tercera dificultad y nos sorprendió el reto al que nos enfrentamos, un juego donde moriremos varias veces, sin llegar a ser frustrante, es más un reto para disfrutar.
Aquí entra la variedad de enemigos que no serán tan complicados de manera individual, pero cuando son varios sí tendremos que ser mucho más cautelosos. Un detalle que no nos agrada mucho es su cámara, se coloca siempre en la espalda de nuestro protagonista y aunque podamos modificar su sensibilidad, notamos que no es tan rápida como el ritmo del juego lo necesita.
Un elemento que extrañamos serán esos jefes finales que nos podíamos encontrar en los otros juegos de la saga con diseños épicos y gigantes. Eso no significa que no tendrá momentos épicos que nos sorprenderán.
Tan lineal como queramos
Era inevitable que un juego que apostaba por una duración tan grande no fuera de mundo abierto. La manera de resolverlo fue muy interesante, si queremos avanzar directamente por las misiones principales encontramos de cierta manera un juego muy lineal, pero si vemos un poco más allá, nos encontramos con muchos objetivos secundarios que van desde coleccionables, puzles o batallas que no nos esperábamos.
En cuestión del ritmo destacamos la manera en la que se dividen todas las etapas, encontramos muchas batallas y momentos de exploración que no se convierten en algo tediosos. Nunca abusa de sus elementos y la historia se cuenta de manera sencilla, pero rápida. Al ser un mapa tan grande para explorar, nos encontraremos zonas bloqueadas que nos pedirán regresar en algún momento que tengamos la habilidad necesaria, eso es normal en muchos juegos pero aquí se siente pesado en algunas partes, aunque como siempre, será un elemento opcional.
En general nuestra experiencia es positiva, el juego es muy divertido en todo momento, mantiene ese nivel de violencia que lo caracteriza, con el agregado de que puede adaptarse a más estilos de juego.
No conocíamos esa potencia de la consola
Técnicamente estamos ante un juego impactante en todos los aspectos. Santa Monica siempre se caracterizó por llevar las consolas al límite y con ‘God of War’ lo volvieron a conseguir. Es importante mencionar que jugamos en un PS4 Pro toda la aventura, pero también pudimos verlo en un PS4 normal y las diferencias no son tan grandes como muchos podrían esperar.
En PS4 el juego corre a 30 cuadros estables en resolución 1080p. Al usarlo en un PS4 Pro tendremos dos modos: rendimiento, con el juego en 1080p, pero a 60 cuadros por segundo, aunque no son tan estables; el otro será cinemático, que manda la resolución hasta 2160p y 30 cuadros. Cualquier versión contará con modo HDR y solo podemos decir que en una pantalla 4K nos deja con la boca abierta en muchas ocasiones.
El modelado de nuestros protagonistas es excelente, se puede ver hasta el detalle más pequeño de Kratos, con unas animaciones muy fluidas en todo momento. Las texturas y las fuentes de iluminación en ningún momento fallan. Eso sin olvidar la gran dirección de arte, unos escenarios dignos de cualquier paisaje, nunca tenemos una pantalla de carga. Un referente de ahora en adelante.
Como era de esperarse el juego viene con doblaje para nuestra región y para nuestra sorpresa, el resultado es muy malo, los contrastes de las voces de los protagonistas son tan grandes y tan marcados, que resultan molestos. Atreus nos desespera desde un inicio, es de las pocas veces que un doblaje nos incomoda tanto que preferimos usar la opción de las voces en inglés, con todos los textos en español.
Pero más allá de ese trago amargo, la banda sonora es épica y todos los efectos de sonido caen a la perfección en cada combate. Recomendamos jugarlo con unos audífonos o un buen sistema de sonido.
Imprescindible en nuestro catálogo
No esperábamos un regreso triunfal de Kratos de esa manera, con un juego obligatorio para aquellos que tengan la consola de Sony. Más allá de su apartado técnico, logra adaptarse a la nueva generación, demostrando que tiene todo para seguir en la parte más alta.
Un elemento que valoramos en todo momento es que el juego se realizó en un único plano secuencia. Así que más allá de no tener una de las historias mejores contadas, sí ofrecerá una experiencia que nos mantendrá atentos de inicio a fin.
Un juego que vale la pena disfrutar de inicio al fin, retándonos con una dificultad muy agradable y con muchos objetivos por cumplir en el caso que quieran descubrir hasta el más mínimo detalle. No pensábamos que regresaría Kratos, pero de la forma en la que lo hizo, siempre será bienvenido.
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