De entrada el nombre me gusta; Blim. No sé por qué pero la palabra la relaciono con tecnología al igual que Netflix, en la cual es más evidente por la palabra “net”. Más complicado la tengo con Claro Video. Y aunque el nombre es importante para estimular a cualquier cliente, lo importante en el servicio de streaming es el contenido que ofrecen estas tres empresas adscritas a gigantes de las telecomunicaciones.
Desde el 2000 y hasta ahora Televisa ha venido intentando convencernos de visitar sus páginas web para ver contenido a través de su filial Televisa Interactive Media. Los mejores ejemplos son (o fueron) www.esmas.com o www.veo.tv o www.tvolucion.com ¿Alguna vez los visitaste con frecuencia? Yo ninguna. Con Blim quizás vaya a ser diferente.
Una empresa poderosa que genera reacciones encontradas
A Televisa no se le puede abordar sólo desde una perspectiva. Es una empresa que se gestó y creció al margen del México gobernado por un régimen que no llegó a ser dictadura pero que estuvo lejos de los principios elementales de una democracia. El impacto social y político que imprime entre millones de mexicanos a través de sus noticieros, novelas, programas y eventos no lo iguala ninguna otra empresa mexicana del ramo o de cualquier otra.
Es por ello que se le odia o se le quiere, teniendo el mismo número de simpatizantes en ambos bandos. A esto hay que sumar que a pesar de existir en el país un nuevo marco regulatorio para las telecomunicaciones, existen las sospechas de que el mismo no le está impactando con la misma intensidad como sí lo está haciendo a su ahora principal adversario (América Móvil) con la reducción de tarifas y la entrada de nuevos competidores como AT&T.
Así pues cualquier iniciativa que presente Televisa es y será cuestionada, minimizada y/o ridiculizada aún y cuando sus beneficios sean tangibles para el consumidor. Los memes generados a raíz de la presentación de Blim lo comprueban y es probable que dicha animadversión le reste clientes potenciales. No obstante, analistas señalan que el mercado entre Blim y Netflix o Claro video no se empalma del todo debido al perfil de sus clientes. En los próximos meses lo sabremos.
Un mercado, una empresa; los números
El servicio de streaming, llamado por los técnicos como OTT (Over the Top), no tiene más de una década tal como lo conocemos hoy (Netflix inicio su servicio de streaming en 2008). De entonces a la fecha han surgido numerosas empresas a nivel mundial siendo precisamente Netflix una de las pioneras junto con Amazon. Si consideramos que YouTube también ofrece entretenimiento (gratuito y pagado) por Internet pues entonces agreguémosla al pool de empresas de streaming.
Netflix llegó a México en 2011 y de inmediato inauguró un nuevo mercado. Viendo América Móvil su potencial lanzó en 2012 su servicio de Claro video. Desde entonces muchos nos preguntábamos donde estaba la respuesta de Televisa, el principal grupo de medios, TV y generador de contenidos en el mundo hispanoparlante. Sus iniciativas previas para jalar visores a la Internet tales como www.esmas.com o www.veo.tv o www.tvolucion.com simplemente no le habían funcionado masivamente.
Pero entremos a los números. La consultora especializada en telecoms y TV Dataxis publicó en uno de sus reportes que el mercado de películas y series de televisión en México, ya sea por streaming, renta o compra tuvo un valor en 2015 de 370 millones de dólares y que para 2018 valdrá 809 millones o 2.5 veces más. Dataxis señala que en México las empresas de streaming (Netflix y Claro video principalmente) poseen el 70% del mercado. El resto compra películas o las renta.
En cuanto a participación de mercado del streaming a mediados de 2015 Netflix lo dominaba con un 55% y Claro video con un 40%. Dataxis argumenta que a Claro video le está ayudando el incluir a los planes de Infinitum y Telcel su servicio de streaming. Netflix no goza de estos canales de distribución. Añade también que para 2020 el número de suscriptores rondará los 17 millones. Hace un año había 4.8 millones. Esto significa que quedan 12 millones de clientes por conquistar.
Pasemos a datos financieros. Televisa, y también TV Azteca, pasan por tiempos de claroscuros debido a la transformación de la industria de la televisión, tal como acontece con la prensa y las telecomunicaciones. En los últimos reportes financieros de la empresa correspondientes al 3er trimestre de 2015 se deduce que sus ingresos por ventas de TV abierta bajaron 8.9% con relación al tercer trimestre de 2014.
Por otra parte, sus ingresos de TV de paga fueron de 7,294 millones con la TV por cable y de 4,894 millones con Sky y siguen creciendo. Ambas cifras fueron el doble de lo que le dejó la TV abierta (5,479 millones). Los números lo dicen claramente.
Blim, parece ir en serio pues el futuro es el streaming
Lejos está todavía la muerte definitiva del periódico impreso a pesar de que cientos han cerrado sus puertas en los últimos años. Todavía más lejos está la desaparición de la TV, si es que algún día sucede. Es cierto que su presencia e influencia ha perdido terreno y los anunciantes migran al Internet pues la audiencia se traslada hacia ella. Es precisamente ese contexto el que los está obligando a migrar al streaming y a redefinir no sólo su modelo de negocios sino su esencia misma. Pero no todas están actuando con la misma velocidad.
En EE.UU. las tradicionales cadenas de TV como ABC, NBC y CBS han entendido que la amenaza que enfrentan de empresas como Netflix, Amazon o YouTube así como de las telefónicas locales Verizon y AT&T es enorme. De hecho éstas últimas también se sienten amenazadas por otro tipo de empresas (Google, Apple) y han comenzado a adquirir empresas generadoras de contenido. Verizon adquirió no hace mucho a AOL y AT&T a DirectTV.
Así pues CBS está disponible por Internet por 6 dólares al mes aunque por ahora sólo en 14 ciudades de EE.UU. mientras que ABC también lo está en ciertas regiones a través de Sling TV. Por su parte Apple está en pláticas con las tres cadenas más ESPN para incluirlas en su dispositivo.
¿Y qué pasa en México? Que las dos principales televisoras del país están siendo más agresivas que sus contrapartes gringas. El principal canal de TV del país y que es canal 2 de Televisa está disponible por streaming más no así el Canal 5. Poco más agresivo está siendo Azteca TV pues sus canales 13 y 7, transmiten por Internet, pero no completamente. Por ejemplo, la transmisión del Oscar la realizó también por streaming en su canal 7.
¿Pero qué hay de Blim? Simplemente que llega casi cinco años después que Netflix y tres años después que Claro video. Y no olvidemos la breve vida de Totalmovie de Grupo Salinas y que suspendió operaciones en 2014 y que comenzó a brindar servicio en noviembre de 2012. ¿Que llega demasiado tarde? No, si consideramos que la adopción del servicio de streaming en México sigue siendo bajo todavía, quedando todavía mucho mercado por conquistar. ¿Que la tiene complicada? Por supuesto ¿Que su empresa matriz Televisa sufre de cierto rechazo por una parte de la población? Cierto, pero Izzi es también de la misma empresa y los números arrojan buenos resultados para ella.
Blim se irá abriendo camino por la oferta y calidad de contenido que brinde al consumidor mexicano. De entrada goza de un mercado en el que es rey; la telenovela, pero ese mercado deberá trasladarse a Blim y es cuestionable que una vez descubra la gran oferta que hay en estos medios se mantenga fiel a ese tipo de programas.
Sus programas y series televisivas así como sus películas históricas y recientes a través de Videocine son otras poderosas herramientas diferenciadoras respecto a Netflix y Claro video. ¿Y qué pasaría si de repente decide incluir todos sus canales de TV abierta (2, 5, 9, etc.) en Blim? Muy probablemente lo pudiera hacer pues es dueña de tales canales y no como acontece con Apple TV o Android TV que tienen que negociar con las televisoras tradicionales y de cablevisión (HBO, Sony, Fox, etc.).
En streaming también se pondrá interesante
Si en telefonía celular el mercado mexicano está muy interesante y de gran beneficio para el consumidor, el servicio de streaming se pondrá igual de bueno. No sólo porque se trata de otro servicio como Netflix o Claro video, sino porque puede acelerar que la TV tradicional (con sus canales abiertos y de cable) migre a la Internet de manera definitiva y más rápido que lo que acontece en EE.UU. Finalmente en México fuimos los primeros en eliminar el sobrecosto del roaming y uso de datos móviles en los tres países de Norteamérica. Es probable que también lo seamos en la migración de la TV al streaming.
La realidad es que esto no será fácil que suceda pues Televisa (y TV Azteca) estarían comprometiendo la viabilidad de Sky y la misma Izzi, dado que muchos clientes cancelarían estos servicios para pasarse a Blim. Yo sería uno de esos. Además hay complejos contratos que negociar con los productores de los otros canales. No obstante, si logra negociar y aplica un costo mayor a Blim por incluir estos canales básicos (no sé, digamos $250) y pone a disposición canales premium a la carta (HBO, ESPN, NHK, etc.) con un costo individualizado, estaríamos frente a la TV del futuro por medio de streaming, servicio en el que quizá Apple sea el más cercano en lograrlo. De hecho esto será la nueva realidad en el mediano plazo. Y si alguien puede lograrlo primero en México es Televisa. No Netflix, no Claro video.
Televisa se tardó en responder a Netflix y a Claro video considerando su gigantesca fábrica de contenidos, su poderío económico y a que tiene alrededor de una quinta parte de los suscriptores de banda ancha fija con Izzi y Cablevisión. Pero es precisamente tal bagaje de entretenimiento que hace a Blim ser un serio contendiente. Al final de cuentas, como consumidores debemos darle la bienvenida a este nuevo servicio, independientemente de las fobias sociopolíticas que cada uno de nosotros pudiésemos tener contra Televisa.
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