Una celebración a que las empresas están interesadas en el valor histórico de los videojuegos.
A pesar de que los videojuegos parecieran beneficiarse de la era digital para masificar su exposición como un medio de entretenimiento líder en el mundo, no están exentos de sufrir los estragos que esto conlleva. Un reporte del año pasado de la Video Game History Foundation menciona que el 90% de los títulos lanzados antes del 2010 no se pueden conseguir de manera oficial.
Afortunadamente no es la única fundación haciendo este esfuerzo, pues existen empresas dedicadas a publicación de juegos populares, así como de "joyas perdidas" o títulos de culto para que nuevas generaciones puedan disfrutarlos. Plumbers Don’t Wear Ties es una de las tantas obras que probablemente hayas visto en alguna lista de “los peores juegos de la historia”, pero de lo que estoy seguro es que nunca lo has jugado.
Siendo lanzado en 1993 en la fallida consola de Panasonic llamada 3DO, es normal que sea una de esas obras que identifiques por una captura en mala calidad y Limited Run Games se encargó de traerlo de nuevo a 30 años de su lanzamiento original, y esto debería ser un llamado de atención para las grandes compañías.
Si Nintendo, Xbox y PlayStation no lo hacen, ¿quién lo hará?
Esta versión inicia con un pequeño video central con la pregunta que todos nos hacemos sobre su relanzamiento: “Pero, ¿por qué?”. Y es que, al experimentar esta entrega de principio a fin puedo confirmar que efectivamente, se trata de uno de los peores juegos que jamás haya jugado. Algo que no hubiera descubierto de no ser por esta decisión de volver a ofrecerlo de manera oficial.
No importa si se trata de una obra maestra o algo mediocre, tener acceso a estas obras tiene la misma relevancia para el medio, ayudándonos a comprender mejor parte de su historia y sobre todo a no repetir los mismos errores en cuanto a desarrollo, contenido e impacto en la comunidad.
Este fue un juego que pocos tuvieron y está claro que se trata de una comedia y sátira a las historias de su época, pero no podemos pasar por alto que tiene contenido machista, sexista y discriminatorio. No por nada esta versión inicia con un mensaje de advertencia, y entendiendo el contexto del lanzamiento de este juego, me dispuse a iniciar una nueva partida
A unos cuantos botones del final
La primicia es sencilla. Jonh es un plomero con una vida con poco futuro y su madre insiste en que debe de encontrar una pareja para por fin tener un nieto. Por otro lado, está Jane, una chica que está buscando un propósito en la vida mientras su adinerado padre piensa que es momento que su hija por fin consiga a un esposo y que así pueda continuar con el “legado” familiar.
El destino hace que ambos personajes se conozcan y será nuestro trabajo lograr que logren estar juntos con un sistema de toma de decisiones que irá desembocando en un desarrollo diferente dependiendo de nuestras respuestas, normalmente ofreciendo entres dos y tres opciones que van desde hacer que alguno de los dos tome la iniciativa o hagan algo “moralmente adecuado”, hasta descubrir lo que en ese entonces se entendía como comedia.
"Maldita sea Jane, pon manos a la obra y haz algunos bebés para tu pobre padre".
Sí, este es un dialogo del juego.
Esto se acompaña por un par narradores que básicamente se dedican a juzgar las respuestas del usuario. Incluso si todo termina en una de las situaciones extremas, este interrumpirá el juego para regresar a la pantalla de toma de decisión y que podamos elegir otra opción para pasar por un momento vergonzoso.
Se necesitan aproximadamente de 40 a 50 minutos para poder terminar una vuelta de la historia completa, aunque algo que no decía la caja en su momento es que el tiempo de juego es de apenas un par de minutos, pues la jugabilidad se limita a tomar unas decisiones y ver un carrusel de fotos con nula técnica y una pobre actuación de los protagonistas, así como una actuación de voz exagerada y llena de estereotipos.
Limited Run Games se dedicó a presentarlo de la mejor manera posible, aunque debido a sus propias fallas de origen, era difícil esperar una remasterización a la altura de otras producciones contemporáneas de este tipo. Eso sí donde verdaderamente destaca es en el esfuerzo por realizar una investigación detrás del mismo.
La historia jamás contada de por qué los plomeros no usan corbatas.
Después de terminar la historia tendremos los puntos suficientes para entrar a un laberinto que nos recuerda al clásico salvapantallas de Windows 98 en donde podremos usar las monedas obtenidas durante el juego para debloquear una serie de videos e imágenes con entrevistas sobre el desarrollo del mismo, siendo sin duda alguna el mejor contenido que ofrece este paquete.
Jeanne Basonne, actriz protagónica que da vida a Jane, ofrece su testimonio sobre este fracaso y juntó el valor necesario para volver a interpretar la introducción del título original. El los datos anecdóticos de este contenido es fascinante, y aunque es tedioso conseguirlo todo (sin contar el tener que sufrir el juego entero), la recompensa cumple con su propósito como una lección de historia del medio.
Por más increíble que parezca, hubo un equipo de producción dedicado a investigar, documentar y elaborar este material que hace de este relanzamiento una pieza muy interesante para tener en nuestra biblioteca. Pero, ¿Por qué no todos lo hacen? Aunque es claro que muchos podemos sentir un precio muy especial por los videojuegos, a veces olvidamos que al final del día se tratan de un negocio más.
Nintendo acaba de cerrar los servidores de Nintendo 3DS y Wii U, consolas con apenas una década de existencia y por lo cual desafortundamente cientos de títulos ya no se pueden jugar de manera legal. Xbox es la siguiente y Sony ya estuvo a punto de hacerlo, y aunque decidieron dar marcha atrás, sabemos que ese destino es inminente.
Esto no supondría un problema si supiéramos que las compañías están haciendo el esfuerzo necesario para que su legado esté disponible para el público en general. Algunas lo hacen de mejor manera, pero en su mayoría, este es un sector que simplemente no interesa por su inversión monetaria y de tiempo.
El metal se oxida, el plástico se pudre, las baterías se inflan y las licencias digitales expiran. No importa cuál sea el medio, en algún punto esas cajas de videojuegos que tenemos o el día que cualquier empresa lo decida, nuestra colección de videojuegos va a desaparecer. Esa es la importancia de la preservación.
Actualmente vemos juegos que cierran a los meses de haber sido estrenados y terminan por perderse en el purgatorio de experiencias en línea que simplemente no cumplieron con las expectativas de ingresos. ¿Qué nos esperará dentro de otros 30 años? ¿Podremos seguir jugando la mayoría de las franquicias más populares de la actualidad?
Plumbers Don’t Wear Ties: Definitive Edition es un producto que no debería de existir bajo la norma actual del negocio, es por eso que se celebra que compañías más pequeñas estén apostando por ofrecer un vistazo a la historia de esta industria, sin importar lo ridícula que pueda ser la obra.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.mx
VER 0 Comentario