Con el lanzamiento del Nintendo Switch uno de los juegos más importantes era Super Bomberman R, ya que significaba el regreso del famoso personaje, además de un regreso de Konami, tomando en cuenta que calculan mucho los títulos que lanzan, por lo que se podría considerar una apuesta muy arriesgada.
El personaje originalmente fue creado por Hudson, pero hace algunos años Konami decidió adquirir a la empresa y para nuestra sorpresa no la habían aprovechado, ya que lo último en consolas fue Bomberman Live: Battlefest que era digital y lograba transmitir algunos buenos momentos.
El título es desarrollado por HexaDrive, un estudio fundado por el ex trabajador de Capcom, Masakazu Matsushita en 2007 y la mayoría de sus trabajos fueron remasterizaciones que son muy buenas, por lo que teníamos expectativas positivas.
Una historia que quedará en anécdota
Intentar innovar en Bomberman es algo muy complicado, además ya existe un historial negativo de cambios a la franquicia que no fueron muy bien recibidos y todos ellos se basaban en llevarlo a entornos en tres dimensiones, pero con una jugabilidad renovada.
El primer modo de juego será la campaña que se podrá jugar en modo solitario o con amigos, la trama es muy simple y muy mal contada, Buggler será el villano que quiere arruinar la paz en el mundo y los Bomberman Rangers serán los encargados de enfrentarlo en los diferentes niveles para que no llegue la catástrofe.
El argumento además de ser muy malo, es narrado de una forma aburrida, en un inicio las animaciones aparecen agradables pero luego solo se convertirán en escenas estáticas que por fortuna nos podremos saltar, toda la aventura se dividirá en 50 niveles que podrían resultar sencillos, ya que en su mayoría serán escenarios con enemigos que se podrán eliminar de un impacto y deberemos encontrar la forma de salir.
Los problemas son constantes, el diseño de niveles es sencillo y muy aburrido, los enemigos en general no ponen resistencia, también contaremos con jefes finales pero la mecánica no nos agrada, tendremos que eliminarlos con bombas, pero los escenarios le quitan mucho del atractivo, sentimos que repetimos la misma escena una y otra vez, no con cuatro horas serán suficientes para terminarlo.
La diversión vendrá en el modo clásico
El mal sabor de boca se nos podría quitar en el modo multijugador, aquí podremos tener partidas de hasta ocho jugadores en una sola consola o por medio de red unir cuatro Switch para que jueguen dos personas en cada consola, se aprovechará el Joy-Con en su forma individual para jugar a la perfección, ya que requiere de acciones complicadas.
Aquí destaca un poco el juego con el modo de toda la vida, jugandolo de manera casual, creemos que lo ideal es de cuatro a seis jugadores, ya que con ocho se puede saturar mucha la pantalla, podremos personalizar los enfrentamientos, pero los power ups y potenciadores que aparecen de manera automática son los ideales para iniciar, ya que pueden balancear mucho la partida.
En cuestión de escenarios tenemos una buena variedad, además de comprar otros por medio del dinero que recibimos al jugar, sin descartar que en un futuro puedan aparecer más por medio de contenido descargable. También se puede jugar en línea y no es tan complicado buscar partidas, pero cuando intentamos hacerlo con amigos a distancia vimos problemas muy grandes de lag, haciendo las partidas en algo imposible de disfrutar.
La misión era sencilla y no lo lograron
En apartados técnicos nos encontramos con unos gráficos que no lucen mal, pero tampoco serán algo memorables, las explosiones se ven muy sencillas pero en general es lo correcto, nos gusta mucho todo el diseño de personajes, dándoles un toque de animación muy agradable.
Los efectos de sonido son buenos, igual el trabajo de voces con los actores involucrados, el juego viene en inglés, aunque todos los textos estarán traducidos al español.
Pero existe un detalle que es el problema más grande del juego y se trata del control, en el paso de las semanas ya aparecieron algunas actualizaciones que aparentemente lo solucionaban pero en realidad no, es muy poco preciso cuando nos movemos, es normal que una acción tan sencilla como dar la vuelta de un cuadro a otro se complique pro que nuestro personaje se quede atorado al no avanzar un cuadrado con cada movimiento, eso provoca que muchas veces estemos muriendo por culpa del control y es un error garrafal.
Cuando se juega con amigos también sigue presente, pero jugando unos minutos por diversión será algo llevadero, lo importante será cuando queramos jugar de una forma más seria. Mientras no se logre solucionar el problema del control, creemos que Super Bomberman R podría ser una de las grandes decepciones del año.
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