En 2006 apareció Prey, un título de disparos de primera persona que en ese momento era desarrollado por Human Head Studios, una propuesta muy fresca para la época, ya que la historia nos contaba de una invasión que sufriría la raza humana por parte de los hunters, para ello nuestro protagonista aprendería con el paso de las horas de diferentes habilidades especiales y del uso de los portales que modificaban mucho el estilo del juego.
Para 2011 se anunció Prey 2 por parte del mismo estudio, pero ahora con Bethesda como empresa para publicarlo, los problemas en el desarrollo aparecieron y después de mucho tiempo de silencio fue cancelado en 2014, dos años más tarde en la conferencia de Bethesda en E3 se anunciaba el regreso de Prey, pero ahora se trataba de un reinicio a la saga y el cambio más importante vendría con Arkane Studios, encargados de Dishonored como responsables del desarrollo de la accidentada franquicia.
Como ya nos tiene acostumbrados Bethesda solamente necesitaron un año de su anuncio a su lanzamiento para que se encuentre disponible el juego en PS4, Xbox One y PC. Después de muchas horas de juego aquí les presentamos nuestro análisis de Prey, libre de spoilers.
Nada es lo que parece
Algo importante antes de iniciar, este juego no tiene ninguna referencia al primer título, podrán entrar al juego sin ningún problema, ya que la visión de Arkane para desarrollar Prey nos sigue confirmando su talento.
La premisa básica nos mandará a la carrera espacial y la Guerra Fría con desenlaces diferentes, eso provoca que los seres humanos conquisten el espacio mucho más rápido de lo que conocemos en la actualidad. Despertaremos en el año 2032 adentro de la estación espacial, Talos I, lugar donde un grupo de científicos se encuentra desarrollando diferentes experimentos con alienígenas, pero como será normal las cosas se terminan saliendo de control con los alienígenas escapando y eliminando a algunos tripulantes de la estación, nuestra misión será en primer lugar salir con vida y en segunda poder descubrir qué paso en ese lugar, ya que no recordaremos nada.
Las sensaciones iniciales del juego nos recuerdan a lo que vivimos en su momento con el primer BioShock, en aspectos de libertad a lo que hace Deus Ex en la actualidad, pero sin duda, es un claro homenaje a System Shock, sin problema podría parecer su secuela espiritual, mezclando la exploración, suspenso y acción como pocos títulos en la actualidad.
La historia ya no la tocaremos porque cuenta con momentos muy sorpresivos que podrían arruinar la experiencia, pero sin duda desde un inicio nos engancha en ese ambiente de tensión dónde no estamos seguros a lo que nos enfrentamos, solamente sabemos que podemos ser presa fácil.
Desafiándonos desde un inicio
El diseño de niveles del juego es clave para todo el desarrollo, estamos ante un escenario impresionante de principio a fin, Arkane ya nos había demostrado su talento con Dishonored, pero al cambiar de entorno y ambiente nos demuestran que se encuentran listos para cualquier reto.
Deberemos avanzar varias veces por las mismas zonas, pero con diferentes objetivos para desbloquear más zonas ocultas, lo mejor de todo es que nos invita a ser curiosos y experimentar soluciones, sentimos que la única limitante seremos nosotros mismos.
El juego se encuentra rodeado de documentos que siguen alimentando la historia, no se sienten tan pesados y en el caso que no se lean se entiende a la perfección la historia, pero lo mejor es que nuestra exploración no se tratará de un paseo en el campo, en realidad siempre manejará momentos de tensión, ya que los enemigos tendrán la capacidad de transformarse en cualquier objeto, por lo que deberemos estar siempre atentos.
La forma en la que se estructura el juego nos da la libertad de avanzar como queramos, tenemos misiones principales y secundarias, pero la forma en la que se diseñan las principales nos invitan a seguir investigando más aunque no sea necesario, lo mejor es la forma para afrontar el juego, volvemos al tema de Dishonored, aquí nosotros decidimos cuál es nuestra mejor opción, aprovechar el sigilo, intentar reventarlos con todo nuestro arsenal, preparar la estrategia con las habilidades o aprovechar algunas ventajas de los escenarios.
Prey no es un juego lleno de acción, es un título donde será importante analizar el entorno, ya que descubriremos muy rápido que estaremos en desventaja contra los enemigos y que nuestras municiones serán contadas, aspecto que se hará más notorio durante en las primeras horas.
Es importante recoger los diferentes objetos que encontraremos y buscar la mejor forma de reciclarlos, existe un arma que podría ser un juguete pero será la más valiosa, se trata del cañón Gloo, dispara una espuma que puede detener a los enemigos para que los ataquemos por unos segundos, pero también nos sirve en otro tipo de funciones, como para apagar el fuego o tapar fugas de gas, pero la más interesante es que podremos improvisar y usarlas de cierta manera como escalones para llegar a puntos más altos, todo muy bien estructurado, ya que en ningún momento nos dan la sensación que rompemos el juego.
Cada partida será diferente
Más allá de las armas que serán muy interesantes, existen los neuromods, elementos que mejorarán a nuestro personaje desde cosas básicas como tener más fuerza, resistencia, poder llevar más objetos en nuestro inventario o piratear diferentes torretas, pero también existen las mejoras que nos llevan un nivel más allá, donde podemos analizar a los enemigos para aprender sus poderes, algo que podría ir en un punto más psicológico, será muy importante tomar la decisión correcta, ya que si optamos por mejorar habilidades humanas o alienígenas el entorno cambiará radicalmente.
Seleccionar habilidades alienígenas nos hará más poderosos, eso es un hecho, pero tenemos riesgos más grandes, ya que los sistemas de seguridad de la nave nos empezará a detectar como enemigos o que aparezcan otros alienígenas más poderosos que no enfrentaríamos si contamos con habilidades humanas, este tipo de decisiones nos invitan a jugar el título un par de veces sin problema, todas las opciones serán válidas, pero los resultados y consecuencias podrán ser muy grandes.
Un detalle que no nos agrada del todo es la jugabilidad cuando debemos atacar, no se siente el control preciso y nos puede frustrar un poco, aunque otras personas podrían pensar que es parte del reto, pero nosotros lo vemos como un elemento que se tenía que pulir.
En nuestro caso completamos el juego en unas 18 horas aproximadamente, pero llevarlo en su totalidad sin problema podría llegar a las 30 horas invertidas, la historia logra emocionarnos, aunque tiene unos puntos flojos en su recta final, pero un detalle que sí nos logró arruinar el ritmo fueron los tiempos de carga en algunas zonas que se convierten algo tedioso.
Prey es una de las sorpresas del año
Gráficamente el juego cumple, aunque los escenarios puedan parecer muy oscuros se aprovechan muy bien con los efectos de luz, logrando ese entorno en el que no sabemos qué nos espera, las versiones de consolas lamentablemente van a 30 cuadros por segundo, nos gustaría ver todos los juegos a 60 pero eso es más común de ver solamente en la PC, en cuestión del diseño de personajes y escenarios los resultados son magníficos.
Para el sonido tenemos un doblaje para nuestra región y el trabajo es muy bueno, la música nos acompaña en todo momento, es el primer motivo por el que iniciará la tensión mientras los efectos de sonido están al nivel de cualquier película de ciencia ficción.
Arkane Studios fue la mejor decisión que pudo tomar Bethesda con Prey, decidieron darle una segunda oportunidad a la franquicia y presentarnos su versión, con todo el sello de la casa se convierte en un juego de ciencia ficción que ya necesitábamos, un género que muy pocos se atreven a tomar pero con este tipo de resultados, vale la pena esperar.