Codemasters y Electronic Arts han presentado la nueva versión de su videojuego de la Formula 1, un título que no solo es el cambio en la temporada, sino que también representa la llegada de una nueva generación de autos al simulador y que, afortunadamente, cumplen con las expectativas que reflejan los coches en las competencias reales.
El año pasado el título dejó un gran listón por superar no solo a nivel de gráficas, sino también de físicas realistas, apartados donde esta nueva entrega es capaz de aprobar, dejando algunos elementos interesantes, especialmente en el apartado de la conducción tras el paso por boxes y la formación para el arranque de las carreras.
Una de las cosas que cada año Codemasters, y desde el título anterior también Electronic Arts han logrado, es hacer que el juego se vea mejor, notándose el cambio en los reflejos, materiales y comportamiento de los coches desde el primer momento en que se selecciona uno de los monoplazas, que también resalta respecto a algunos diseños del año pasado que se veían por momentos acartonados por la textura mate de las pinturas de las decoraciones.
El diablo está en los detalles
Tras completar la carrera inicial en el juego, surgieron varias impresiones interesantes: la primera es que el título se ve increíblemente bien, sobre todo para estarlo probando desde un Xbox Series S, haciendo que por momentos el nivel de calidad en las repeticiones se confunda con las retransmisiones de la televisión, algo que también ocurre con las fotografías.
La segunda es ver cómo las llantas a distintas temperaturas afectan visiblemente la conducción del auto; algo que posiblemente los más fanáticos de las carreras reales agradecerán, es que al igual que en la temporada actual, el coche reacciona muy diferente tras entrar a boxes por un set de neumáticos nuevos.
Esto pasa porque al estar más fríos, será más difícil controlar el monoplaza al momento de reintegrarnos a la pista, pues será mucho más sencillo patinar y salirnos de trazada al intentar defendernos de los adversarios, quienes tendrán “ventaja temporal” en lo que las llantas se calientan, lo que ocurre tras aproximadamente una vuelta y que también podremos aprovechar en los demás autos.
El tercer apartado es la adición de controles adicionales, tras la vuelta de formación y colocarnos en el slot señalado, así como en boxes. Hasta ahora el juego tomaba automáticamente el control de las posiciones y esperaba a que los demás vehículos se acomodaran, pero en este título podremos activar la opción para colocarnos manualmente en nuestro lugar, con una flecha que nos indicará la dirección en que se encuentra nuestro espacio, así como una marca de distancia restante y una pantalla flotante que dirá el punto exacto donde tenemos que parar. En caso de no hacerlo correctamente, el sistema nos dará una penalización de tiempo, tal y como sucede en las carreras reales.
Algo similar ocurre cuando queremos entrar en boxes, que nos permitirá hacer la parada “manual” y girar nuestro volante en el momento exacto para ingresar a la zona de los mecánicos correctamente. Similar al espacio en boxes, si no lo activamos en el momento exacto, también hará ligeramente más lento el cambio (aproximadamente un segundo, según mis propias penalizaciones).
Otro detalle que vale la pena mencionar en este apartado, es el de las “bananas” en las curvas, pues en algunas secciones de las pistas se sienten demasiado agresivas y terminan por dañar el fondo plano del auto si decidimos pasarlas sin mucha precaución o siendo muy agresivos en los pasos por curvas, por lo que si no queremos perder rendimiento, lo ideal será hacer nuestra forma de conducción, más “gentil” en cada trazado. Cabe la pena destacar que en los bordillos de las curvas más grandes, es posible que el auto se quede atorado y no podamos salir, algo que también puede suceder en la grava.
Ya hablando de daños, el sistema es prácticamente el mismo que hemos visto en anteriores entregas, pero al menos desde mi punto de vista, las variaciones de color en las diferentes secciones siguen siendo demasiado imperceptibles, y a menos de que algo falle parcial o catastróficamente (cambiando a color amarillo fuerte o rojo), no será visible en el apartado del Panel Multifunción (PMF).
También es bastante agradable ver cómo las peleas por posición con la IA son más limpias que en versiones anteriores del juego, pero también sorprende que hay más errores en conducción, con autos saliéndose de pista en entrenamientos o carrera, en lugar de solamente al momento de tener fallos mecánicos.
No todo lo que brilla es oro
A pesar de las grandes diferencias que el juego tiene en relación a otras entregas, esto no quita que existan algunas cosas mal implementadas o errores que son por lo menos incómodos en la experiencia.
Detalles como la interfaz en algunos elementos del PMF, por ejemplo en el DRS que no es tan llamativo como en otras ediciones al momento en que debe ser activado, y errores recurrentes en la asignación de botones, pues todavía se registran fallas y algunos comandos se quedan “atorados” en el radio o para hacer configuraciones sobre la marcha en el auto, a tal punto que es necesario reinstalar el juego.
Cosas que tampoco cambian son las voces de la narración, siguen siendo las mismas que en los últimos años en castellano, y las caras no dejan de verse “plastificadas” o hasta pixeladas en algunas animaciones. También se hace rara la falta del “porpoising” (o rebote) a altas velocidades en algunos coches tal y como sucede en la vida real, especialmente en Mercedes y Ferrari, que sería una adición excelente para el juego.
En Mercedes seguro están envidiando el comportamiento de este auto
En este título también perdemos el modo historia de “Braking Point” que se introdujo el año pasado y la vista de autos clásicos, así como las demostraciones donde podíamos utilizarlos. El juego intenta llenar el hueco con “F1 Life” que no agrega mucho, más allá de ser un expositor para los superdeportivos que ahora podemos comprar, y las Vueltas Rápidas de Pirelli, que ni siquiera son completas, pues solamente se enfocan en ciertas secciones de las pistas.
Algunos detalles menores es que el catálogo de rostros para personalizar nuestro avatar en el modo carrera profesional sigue siendo el mismo y hay cambios en la interfaz de carreras, donde la zona de sectores en la pista si vamos más rápido o lento ahora ocupa menos espacio de la pantalla.
El que sin duda es uno de sus mayores problemas es el de las repeticiones, que no se mantiene en el piloto o toma seleccionada, y regresa drásticamente a nuestro auto, aunque también es cosa que se puede solucionar en una futura actualización.
Otro elemento que merece mención, pero sería injusto calificarlo como algo malo, es el de las carrocerías de los autos. Al empezar a probar el título, los monoplazas aparecían en sus primeras iteraciones, mostradas en sus presentaciones o en los test de pretemporada, sin embargo, al momento de escribir este post ya empiezan a llegar las actualizaciones en los diseños, por ejemplo en los pontones casi “inexistentes” de Mercedes o el diseño característico de los de Red Bull, aunque todavía faltan otros cambios, como en Aston Martin.
Podemos ir aumentando el nivel de la IA en las carreras para ver un comportamiento diferente, ajustar el realismo, opciones de daños, flashbacks, tipo de superficie, asistencia para arranque en carreras y entrada en boxes, etc.... Al final esto dependerá de qué tan agradable o retador queramos el juego y el F1 2022 sigue permitiendo adecuarlo a nuestros gustos.
A pesar de tener que completar con entrenamientos previos (que también podemos desactivar si lo único que nos interesa es correr), tenemos la alternativa de realizar únicamente las pruebas de la sesión desde un panel de control y solo habrá que administrar los tiempos disponibles, que en principio nos darán información para el día del GP.
También podemos seleccionar al momento de escoger una nueva carrera profesional, desde dónde queremos empezar, (si en Formula 2 o directamente en F1), con calendarios completos o personalizados.
Por otro lado en el modo equipo, donde existe la posibilidad de ajustar a detalle cada sección de nuestra escudería (desde nombre, mejoras a desarrollar, logo, pilotos, decisiones internas y demás), el juego da la oportunidad de escoger el nivel desde el que queremos arrancar, si como principiante, equipo de medio campo o aspirante al título, y cada nivel nos dará una mayor cantidad de puntos de partida, dinero y fábrica.
Cambiar o no cambiar, esa es la cuestión
Al igual que en anteriores entregas el título sigue teniendo muchos detalles a favor, aunque vale la pena mencionar varios factores para decidir adquirir el juego o quedarse, al menos de momento en otra entrega. Lo primero es la falta de pruebas con autos clásicos, pues este catálogo ha desaparecido y puede ser un punto de quiebre para varios usuarios.
Por otro lado, si eres un seguidor reciente de las carreras, este título será un buen punto de entrada, pues cuenta con tutoriales a lo largo de todas las secciones en lo que el usuario se va acostumbrando a los términos y sistema de juego, y en los niveles básicos solo requiere acelerar sin preocuparse por la tracción y frenar usando la asistencia en cada curva.
También para aquellos fans de otros juegos como Gran Turismo o Forza (Horizon o Motorsport) e incluso Project Cars y en general los títulos enfocados en ser un simulador, encontrarán en F1 2022 una opción adicional, donde incluso podrán decidir la duración de cada carrera, 5 vueltas, 25-50% o incluso el evento completo con duraciones de hasta dos horas.
Aunque para aquellos seguidores acérrimos de la categoría, F1 2022 será una compra obligada, para otros no tan fanáticos quizá resulta más económico adquirir o quedarse con alguna versión anterior del juego, donde en gran medida el argumento a favor irá de la mano con los nuevos diseños de autos y las físicas más realistas, que ayudan a sentirlo como un verdadero simulador de carreras de Formula 1.
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