Imagínate estar paseando por la calle con una réplica de la espada maestra de Link y, de repente, ser arrestado porque esta es considerada un arma blanca, y ser condenado a tres meses de prisión. Pues esto es precisamente lo que le sucedió a un ciudadano del Reino Unido. Mientras caminaba por el centro de Nuneaton, Warwickshire, con una Master Sword de The Legend of Zelda de seis pulgadas, los habitantes de la zona reportaron a la policía que llevaba algo en la mano, y estos detuvieron al sospechoso, encerrándolo por cuatro meses.
Según el detenido, esta réplica de la espada de Link la compró y la utiliza como un “juguete antiestrés”, y aunque esto puede ser cierto, las leyes del Reino Unido impiden que los habitantes porten cuchillos o armas blancas en público “sin una razón aparente”. Esto fue lo que despertó las alarmas de los ciudadanos, quienes no dudaron en llamar a la policía y detener a este sujeto de 48 años, conocido como Anthony Bray.
"Tenemos tolerancia cero con los artículos con filo en público, y Bray ha caído en la trampa de esto”.
Y es que, como muestran las imágenes compartidas por la policía de Warwickshire, aunque se trata de una réplica con funda y todo, al desenvainarla se revela una hoja afilada de casi 15 centímetros. Por lo tanto, es considerada un arma blanca debido a su tamaño y lo peligrosa que puede llegar a ser para los habitantes de dicha ciudad.
Sin embargo, Bray alega que “nunca haría daño a nadie y tampoco la usaría”, pero el delito adjudicado no fue por usarla, sino por portarla en la vía pública, donde es ilegal y viola esta ley. Por lo tanto, no solo tendrá que pasar cuatro meses en prisión, sino que también deberá pagar un recargo por concepto de víctimas de 154 libras esterlinas.
Por otro lado, los oficiales de Warwickshire no están de acuerdo con que este objeto sea tratado como un “juguete antiestrés”, y aseguran que si ese es el propósito para Bray, pudo haber usado algo que “no tenga una hoja de quince centímetros” y que no ponga en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
“Es posible encontrar juguetes antiestrés que no tengan aspas de quince centímetros. Es posible no caminar por la calle sosteniéndolos frente a ti”.
“Con un poco más de conciencia de sí mismo, Bray podría haber evitado el contacto con nosotros por completo”.
La realidad es que, aunque Bray no hizo daño a ningún habitante de Nuneaton, violó la ley del estado, por lo que ya fue sentenciado por el Tribunal de Magistrados de Leamington Spa el pasado 28 de junio y ahora deberá cumplir una condena.
Imagenes | warwickshire police
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