Sony se encuentra en una etapa lenta de transición con su próxima consola, eso provoca que cada vez menos juegos exclusivos lleguen al PlayStation 4 y ‘Days Gone’ cargó con unas responsabilidades que no le correspondían.
Su presentación fue en el E3 de 2016, solamente tenía año y medio en desarrollo y en un inicio, todos pensaban que se trataba de un nuevo ‘The Last of Us’. Elemento que se descartó de inmediato.
Bend Studio fueron los encargados en el desarrollo, con un historial que tenía a la saga de ‘Syphon Filter’ como lo más destacado y los juegos de ‘Uncharted’ para PlayStation Vita, tienen la posibilidad de subir un escalón más en la industria. Después de muchas horas, tensión y escapes de la manera más silenciosa posible, ya contamos con nuestro análisis libre de cualquier spoiler.
Sobrevivir como única opción
Nuestro protagonista es Deacon St. John, un antiguo miembro del MC de Mongrel, una pandilla de motociclistas, donde decide llevar una vida de cazarrecompensas, viviendo con “libertad” en lugar de estar oculto de los “freakers”, una especie de zombi que apareció después de una pandemia que inició hace dos años, eliminando a la mayoría de la población.
La premisa es muy clara, tendremos que sobrevivir a toda costa y la manera de hacerla no será sencilla, ya que el enfrentamiento no es una opción porque siempre nos encontraremos en una desventaja absoluta y lo mejor será ser inteligentes con todos los movimientos que realicemos.
Estamos con la clásica ambientación post apocalíptica, así que ya sabemos a qué nos vamos a enfrentar. Sin profundizar en la historia no encontraremos nada novedoso, inclusive el inicio se sentirá muy lento, pero al ser un juego planeado para tener una duración tan larga, notaremos que la tensión crecerá de manera importante después de la mitad, donde ya tendremos en claro los temas sobre la mesa.
Cuando comencemos, nos daremos cuenta que nos encontramos totalmente desprotegidos, tenemos algún objeto para atacar cuerpo a cuerpo o alguna arma donde notaremos que las municiones serán otro enemigo. En un inicio destacamos la manera en la que el juego nos muestra sus mecánicas, nos lleva de la mano, pero respetando los constantes riegos que encontramos en el entorno, así que, si somos descuidados, podremos morir.
Las mecánicas del juego no son nada que no hayamos visto, pero la manera en la que son mezclados diferentes géneros, le da un poco de frescura.
En cualquier momento podremos activar una especie de rueda que nos mostrará los objetos que podemos usar, desde armas, curación, explosivos o piedras para distraer a nuestros enemigos. Aquí encontramos un detalle extraño y es que entre la rueda se abre un abanico extra de opciones, ya sea para fabricar municiones o cambiar de arma, elemento que no es tan cómodo en un inicio.
La ambientación como verdadero protagonista
El gran reto del estudio era lograr encontrar ese punto medio, donde creaban un universo destruido después de la pandemia, pero contrastando con una invasión de “freakers” que solamente buscan carne fresca. En un inicio notaremos que los enemigos no tendrán una gran visión, pero el sonido será su gran aliado.
En la parte inferior de la pantalla contaremos con un mapa y un pequeño indicador de sonido, en el caso que caminemos de la manera más lenta posible, podrán perder nuestro rastro, pero existirán algunos elementos en nuestra contra como un césped alto o las condiciones del clima. Intentar ser silenciosos bajo la lluvia no suena a tarea fácil.
Aquí es cuando entran los cambios climáticos, donde el destino nos podrá una noche lluviosa, estando en total desventaja, pero con la opción de esperar un poco para que pueda aparecer el sol. Lo importante es que el juego siempre nos invita a seguir adelante, de alguna manera que enfrentemos nuestro miedo.
La confrontación nunca será lo ideal, ya que es más normal de lo que creemos encontrar hordas con 50 enemigos, aquí es cuándo tendremos que usar nuestra moto y alejarnos lo más pronto posible. Pero nos enfrentamos a otro problema, nuestra moto requiere mantenimiento, pero sobretodo gasolina, así que debemos calcular todos los movimientos.
Como era de esperarse, tendremos más enemigos, entre ellos algunos humanos que buscarán la oportunidad para intentar dominar el territorio, con ellos la dinámica ya es más de un juego de disparos en tercera persona y aunque los enfrentamientos son repetitivos, logran cambiar un poco el ritmo.
Un mundo abierto y peligroso
Llevar ‘Days Gone’ al mundo abierto sin duda es un acierto total, ya que su narrativa no es el elemento más fuerte y se puede adaptar muy bien para ir contando todo en un ritmo más pausado. Contamos con misiones principales, secundarias y algunos elementos que descubrimos hasta que pasemos por una zona particular.
Contamos con una libertad total de enfrentar las misiones, pero lo mejor siempre será apostar por el sigilo, ya que nuestras limitaciones serán más grandes que nuestras ganas de derrotar a todos. Respecto al tema de municiones, la limitación más grande viene en la cantidad de balas que podemos cargar por arma, será una limitante que nos obligará a ser cautelosos.
Algo que nos gusta, es como al finalizar cada misión nos irán mostrando el avance que tenemos en la historia como una especie de decisiones, si nuestros actos intentan ayudar a las personas o si empeoramos todo.
Respecto al sistema de disparos, no encontramos los mejores resultados, la manera de apuntar no es precisa y los enemigos no serán tan veloces, en ese punto encontraremos unas imprecisiones importantes, en algunos casos como la ballesta se menciona el daño de caída de las flechas, pero la distancia es tan pequeña que siempre tendremos que apuntar más arriba de la cabeza.
El árbol de mejoras también es muy pobre, tendremos tan pocas opciones que no será tan complicado decidirnos por una en particular.
Lo que sí nos agrada es que, para conseguir algunas mejoras en nuestro inventario o armas, es necesario tener dinero y para ello la mejor opción será eliminar enemigos de manera sigilosa, para que podamos vender algunas partes de su cuerpo. Eso provoca que en más de una ocasión debamos buscar enemigos con la única finalidad de llevarnos sus orejas.
En un inicio podrá parecer abrumador y que siempre estaremos en constante desventaja, pero con el paso de las horas y las diferentes mejoras, nos sentiremos más confiados para no escapar en todo momento. Además, que el juego no nos lo permite por su barra de resistencia que se agotará cuando corramos un poco.
El ambiente que se vivirá en todo momento es de tensión y no faltarán aquellos momentos sorpresa que lograrán que demos un pequeño salto. Respecto a la duración sentimos que lo estiraron un poco más de lo necesario con algunas misiones que se sienten repetitivas, pero sin problemas con 30 horas podremos completarlo.
Una exclusiva que llega en un momento complicado
Curiosamente, la lucha más grande que tendremos a lo largo del juego será con nuestro protagonista, personaje que no dejará de culparse en todo momento por algunos sucesos que se narran en la campaña, mientras más avancemos, notaremos como el rencor seguirá creciendo. Aunque por dentro es claro que buscará ayudar a las personas que lo merezcan con la única finalidad de sentir que puede ser un mejor ser humano.
Sin duda será inevitable ver inspiraciones entre juegos como ‘The Last of Us’ y ‘Sons of Anarchy’, pero en general creemos que lograron captar las sensaciones ideales de abandono y tensión, cuando sabemos que solo un milagro nos hará salir adelante.
Gráficamente es un juego que no destaca tanto como otros exclusivos, pero su trabajo no es malo, todo el entorno es muy bien trabajado y nos da libertad de ir a cualquier lugar, aunque sepamos que no vamos con el equipo necesario. El diseño de los personajes es correcto, pero en el tema de las animaciones las sentimos un poco toscas en muchos momentos.
Sentimos que, si el terreno no fuera tan grande, se podía aprovechar mucho mejor ese apartado. Respecto al sonido es un acompañante perfecto, con los pocos sonidos que tenemos que hacer en un ataque sigiloso, es un aspecto cuidado con pinzas, logrando crear una inmersión absoluta. Como ya es una costumbre, el juego cuenta con doblaje para Latinoamérica con un trabajo que cumple sin llegar a ser memorable.
Creemos que el problema más grande de ‘Days Gone’ es que Sony intentó elevar mucho las expectativas de un juego que no aspira a ser un AAA como tal, es una exclusiva desprotegida que llega en un momento en el que Sony tiene su mente en su nueva consola y podría pasar un poco de noche.
Lo que se agradece siempre será la creación de nuevas franquicias y con ‘Days Gone’ estamos seguros que tendrá una nueva historia por contar en los próximos años.
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