Un barco abandonado guardó durante 30 años un tesoro de valor incalculable: 50 arcades que no le interesan a nadie, solo a los jugadores

En el pasado, las maquinitas de videojuegos eran todo lo que un niño necesitaba para divertirse. Ahora que las consolas y las PC son la "alternativa" para jugar, a finales del siglo XX, esto era completamente diferente. A medida que estas máquinas pasan al olvido, encontraron un barco abandonado durante 30 años que albergaba nada más y nada menos que 50 arcades en su interior.

El Duque de Lancaster, un barco abandonado frente a la costa de Gales en 1983, reveló un hallazgo inesperado. En 2009, un grupo de investigadores publicó las primeras fotografías del interior del navío, descubriendo el depósito de las arcades y capturando la atención de aficionados y, sobre todo, de los coleccionistas:

“Pasé 8 meses tratando de contactar a los propietarios del lugar. donde podía ver los juegos. Finalmente me puse en contacto con ellos en enero de 2011. Entonces, en febrero de 2011, otros dos coleccionistas y yo condujimos durante lo que pareció una eternidad hasta que llegamos a nuestro destino".

Coleccionistas de videojuegos contactaron a los dueños del barco. Debido a su abandono durante tanto tiempo, resultaba difícil localizar a los responsables y obtener el permiso para explorar el interior del navío. Sin embargo, lograron conseguirlo. Pero lo que esperaban que fuera una recompensa por su arduo trabajo de investigación se convirtió en una noticia que los dejó mortificados.

Para los aficionados interesados en los arcades, al haber estado encerradas durante tanto tiempo en el 'El Duque de Lancaster', se les notificó que el barco había sufrido inundaciones, poniendo en peligro el estado de las máquinas, que tenían más de 30 años. Para empeorar las cosas, el propietario solo les concedió 10 días para retirar las máquinas del barco.

Acto seguido, se dispusieron a "rescatar" los arcades, darles una segunda vida y convertirlos en equipos valorados por muchos, y un ícono de una industria que experimentó su auge a finales del siglo XX.

El crucero 'El Duque de Lancaster” operó entre 1956 y 1979, siendo un completo centro de entretenimiento para todas las edades. Su ruta abarcaba un recorrido por Europa, donde los tripulantes disfrutaban de las instalaciones y vistas, además de contar con 50 máquinas recreativas a su disposición. No obstante, cerró en 1983 y ha permanecido abandonado desde entonces.

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