Según Bloomberg, el Fondo de Inversión Pública (FIP) de Arabia Saudita, dirigido por el príncipe Mohammed bin Salman, ha adquirido el 5.01 por ciento de Nintendo. Este movimiento monetario se suma a una lista, que comienza a engrosar, de compra de acciones de empresas de videojuegos realizadas por este país.
A la lista de empresas en las cuales este Fondo de Inversión ha invertido, valga la redundancia, se encuentran compañías como Capcom, Electronic Arts, Take-Two, Activision y la más reciente hasta ahora, SNK, sobre la cual adquirieron el 96% de sus acciones.
La adquisición del cinco por ciento de de Nintendo convierte a el Fondo de Inversión Pública Saudí, en el quinto mayor accionista de la gran N, según lo reportado por Bloomberg. Las arcas del FIP parecen no tener límite y parte de la razón de que Arabia se interese en invertir en otro tipo de mercados se encuentra en que su economía está, en su mayoría, centralizada en el petróleo.
Dos caras de una misma moneda
Sin embargo, tal cual como Kotatku reporta, estas inversiones tienen una cara algo más oscura. La corona saudí está sumergida en crímenes contra los derechos humanos y un amplio historial de ataques a opositores del régimen. En gran medida, estas inversiones son propaganda destinada a limpiar la imagen del príncipe y la familia regente.
Pese a que la corona argumenta en compras como la de SNK que estos movimientos monetarios también están enfocados en diversificar las opciones que sus jóvenes pueden tener para formarse profesionalmente, lo cierto es que Mohammed bin Salman tiene una sombra tirana que lo sigue. Recordemos el brutal asesinato de Jamal Khashoggi.
Estas inversiones van más allá del videojuego, pues el FIP ha invertido hasta en la Premier League, al adquirir al Newcastle United, así como sus compras en empresas de la talla de Facebook o Disney. Mientras tanto, el gamming parece ser uno de sus principales intereses.