Con perfil discreto, Picap lleva haciendo una prueba piloto en Ciudad de México desde octubre del 2018. La aplicación es similar a la de Uber, Cabify y DiDi: contacta a choferes con pasajeros, con la primordial diferencia de que en vez de autos de cuatro ruedas, esta vez hablamos de motocicletas.
Cerca de 2,000 personas se han registrado como socios con Picap desde que inició operaciones en Ciudad de México en octubre de 2018, sin embargo, de acuerdo a Camilo Rodríguez, cofundador de la plataforma originaria de Colombia (en donde lleva funcionando ya un lustro), alrededor de 200 permanecen activos con regularidad, lo que dio en diciembre cerca de 6,000 viajes realizados en la capital del país.
Picap sin embargo aún no cuenta con registro como empresa en México; la "prueba piloto", como le llama su cofundador, ha sido hecha sin que la empresa recaude beneficio económico.
Un modelo de negocios distinto a Uber
El segmento de las motos para transporte privado de pasajeros lleva explotándose ya un tiempo fuera del país. Está Movo, por ejemplo, empresa que recientemente está afianzando una alianza con Cabify y que en España ha popularizado su servicio de motos compartidas para transporte privado. El mismo Picap opera ya en Medellín, Colombia y Cali con un modelo un tanto distinto pues la moto siempre es conducida por el chofer, y ahora ha puesto los ojos sobre México, debido a los evidentes problemas de movilidad que tiene la capital.
La promesa de ventas es clara: llegar a los destinos de manera más rápida que en auto, y, en la mayoría de los casos, a un precio más económico. Entre las razones detrás del precio está claro que una moto es más económica y utiliza menos gasolina que un automóvil, pero también está el modelo de negocios de Picap.
"Los países con más tráfico son las primeras opciones, y sabemos que Ciudad de México tiene el mismo problema como Medellín en Colombia (...) tiene una buena capacidad de falta en motos a la que podemos acceder, no es tan grande la proporción como en Colombia, pero aquí se está en segundo lugar"
Picap no cobra a conductores una comisión por cada viaje que se concretó a través de la aplicación. En vez de ello, tiene un modelo de suscripción para conductores, en donde quienes estén inscritos, pueden ver con anticipación respecto a los que no lo están, si algún usuario está solicitando un viaje. Así, durante 30 segundos, la solicitud del pasajero solo puede ser vista por los suscriptores, y en caso de que nadie la acepte, en el segundo 31 aparece para el resto de los conductores.
En México el modelo de suscripción no ha iniciado, puesto que Picap no está registrado como empresa. Su intención, nos aclara Camilo Rodríguez, es hacerlo para el mes de febrero, pero el problema es que el marco regulatorio podría no estar listo para entonces.
Cuatro ventanas y aire acondicionado
Bien es sabido que en México un largo trecho se ha recorrido en la regulación de servicios de transporte privado con aplicaciones informáticas. El asunto ha resultado a su favor con el pase de los años, no sin que hayan tenido que hacer algunas concesiones. En Ciudad de México el reglamento de la Ley de Movilidad fue publicado en septiembre pasado, en donde se se hicieron más rigurosas las medidas de registro de los vehículos.
El asunto es que el reglamento no aplicaría, al menos no como está redactado al día de hoy, para el servicio de Picap. Además del correspondiente registro ante gobierno de la ciudad, las unidades vehiculares deben contar con tener cuatro puertas y aire acondicionado, de manera que el marco normativo no corresponde.
El reglamento es claro al señalar que los vehículos que pueden ser objeto de registrarse deben tener valor factura de al menos 200,000 pesos.
Camilo Rodríguez asegura que el equipo lleva un rato ya evaluando las leyes en Ciudad de México, e incluso ha revisado los lineamientos temporales que se han emitido para otros servicios de movilidad privados, como los de bicis y scooters compartidos sin estación de anclaje.
Sin embargo, el avance en la cuestión legal es muy temprana. Picap no ha siquiera establecido contacto con la Secretaría de Movilidad para saber si es necesario preparar todo un nuevo marco normativo nuevo, o ajustar alguno existente.
"Creería que el marco normativo está muy avanzado, todo es un tema de análisis que le de movilidad a nuestra aplicación, puede que indiquen que entramos bajo ese marco, o que indiquen que necesitamos entrar con unas reglas diferentes, más parecidas a las de Uber que a las de Mobike (...) estando ya acá la idea es hacer acercamientos"
Si no hay ley o reglamento que ampare al servicio, ¿cómo es que ha estado operando en Ciudad de México? Camilo responde:
"En este momento como los choferes no reciben una consignación por parte de nosotros, ni cobramos nada, digamos que en este momento estamos en un limbo en el que no está pasando nada, sencillamente estamos conectando pasajeros y conductores; cuando llegue el momento revisaremos cómo hacer para que no se ejerza la figura de "patrón", para que los conductores trabajen cuando quieran, bajo las condiciones que quieran".
Picap llegaría principalmente con el servicio de motos, pero también tiene pensado el despliegue de autos, aunque este último está pensado más como contingencia ante condiciones climáticas adversas o en casos en los que haya más de un pasajero, y no será el enfoque principal de la empresa.
El limbo
El mismo limbo jurídico en el que ahora están, hace que Picap, según Camilo, no esté en condiciones de revisar antecedentes judiciales de los socios conductores, u ofrecer seguro ante un siniestro. Al carecer de registro en México, los pasajeros que aborden las motos de Picap por el momento, lo hacen bajo su propia responsabilidad y la del chofer. De hecho, Picap tiene entre su reglamento de operación, que los transportes en moto solo pueden ser tomados por mayores de 18 años de edad.
"Se checarán todos los documentos legales, que no se tenga infracciones ni antecedentes judiciales (...) en este momento [no se revisan los documentos] porque no tenemos una compañía establecida en México".
Por las mismas condiciones es que los viajes de Picap solo pueden ser cobrados en efectivo por el conductor, lo que da garantía de que la empresa no está generando ingresos sobre los viajes actuales.
Todo ello cambiará una vez que Picap se termine de asentar. Si todo va bien, todas las modalidades de pago llegarán al servicio antes de que acabe el primer semestre de 2019, habrá filtros para elegir a los socios, e incluso se desplegará el servicio para Guadalajara, casi simultáneamente a cuando ocurra en Ciudad de México.
¡Gracias por el dato, UnPavo!
Más información | Picap
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